Hacia una comprensión No-Clásica del Trabajo Sexual

Primera columna

Trabajar nos hace humanos, es por esa actividad que construimos el mundo a nuestra imagen sobre la que nos reflejamos a nosotros mismos; es decir, trabajar es inmediatamente trabajarnos. La dignidad de todo trabajo radica en el hecho que es la actividad humana por antonomasia


El  proceso de trabajo determina la totalidad de la existencia humana y da así a la sociedad su esquema básico, es el ámbito originario del ser social y sobre el cual ha de entenderse su historicidad. Trabajar nos hace humanos, es por esa actividad que construimos el mundo a nuestra imagen sobre la que nos reflejamos a nosotros mismos; es decir, trabajar es inmediatamente trabajarnos. La dignidad de todo trabajo radica en el hecho que es la actividad humana por antonomasia.

El debate en torno al «Trabajo Sexual» toma más fuerza en el país y, eso quedó claro el pasado 02 de marzo cuando tuvo lugar una audiencia pública en el Congreso nacional[1] en torno a la problemática. Estas circunstancias ciertamente demuestran la relevancia de pensar el mundo del trabajo desde sus múltiples dinámicas y la actualidad del marxismo crítico en los debates contemporáneos. Así que dejando por el momento a un lado la dimensión del patriarcado – ya que este es un debate que tiene que producirse en el interior del feminismo- y, tomando el marco normativo creado por la sentencia T-629/10 de la corte constitucional que que reconoce como TRABAJO al trabajo sexual, tratemos de caracterizarlo de una manera N0-Clásica para su mayor comprensión.

El modo como entendemos el «Trabajar» se enmarca inmediatamente sobre los esquemas de percepción de mundo que aparecen con el advenimiento de la sociedad moderna y la emergencia de las relaciones sociales de producción capitalistas que, en su más terrible abstracción, hacen del trabajo una acción reducida a un elemento meramente productivo, que existe unicamente en la industria y en cuanto expresa, contiene y se realiza por parte de individuos agrupados bajo el rol de trabajadores productivos mediante la creación de valor, es decir, mediante la producción de mercancías. Sobre este marco, comprendemos que «Trabajar» es estar sobre una relación contractual por la que se paga un salario en razón del cumplimiento de una función en una determinada cantidad de tiempo que se entiende como jornada laboral. Todo lo que este fuera de ese marco de relaciones, no es trabajo en sentido estricto y, sí lo fuere habría que entenderlo como actividades remuneradas extra-oficiales e informales. La modernidad coloca como marco general de entendimiento del acto de  «Trabajar» la proletarización, el esquema básico del contrato salarial y la esfera del trabajo industrial como su prototipo clásico.

Pues bien, sucede que la prostitución, la actividad del modelaje web cam y la actuación en cinematografía porno, entre muchas otras actividades que involucran el cuerpo, el deseo y la sexualidad, están fuera de este marco de comprensión clásica del trabajo. Esto no sólo por la capa moralizante con la que se aborda el tema, sino también porque este tipo de actividades se encuentran sobre el circuito de circulación de capitales ilegales en gran mayoría. Y aunque pomposamente se diga que se trata de la “profesión más antigua”, se afirma conjuntamente el carácter indigno y des-humanizante de este tipo de actividades, por lo que no debe considerarse como trabajo sino como una aberración social. Semejante hipocresía!

El sociólogo del trabajo el mexicano Enrique de la Garza Toledo conceptualizó una serie de actividades laborales que quedaban por fuera de la comprensión tradicional del trabajo a partir de ese modelo fabril e industrial, que sirve para entender mucho mejor el Trabajo sexual y el modo como esta actividad se integra al sector de servicios de la economía. Según nos dice, es posible establecer una tipología general para comprender el Trabajo No-Clásico:

  • El trabajo interactivo: en la que lo que se produce y se vende es una interacción en sí misma
  • La Producción de símbolos : que tiene que ver con la objetivación de signos y significados en una exteriorización
  • Trabajos que requieren la intervención del cliente para que recibir el servicio: como por ejemplo los centros de autosevicios en donde el consumidor debe realizar algún tipo de esfuerzo para acceder a la mercancía comprada[2].

El trabajo sexual  tal cual como se esta desenvolviendo hoy día, se encaja perfectamente sobre esta tipología e incluso en varias de sus modalidades llegan a abarcar los tres tipos. Si pensamos en la prostitución, lo que se produce es la interacción, una relación sexual, mientras que en el modelaje web cam, se objetivan imagenes audiovisuales por medio de plataformas y, tanto en la prostitución como en el modeaje web cam, los clienes tienen que realizar un tipo de esfuerzo (ya sea desplazandose a un lugar especifico o al adquirir previamente un equipamiento para acceder a internet, etc.) para poder consumir la mercancía producida.

La relación directa entre el trabajo asalariado y el trabajo sexual, radica precisamente en el hecho de que en ambos el cuerpo se convierte en una mercancía y se vende para el uso de un consumidor que la ha adquirido por un determinado tiempo. Ahora la diferencia es precisamente el «tipo» de consumo: en el primer caso, el consumidor adquiere conjuntamente el cuerpo como mercancía para darle dinamismo a los medios de producción y con este poner en movimiento el trabajo vivo para producir una otra mercancía; mientras  que en el segundo, se trata de un consumo improductivo, donde el cuerpo, que también se ha adquirido por un intercambio monetario, se pone en movimiento para extraer una experiencia de un tipo determinado. Entre el carácter productivo e improductivo  de una y otra modalidad de trabajo, aunque los diferencia en su articulación a la cadena general de la valorización del valor (la producción de mercancía y la procura de ganancia aumentada), los identifica bajo su lógica de enajenación y extrañamiento en cuanto son formas del «trabajo alienado». En ese orden de ideas, el Trabajo sexual debe ser enteramente entendido como un TRABAJO en su modalidad  No-Clásica.

La racionalidad inscrita en el mundo del trabajo capitalista obliga a quienes no posean los medios de subsistencia a “venderse” para obtener así con qué sobrevivir. No se trata entonces de señalar de modo moralizante quienes ejercen este tipo de actividades, sino más bien entender las condiciones en que se produce esta actividad, sobre todo en esta era de capitalismo digital y las formas de super-explotación que cada vez van en aumento y dejan a la clase trabajadora sin muchos mecanismos para ejercer una defensa de sus derechos por condiciones dignas en las que desarrollen su ejercicio del trabajo.


Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/hahenao/

[1]Registro de la audiencia Congreso Nacional de Colombia 02 de marzo de 2023. https://www.youtube.com/watch?v=RMMxSwM5Ehk

[2]Puede encontrarse el texto de referencia : http://www2.izt.uam.mx/sotraem/Documentos/TrabajoNoClasico.pdf

Hander Andrés Henao

Soy antioqueño de nacimiento y latinoamericano por compromiso. Eterno estudiante de sociología, licenciado en filosofía y estudiante de maestría en filosofía política. Tengo la convicción de que el pensamiento crítico es la mejor arma para construir sociedades más igualitarias y democráticas.

Academia Edu: https://unb.academia.edu/HanderAndr%C3%A9sHenao

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