Imaginemos Jericó

Imagino a los futuros jóvenes jericoanos, recién graduados del colegio, completamente bilingües y con altos conocimientos en desarrollo de software, aplicaciones y datos”.


Esta semana tuve la posibilidad de participar en un “canelazo” que daba apertura al grupo “Imagina Jericó” integrado por jóvenes líderes e inquietos del municipio, el propósito de esta conversación y de las siguientes, es tener conversaciones incómodas, pero sobre todo y como su nombre lo dice, imaginar y trabajar por ese Jericó soñado. Es decir, tratar temas difíciles, pero a la vez ser propositivos para la materialización de ese sueño.

Pude darme cuenta de la diversidad de pensamientos, preocupaciones e intereses que cada uno de los que participó tiene. Validé que hay algo que todos tenemos en común y es la generación de más oportunidades en nuestro territorio y cómo estas se pueden generar a partir del conocimiento juicioso del mismo.

Fue un espacio bello donde prevaleció el respeto por las ideas y el pensamiento del otro, nadie fue abucheado, ni criticado ni burlado por expresar opiniones que otros no compartían. A cada intervención se le prestó la mayor atención. Fue una demostración de que se puede construir desde la diferencia. Es tan fácil decirlo, pero difícil lograrlo.

Actividades como esta demuestra el talante de los jóvenes jericoanos y del civismo que nos caracteriza. En un país polarizado donde se ha vuelto común pasar por encima del otro a costa de lo que sea; donde venimos de unas tensas protestas y marchas que han dejado pérdidas humanas y materiales; encontrar personas planteando un diálogo franco y civilizado como solución a nuestros problemas, es maravilloso. Este tipo de espacios generan confianza, son liberadores. Varios de estos jóvenes confesaron que la polarización hace que se vuelvan apáticos ante ciertos temas o que incluso prefieran posar de neutrales así tengan una opinión formada frente a algo para evitar señalamientos. En estos tiempos, nadie debería temer miedo a expresar su opinión y el “Imagina Jericó” fue un fiel ejemplo de ello.

 

En lo particular expuse, que imagino a Jericó, coincidiendo con el sentir de varios de ellos, con mayores oportunidades en materia económica, en educación, salud e infraestructura, para que los jericoanos del futuro, que quieran desarrollar su proyecto de vida en el territorio, encuentren opciones de hacerlo.

En materia económica es fundamental crear empresa y nuevos empleos formales, aprovechando las distintas riquezas en materia agropecuaria, turística, cultural y mineral. Diversificar la economía ayuda a que esta sea más robusta. En materia educativa, imagino  a los futuros jóvenes jericoanos, recién graduados del colegio, completamente bilingües y con altos conocimientos en desarrollo de software, aplicaciones y datos porque eso los habilitará para trabajar con cualquier empresa del mundo, probablemente ganando en dólares y estando desde sus casas; así lo plantea Fredy Vega, cofundador de Platzi, la plataforma educativa más grande América Latina: “Si todos los latinoamericanos consiguiéramos una computadora con acceso a internet, aprendiéramos inglés conversacional, aprendiéramos una profesión que se haga con esa computadora; en una generación rompemos el ciclo de la pobreza, cambiamos la estructura política y transformamos esta región. El sólo hecho de aprender algo relacionado con la economía digital y saber inglés, rompe el ciclo de la pobreza”. (Escuchar a partir del minuto 60).

En salud, desearía tener un hospital con mejores condiciones que permita que muchos niños de padres jericoanos puedan nacer en este territorio. En infraestructura, imagino que nuestras vías rurales estén pavimentadas para así darle mayor competitividad al campo: transportar los productos más rápido y a menores costos; que podamos conectar a menor tiempo, con municipios hermanos como Támesis, Andes, Jardín, lo que fortalecería el turismo y dinamizaría la economía.

Independientemente del cómo, todos coincidimos en que queremos lo mejor para la población y el territorio. Desde la diferencia y desde nuestros distintos ámbitos y roles, podemos trabajar para que ese Jericó soñado sea una realidad.


José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

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