La intimación de la auto-exigencia

“El esfuerzo por hacer las cosas “bien”, es solo el consuelo de encontrar lógica y razón al día a día de nuestro existir. La idea utópica de ser mejor, solo para sentirnos bien con la dificultad del vivir”. Acevedo, Emmanuel (2022)


La idea primaria e inexperta del joven al momento de considerar que la búsqueda constante de hallar una mejor opción en su actuar, su esquema de planeación o en su pensamiento, es una necesidad; En su gran mayoría, ignorando el hecho de que ya fue conseguido gracias al raciocinio propio en el querer.

Todo esto tiende a generar inestabilidad emocional e indecisión, afectando entonces la determinación, la capacidad de decisión y las ganas de conseguir lo que en algún momento pactamos en nuestra ideación, cuando existe la oportunidad de centrar un pensamiento en una posible materialización de una acción.  Esto solo creando intimación indirecta, encargada entonces de consolidar una fuerza moral, correspondiente al concepto autoexigido del responder, del querer demostrar o simplemente del sentirse suficiente. La realidad es esta, la cohibición a lo largo de nuestra juventud al hecho de contraprestar, nuestro estado actual, con el conseguir una satisfacción, no correlativa al querer propio.

El querer conseguir éxito a temprana edad, el querer conseguirlo todo; dinero, bienes materiales, diplomas de grado, logros profesionales o laborales, son solo efectos del vivir y hacerlo bien, no de concebir la vida como una lista de requisitos y plazos a cumplir. Sino una vida entera de aprendizaje, ganancias, frutos, regalías, compensaciones y desarrollo personal.

Ahora bien, la facultad propia de aceptación, esfuerzo y motivación, hacen parte fundamental de la solución frente al buscar la perfección de nuestro avance autónomo en ámbitos como los sociales, académicos, labores y hasta políticos. Lo correcto podría ser; Dejar a un lado el querer hacerlo todo al instante, o querer hacerlo para los ojos de alguien más, por la posición dentro del círculo familiar, de una relación o al entorno social. O en algunos casos, el querer responder a una exigencia imaginaria creada propia y únicamente por uno mismo.

Recordemos, lo que se ha logrado y lo que se logrará es en su gran mayoría para nosotros mismos. Paciencia, calma y sobre todo trabajo; ¡Todo llega!


Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/emmanuel-acevedo-munoz/

Emmanuel Acevedo Muñoz

Abogado, Especialista en Derecho Administrativo, Maestrando en Gobierno y Políticas Públicas. Bajo la premisa “Mente crítica, sería y justa”. Comparto puntos de interpretación de la realidad Colombiana y del Mundo, en opinión o estudio; En temas culturales, sociales, políticos y jurídicos.

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