A diario nos topamos con muchas personas en nuestro camino y algunas de esas personas son nuestros compañeros de trabajo que en ocasiones no conocemos ni sus nombres porque no tenemos el tiempo de conversar. Hoy fue un día muy especial nos permitieron un espacio para conocer a cada uno, desde el área de administración hasta servicios generales, y al escuchar cada historia de ellos nos ponemos a pensar y a reflexionar, en ocasiones nos quejamos sin conocer la historia de los demás, algunas de dolor gratitud, felicidad, esperanza. Las personas que son más alegres y contentas son las que la vida los ha golpeado duro y a pesar de eso muestran su cara alegre, feliz, y siempre dispuestos a ayudar, es una forma de afrontar la realidad aprendieron a superar con paciencia todos los desafíos y percances.
Son los mejores consejeros, escuchemos más, compartamos espacios de integración, en el trabajo somos una familia donde nos apoyamos, tengamos empatía, tolerancia, paciencia y sobre todo respeto.
“Hay que ponernos en los zapatos del otro.”
Con pequeños gestos y acciones podemos cambiarle el día a una persona, somos más que compañeros de trabajo somos una familia…
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