La destitución de Mockus una nueva apología de Sócrates

La Sala  Electoral del Consejo de Estado declaró la nulidad del acto de elección del profesor Mockus en el Senado de la República, Según la Sección Quinta de ese mismo tribunal, “el director ejecutivo de Corprovisionarios actuó en nombre de quien verdaderamente tenía la representación legal de la entidad, esto es del demandado (Antanas Mockus), y por ende los contratos fueron en realidad celebrados por este último incurriendo así en la prohibición contenida (…) en el artículo 179 de la Constitución”.

Ante esta situación, Antanas Mockus emite un comunicado en el que sostiene:

“Quiero dejar un mensaje claro, reconociendo el enfoque de cultura ciudadana que hemos construido: acojo, por respeto a la democracia y a la justicia de Colombia, los dictámenes jurídicos sin titubeos.

Creo profundamente en la institucionalidad y en nuestro país al que le tengo tanta admiración. Por respeto con la ciudadanía, que depositó su confianza en mí, agotaré todas las instancias jurídicas del caso para defender el derecho a elegir de cientos de miles de ciudadanos.

No siento culpa porque obré sin mala fe y con la tranquilidad de estar obrando bien. Invito a enaltecer nuestra moral y sacar lo mejor de cada uno para involucrarnos en la política. Que esta sea una oportunidad para seguir elevando la confianza en nuestras instituciones. Incluso en los momentos más difíciles no solo hay que creer, sino buscar los caminos para seguir construyendo.

Esta es una oportunidad pedagógica y debe fortalecer el reto de mi vida: no alimentar rabias y formar ciudadanía”

El reconocimiento de la institucionalidad como base fundamental del obrar político es un elemento clave de la forma de hacer política del profesor Mockus, su trasegar por las aulas universitarias y en los recintos del congreso,  demuestra que con el ejercicio de una pedagogía política  desde un acto moral se puede avanzar en la construcción de una ciudadanía crítica e incluyente.

La destitución de Mockus nos recuerda, la condena a muerte del filósofo Sócrates, no por ser una situación  equiparable,  así se hable de muerte política del congresista, más si de situaciones en las que se reconoce que “el conocimiento es virtud (areté). La ignorancia es maldad”.  Nadie puede negar que la vida del profesor Mockus al igual según los filósofos que la vida de Sócrates, son equiparables en tanto  pensadores examinadores de conciencia, humanistas en las perspectiva de la profundidad del actuar humano y sobre todo maestros desinteresados dispuestos a aceptar con gallardía las reglas de una democracia de la cual ellos también fueron participes

Los textos de Mockus, al igual que sus discursos, están ligados profundamente a los avatares de su vida entre ellos la enfermedad de parkinson  que padece, ante la cual desde la posición risueña de sus detractores ha respondido “(…) estamos en un momento que hasta los insultos los recibimos como una bendición (…)”. Su vida es resultado de una existencia  dedicada a la enseñanza y la búsqueda de universales (esencia). Su vida al igual que la de Sócrates se basa en  la naturaleza de la virtud, la justicia y el bien. Sostenía (Dupont, 2012).

“La Democracia  cuna de  genios es también cementerio de los mismos.  Así como la democracia griega, en su grandeza imperial, incubó su germen de destrucción, en sus grandes hombres vio a sus más grandes enemigos”.

Ante la sentencia a muerte Sócrates según Platón en su texto apología de  Sócrates y viendo llorar a sus amigos afirma

“¿Qué es eso? ¿Es ahora cuando os ponéis a llorar? ¿Acaso no sabéis que desde que nací estaba condenado a muerte por la naturaleza?” (…) Apolodoro, amigo apasionado de Sócrates, dijo: “Pero es que yo, Sócrates, lo que peor llevo es ver que mueres injustamente”. Sócrates  le respondió acariciándole la cabeza: “¿Preferirías entonces, queridísimo Apolodoro, verme morir con justicia que injustamente?”. Sócrates ingiere la cicuta dando muestras de serenidad ante la consternación y dolor de los amigos. Respeta las leyes en todo momento sin considerar una fuga. En el hermoso diálogo del “Fedón”, Platón describe palabras de su despedida: “O con la vida termina todo, y entonces la paz del sueño se trueca en paz eterna, o la vida prosigue en otro lugar, y entonces allí proseguiré mis preguntas y mis averiguaciones”.

Mientras tanto Mockus ante la destitución afirma

“acojo, por respeto a la democracia y a la justicia de Colombia, los dictámenes jurídicos sin titubeos”

Sócrates  al igual que Mockus acepta  las situaciones reales de sus vidas, nunca se lamentan, estos maestros sellan con su ejemplo político y moral  las creencias en las ideas que enseñaron.

 

Juan Carlos Cardona Londoño

Soy docente orientador de procesos en educación básica y educación universitaria en la ciudad de Medellín, magister en estudios Políticos de la UPB, interesado por temas relacionados con las dinámicas educativas, urbanas y políticas.