La academia malinterpretada

“Así que sería justo que dejáramos de alimentar la malinterpretación de la academia y el conocimiento, de crear una sociedad tan vacía como el futuro que nos espera”

Con el asombroso avance de los medios de comunicación y la abrumante cantidad de información que una persona recibe día a día, parece que el decodificar y comprender bien cada uno de estos paquetes de datos, nombres, números y hechos es cada vez más difícil, llevando así a que se construyan y se difundan infinidad de noticias falsas, malinterpretaciones y mitos que, desde la red, influyen en los hábitos, creencias y acciones de todos los individuos.

Entre todos estos, hay uno que poco a poco se posiciona más profundamente y que día a día se hace más viral entre los internautas: “Yo no necesito estudiar, para que estudiar si vea a X o Y como tiene de éxito sin pisar una universidad”, siendo difundido incluso por “líderes de productividad” o influencers especialmente en Latinoamérica, lo curioso de este dicho, es que poco a poco comienza a hacerse realidad en nuestra sociedad la poca o nula necesidad de tener un título y una base de conocimientos teóricos para que seas el centro de atención de los medios o alcanzar ciertas distinciones, además de obtener probablemente un salario muy superior a aquellos que por años se la pasaron sumergidos en las bibliotecas ¿Qué dice esto de nuestra sociedad?

La dura y cruda realidad es que este mundo de “éxito fácil” no es más que una malinterpretación que ha llevado a que por convicción general, se le otorgue fama y poder a unos cuantos que no dudan en ponerse en ridículo ante las cámaras para que su imagen se reproduzca constantemente y entre tanta tergiversación de información, se confunda la burla social con el reconocimiento y la fama.

El hecho es, que grandes empresarios, pensadores y artistas muy reconocidos abandonaron su universidad o jamás asistieron a una, dándole a la actual generación una imagen a seguir que también ha sido malinterpretada ¿En verdad creen que la tecnología actual se construyó mientras que Steve Jobs o Bill Gates se grababan haciendo tonterías? Lamentablemente para algunos; No, estos iconos del emprendimiento no asistieron a una universidad simplemente porque no lo necesitaron, porque ocuparon su tiempo libre en aprender la complejidad teórica de lo que querían hacer, ¡porque eran unos genios! Y si hubiesen asistido a aquella universidad, de seguro ocuparían los primeros lugares.

Así que sería justo que dejáramos de alimentar la malinterpretación de la academia y el conocimiento, de crear una sociedad tan vacía como el futuro que nos espera, de adular la estupidez y seguir considerando que mientras se te pasa la vida, el éxito te va a llegar de la noche a la mañana sin necesidad de hacer nada, solo porque viste que X o Y obtuvieron dinero y fama sin necesidad de tocar una universidad.

“Hemos atravesado décadas de códigos, circuitos y chips, alcanzando una capacidad de procesamiento asombrosa, que hoy se utiliza para llevar la decadencia humana a la fama”

(Filanderson Castro)

 

@FilPsic

Filanderson Castro Bedoya

Psicólogo de la Universidad de Antioquia con énfasis en educación, formación empresarial y salud mental, educador National Geographic, escritor aficionado con interés en la historia, la política y la filosofía, amante de la música y la fotografía.