«Una maratón para llevar un mensaje común: proteger la vida de la población ante la inminente presencia de COVID-19 en el departamento.»
La Caravana por la Vida es una estrategia que presentó el gobernador encargado del departamento, Luis Fernando Suárez Vélez, quien precisó que “uno de los aspectos más importantes, más virtuosos, en el marco de la atención de la pandemia, ha sido trabajar en permanente coordinación y comunicación, UNIDOS, con nuestros alcaldes”. En esta estrategia, el equipo directivo de la gobernación se trasladará a los municipios para tener un diálogo directo con los alcaldes, concejales, Juntas de Acción Comunal y los empresarios de esas zonas.
En los últimos días, la Caravana por la Vida visitó la región de Urabá. Se hizo presencia en 11 municipios. Hubo visitas por aire, por tierra, una maratón para llevar un mensaje común: proteger la vida de la población ante la inminente presencia de COVID-19 en el departamento. El recorrido comenzó en Arboletes, siguió en San Juan de Urabá, Necoclí, Apartadó, Chigorodó, Vigía del Fuerte, pasó por Mutatá, Turbo, Murindó, San Pedro de Urabá y terminó en Carepa.
En esta ocasión, la estrategia alcanzó un impacto de 220 personas, entre alcaldes, concejales y líderes sociales de las diferentes municipalidades con el mismo mensaje: contener y prevenir la propagación del virus COVID-19.
Según la Gobernación, de la mano de Martha Londoño, epidemióloga de la Secretaría de Salud de Antioquia, esta Caravana por la Vida recorrió las calles de algunos municipios, pero esta vez la realidad era otra. Lejos de ese ambiente alegre y festivo que caracteriza a la población de Urabá, los municipios ahora ‘hablaban’ de otra manera: silencio y ausencia. El COVID-19 ha cambiado la cotidianidad de la región, hay diferencia, pero también hay indiferencia.
Este ejercicio fue importante, porque de esa manera se logró hacer una radiografía rápida y contundente de la región. Además de la indisciplina social, la población advertía temor de la práctica de pruebas por cuestiones de estigmatización, por la información falsa que circula en redes sociales (Fake news), esa que pareciera ser más grave que el propio contagio de la enfermedad. En definitiva, en una región donde los casos de contagio por COVID19 ya superan los 600, el mensaje de prevención y contención se escuchó, ahora parte del compromiso queda en manos de los líderes y la población.
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