“Estas obras físicas y humanas, han hecho posible que los girardotanos volvamos a soñar, a confiar en la administración pública y a sentirnos orgullosos de hacer parte del progreso que hoy nos ubica como municipio referente en todo el Valle de Aburrá y en el departamento”.
Los que vivimos en Girardota (Antioquia) o quienes la frecuentan usualmente por razones laborales, familiares, religiosas, turísticas y otras, nos hemos dado cuenta de un cambio sin precedentes no sólo en la forma de gobernar y administrar lo público, sino también de generar obras y oportunidades para la gente… razón última de la política.
Y comienzo por lo segundo. Tras dos años de que Diego Agudelo asumiera la Alcaldía de Girardota con una votación histórica de 10.766 votos (el 40% de la votación total), y a pesar de circunstancias tan adversas como la pandemia, las protestas sociales y la ola invernal, las obras se han visto de una manera en la que no estábamos acostumbrados. Sólo por mencionar algunas de las más importantes, están:
- La modernización y expansión del alumbrado público con el cambio total de las luminarias de sodio por luces led en todos los barrios y veredas.
- La remodelación del parque principal como un lugar de acogida, esparcimiento y vida.
- La construcción de vías nuevas y estratégicas como la conexión de los barrios Guayacanes – Santana y Santana – El Inder que llegan a descongestionar zonas de expansión del municipio mejorando un problema de movilidad que llevaba más de 10 años.
- La repavimentación de 3.140 metros en la zona urbana y en veredas como San Andrés, el Yarumo, el Palmar y el Barro.
- El otorgamiento de becas universitarias, auxilios a 571 estudiantes de estratos 1, 2 y 3 y pago total de la matrícula a los mejores bachilleres.
- La implementación del centro empresarial y de formación de la mujer y género con dos sedes en operación.
- La modernización del sector panelero con la próxima construcción de un trapiche comunitario que tendrá transferencia de tecnología con extensión agropecuaria y un semillero de caña.
Adicionalmente, después de esperar 50 años, Girardota tendrá una segunda entrada que descongestionará el ingreso al casco urbano y será digna de un municipio en crecimiento y desarrollo para los más de 60.000 habitantes que tiene.
Estas obras físicas y humanas, acompañadas de una política de seguridad integral, un desarrollo económico sostenible orientado a su vocación agroindustrial y una forma de gobernar responsable, democrática y en equipo con concejales, sectores políticos, empresariales, líderes sociales y comunidad, han hecho posible que los girardotanos volvamos a soñar, a confiar en la administración pública y a sentirnos orgullosos de hacer parte del progreso que hoy nos ubica como municipio referente en todo el Valle de Aburrá y en el departamento.
¡Girardota mira hacia el futuro, y paso a paso, va por más!
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