“Colombia, integrante de la OCDE desde el año 2020, ha cumplido 11 de las 117 metas de los ODS (…) al ritmo actual de inversión, únicamente el 43% de los indicadores se alcanzarían para el 2030”.
La publicación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) titulada El corto y sinuoso camino hacia 2030: medición de la distancia hacia las metas de los ODS, registra pocos avances en la Agenda 2030, y concluye que “los países de la OCDE solo han logrado o están muy cerca de lograr una cuarta parte de las metas cuyo desempeño es posible medir”. Un claro llamado de atención para los gobiernos de la Organización.
El documento enfatiza en la necesidad de incrementar las acciones para erradicar la pobreza extrema. Destaca que las mujeres, jóvenes y migrantes enfrentan retos pendientes en relación con el reconocimiento de sus derechos y la lucha contra la desigualdad de oportunidades. Asimismo, resalta que el coronavirus COVID-19 afectó el avance y desempeño frente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Un poco de contexto. Los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas, mediante Resolución aprobada por la Asamblea General el 25 de septiembre de 2015, adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, integrada por 17 ODS con una visión transformadora e indivisible en las tres dimensiones del desarrollo: económica, social y ambiental. Se pretendía “poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas”.
Colombia, integrante de la OCDE desde el año 2020, ha cumplido 11 de las 117 metas de los ODS. En consecuencia, como lo expuso el diario económico Portafolio, “los desafíos para el cumplimiento de esta Agenda 2030 no son menores (…) el despliegue y cumplimiento de los objetivos y metas de desarrollo sostenible no solo es limitado sino irregular”. Además, de conformidad con las estimaciones del programa Marco Nacional Integrado de Financiamiento de los ODS en Colombia, al ritmo actual de inversión, únicamente el 43% de los indicadores se alcanzarían para el 2030.
Dentro de este escenario, podemos afirmar que existe consenso en lo siguiente: la búsqueda del desarrollo sostenible está atravesando graves dificultades. ¿La Agenda 2030 y los 17 ODS requieren un cambio de paradigma en la gestión pública? ¿De qué forma enfrentar y armonizar los retos nacionales con los ODS en los territorios? ¿Podemos avanzar en la Agenda 2030 y en la consolidación de un nuevo modelo solo con el fortalecimiento del sector público?
El próximo presidente de la República debe continuar con la hoja de ruta trazada en el CONPES 3918 de 2018, por medio del cual se adoptó la estrategia para la implementación de los ODS, y avanzar en la revisión de las condiciones y capacidades institucionales, liderando con los gobiernos locales las prioridades compartidas mediante políticas, programas, planes y proyectos consensuados. El camino construido no tiene retorno. Se trata pues, de redefinir el qué, por qué, cuándo, dónde, y concertar, el cómo lograrlo, a partir del reconocimiento de las asimetrías que se presentan en el tablero de las entidades territoriales. Además, según lo ha indicado el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD Colombia, resulta clave involucrar al sector privado en el financiamiento de la Agenda 2030, puesto que se requiere una reasignación del gasto público para obtener los resultados planificados. Tenemos un poco menos de 8 años, para cumplir con los ODS contenidos en la Agenda 2030. Un camino corto y sinuoso, como lo señaló la OCDE.
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