Justos por pecadores

José María Dávila Román

 “Seguramente muchos de los colombianos que son migrantes irregulares al Reino Unido, se van de Colombia pensando en tener un mejor futuro y una mejor vida que la que tienen en su país”.


Sólo dos años duró la gabela que le dio el Reino Unido a los colombianos de visitar estos países sin necesidad de tener una visa. Hasta este año, sólo bastaba con tener el pasaporte como ocurre con la Unión Europea. El embajador del Reino Unido en Colombia, George Hodgson, explicó que una de las razones para restablecer el visado es que se incrementó de manera exponencial el número colombianos que llegaron al Reino Unido pidiendo asilo de manera irregular (ver). Las estadísticas decían que, con la visa, el promedio de colombianos que eran aceptados bajo la figura de asilo, en esa región, era de 6 personas por año, suprimida la visa, ese número incrementó a 2 mil por año con el agravante de que no había ninguna justificación para pedir el asilo.

Agregó el embajador Hodgson que estos colombianos que mentían en su justificación para vivir en el Reino Unido abusaron del sistema británico que es generoso con todo el que pide asilo porque antes de decidir si lo otorgan o no, les dan techo y comida mientras definen si les aprueban o no la solicitud. Confían en la buena fe de las personas, pero es costoso. Gastos que calcula el Reino Unido ascienden a casi 50 mil libras esterlinas por persona (225 millones de pesos).

La justificación principal que daban los colombianos para pedir asilo era que sus vidas estaban amenazas por la inseguridad y conflictos armados que ha vivido el país y que son conocidos por buena parte del mundo, pero la realidad es que la mayoría de las personas que se valieron de esta figura no tenían amenazada su vida lo que llegó al Reino Unido a tomar esta decisión para controlar la migración ilegal.

A los colombianos nos tocaba pedir visa para viajar a buena parte del mundo, por eso fueron vistas como unas victorias de la diplomacia colombiana que se suprimiera el visado para ingresar a la Unión Europea, que se extendiera la visa de 5 a 10 años para ingresar como turista a Estados Unido y luego la exención de la visa para entrar al Reino Unido porque demostraba que el mundo estaba confiando en Colombia y en su gente. La imposición de la visa de parte del Reino Unido es un retroceso en este sentido.

Cuando hace dos años el Reino Unido decidió suprimir la visa para Colombia lo hizo también con Perú, los peruanos hoy siguen conservando ese privilegio porque no se han dado los casos de migración irregular como sucede con Colombia.

Seguramente que muchos de los colombianos migrantes irregulares al Reino Unido, así como los que migran a Estados Unidos o España, lo hacen pensando en tener un mejor futuro y una mejor vida que la que tienen en su país. Situación que no necesariamente ocurre, porque siendo irregular en otro territorio no se puede acceder a empleos formales ni tener seguridad social. Son trabajos informales que, si mucho, le pueden servir a una persona para sobrevivir, pero en el imaginario de lo migrantes está instalado ese “sueño americano” de poder lograr afuera lo que no se pudo en el país de origen.

Como respuesta a la medida del Reino Unido, el presidente Petro anunció que “por el principio de reciprocidad, el gobierno colombiano pedirá visas a los y las ciudadanas británicas que quieran venir a Colombia” (ver).

Más que esta medida, el gobierno -y todos los gobiernos de Colombia- deben implementar medidas que mejoren la calidad de vida de las personas, que los colombianos veamos futuro en nuestro país, que podamos tener buenos empleos y facilidades para crear empresa. Así no habría incentivos para la migración ilegal, de lo contrario, si la gente pierde la esperanza en su país, la migración ilegal siempre será una opción.

José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

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