Tenemos que olvidar el viejo error de pensar que unos cuantos elegidos se encargarán de transformar el país y salvarnos de la adversidad. Colombia necesita un pueblo entero comprometido en su transformación. Necesita creer profundamente que el poder no esta en una silla lejos del mundo, que el poder está en cada lugar.
William Ospina
ANDINA surge del encuentro entre estudios jóvenes de arquitectura que desde distintas ciudades en Colombia hemos trabajado desde hace varios años en el ámbito público, privado y comunitario, que coincidimos en un interés común la construcción de un lugar mejor a través de un profundo compromiso con la práctica profesional. Nos juntamos para pensarnos, construirnos y apoyarnos como parte del gremio de arquitectura, aspiramos a propiciar espacios para el diálogo y la reflexión en torno a la arquitectura de nuestro país y de nuestro tiempo.
Juntarse no significa homogeneizar, es más bien, nuestra primera propuesta para reconocernos, para acercarnos más a la complejidad del país en que vivimos y proyectar nuestros territorios desde la inteligencia colectiva, que exigen las complejidades, diversidades y potencialidades que vemos en Colombia.
Como grupo nos interesa escuchar y colaborar desde todas las dimensiones posibles. Magnificando los esfuerzos, potenciando las voces. Nos unimos en diálogo a los manifestantes en las calles de nuestras ciudades y en las redes sociales, que están ejerciendo el uso legítimo del derecho constitucional a la manifestación pacífica.
Repudiamos cualquier tipo de violencia y rechazamos la respuesta desproporcionada de todos los actores, que ha convertido las ciudades en escenarios de violencia y muerte. En este momento hacemos eco de un llamado fundamental que consideramos el punto de partida para cualquier acuerdo, LA VIDA ES SAGRADA.
LA VIDA es el patrimonio más importante que tenemos que cuidar. La arquitectura representa y magnifica el espacio para la vida, es su razón de ser. El espacio público de calidad que diseñaron profesionales como lugares para el encuentro y la construcción política es el escenario natural donde la manifestación tiene lugar, es el lugar para que la vida sea exaltada, y celebrada. El respeto a LA VIDA debe ser el principio fundamental de una reconciliación de la sociedad.
Vivimos un momento difícil y clave en nuestra historia como país, como colectivo de arquitectura somos parte de la situación que vive Colombia, estamos comprometidos con la búsqueda de acuerdos y queremos aportar al dialogo para escalar y proponer acciones en conjunto que aporten y fortalezcan nuestra sociedad.
No podemos ser indiferentes a la corrupción, a las enormes desigualdades e injusticias, a la precarización laboral y falta de garantías de derechos fundamentales que estamos viviendo en nuestro país hace mucho tiempo. Es momento de unirnos como profesionales y como ciudadanos, Colombia demanda un cambio y queremos ser parte de él.
Como ciudadanos hacemos un llamado a cuidar la vida de todos, a difundir información verificada, a hacer parte activa de las redes de apoyo solidario en nuestras comunidades, a participar de los espacios de diálogo y aportar desde las posibilidades y herramientas que cada uno tengamos.
Desde la arquitectura es la oportunidad para reflexionar y proponer más formatos de lucha y resistencia, donde aportemos con procesos creativos para espacializar la manifestación, dándole más formas y posibilidades para visibilizar mejor los mensajes de protesta, para que el estigma a la manifestación no se configure alrededor del vandalismo y la violencia, para el uso creativo de la infraestructura o los equipamientos.
Tenemos mucho por hacer, muchos motivos para juntarnos, mucho por decir y construir como sociedad, es el momento de ser la solidaridad colombiana de arquitectos, ciudadanos activos desde nuestros hogares, barrios, vecindarios promoviendo respeto por la vida y la lucha por la dignidad y libertad, con aportes contundentes y propuestas pertinentes.
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