La insostenibilidad económica del conflicto con las FARC

En la historia reciente del país ningún tema ha sido tan polarizador ni ha generado tanto debate como el del actual proceso de paz con las FARC, y dentro de ese debate quizá el punto que más han sido ignorado tanto por los medios de comunicación como por los principales opositores al proceso es la insostenibilidad económica del conflicto con las FARC

Es muy curioso como el uribismo como principal grupo opositor al proceso de paz ha evitado tocar ese tema, quienes tenemos amigos o contactos profesionales en el uribismo sabemos que muchos de ellos son importantes líderes empresariales o emprendedores, por lo que esa renuencia selectiva para tocar el tema demuestra lo subjetiva que ha sido su posición.

Excepto los países en África que llevan décadas destruidos por cruentas guerras civiles Colombia es el único país del tercer mundo que ha sostenido un presupuesto de defensa tan alto para un conflicto armado interno por tanto tiempo, para un país pobre y con tantas necesidades como el nuestro. Gastarnos en promedio el 3.5 del PIB en la guerra es un lujo que no podemos darnos, sobre todo porque al terminar el conflicto el país tiene el potencial de obtener los siguientes beneficios:

• La tasa de crecimiento del PIB subiría como mínimo dos puntos e incluso puede llegar a duplicarse.
• La ampliación del mercado interno al incluir, ahora sí todo el país, permitirá que la rezagada industria crezca como es necesario y equilibrará la diferencia de poder adquisitivo entre las ciudades y el campo.
• Se logrará mejorar la percepción de riesgo de los mercados en momentos en que el crédito y la inversión extranjera empiezan a debilitarse.
• Se podrán ejecutar sin obstáculos los proyectos de infraestructura que hace mucho tiempo están parados por el conflicto.

Quizá el peor legado que dejó el «estado de opinión» de la seguridad democrática fue haber dejado como principal objetivo de la política pública la idea de la aniquilación total de las FARC como el objetivo supremo de la nación, todo esto mientras en el país se acrecientan grandes problemas que amenazan nuestra calidad de vida en el corto y mediano plazo, mucho más ahora que a todos los países en desarrollo nos ha llegado la fuerte resaca del boom de los commodities.

Por estas razones en un ambiente tan polarizado y divisivo como el que se ha generado alrededor del proceso de paz es necesario encontrar puntos sobre los cuales podamos llegar a un consenso para poder distensionar ambos lados del debate, especialmente en este momento en el que a pesar de todos los pronósticos y todas las circunstancias adversas el proceso avanza con pasos firmes hacia un final exitoso, llegó el momento de acercarnos a quienes están en contra del proceso para lograr que vean lo que no han querido ver: los beneficios económicos de una Colombia sin conflicto armado.