Fonología de la sobrevivencia

“El testimonio es la herramienta del sobreviviente para hacerse presente, pero, también puede ser la herramienta de la ideología para capturar y mantener a los sobrevivientes en una masa de victimización.


En la voz se detona el dolor y el placer, también la culpa como un aullido. Una voz que gime de gozo, una voz que grita de angustia, una voz que culpa el cuerpo que la posee, también es una voz animal. Una pura sonoridad que señala el hambre, el dolor o la culpa, limita el paso del pensamiento que debe contribuir a cuestionar, distanciarse y organizar las pasiones que se desbordan. Una vida animal disfraza en el chillido una voz para que reafirme su existencia, una pura existencia biológica que, como plantea Giorgio Agamben, está desprovista de una comunidad política con la cual entrar en relación con una voz propia para exponerse y hacerse comprender. Pero ha sido apartada en su pura animalidad (zoé), en el chillido que aqueja y es ruido para quien lo escucha; una molestia que produce el sobreviviente, el pobre, el inmigrante. Mientras más se manifiesta su zoé-phoné o su animalidad ruidosa, más se le distancia de un imaginario de comunidad política, porque ese gesto que solo es ruido necesita forma para llegar a ser voz que comunica; la formación de un sujeto que exponga su sobrevivencia y su angustia. Pero, ¿no es el llanto o el grito de dolor un gesto sonoro comunicando algo? ¿Cómo exigir formación en un estado de marginalidad y carencias que produce esa queja? ¿No es acaso prioridad solventar las necesidades básicas que produce el grito y el gemido de la queja? ¿Cómo evitar que quienes ofrecen los recursos para socorrer las necesidades no instrumentalicen la sobrevivencia o la pobreza en su provecho publicitario? ¿Quiénes tienen realmente las herramientas para hacer visibles y hacer sensibles esos gestos?

El sobreviviente es el sujeto que transforma el aullido de su condición de víctima, construye una voz (aun aislado hasta del horizonte del panóptico). Se aferra a un imaginario de comunidad política desde una zoé vívida, audiovisual. Esa comunidad se forma construyendo una herramienta que fortalece a cada individuo: el testimonio. El lenguaje que se difumina en el lamento y la queja comienza a tener la forma de una voz. Y, en principio, toda voz se manifiesta para ser escuchada. El testimonio y la voz son polos en tensión que visibilizan al sobreviviente que ha decidido ser algo más que una víctima. Sin embargo, toda herramienta puede tener diferentes usos: el testimonio es la herramienta del sobreviviente para hacerse presente, pero, también puede ser la herramienta de la ideología para capturar y mantener a los sobrevivientes en una masa de victimización.


Todas las columnas de la autor en este enlace:  https://alponiente.com/author/xeniaguerra/

Xenia Guerra

Licenciada y magíster en Letras por la Universidad de Los Andes en Venezuela. Profesora universitaria de la misma casa de estudios. Investigadora en el ámbito literario con enfoque en filosofía política y el arte.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.