EXITOSO: lo que significa realmente serlo

La humanidad ha comprobado que esos niveles de realización y logro material no son suficientes para el éxito en un sentido más completo, que incluye valores intangibles -con gran posibilidad de mover el mundo- como la paz interior, la empatía, la inspiración, la creatividad, la compasión, la generosidad, el amor y la unidad.


El éxito es un término que sigue teniendo vigencia. Generalmente, las personas lo asocian a tener, lograr, alcanzar y conseguir. Paradójicamente, cuando accedemos a lo que queremos sentimos que nos falta más para ser exitosos, plenos o felices. Como lo dijo Henry George: “El hombre es el único animal cuyo deseo aumenta a medida que lo alimentan”.

Esta concepción del éxito es atávica y primitiva pues parte de la necesidad de protegernos, de cubrir necesidades propias de nuestra identidad individual y de competir con otros para sobrevivir, destacar o sobrepasar a los demás. Sin embargo, es una creencia que afortunadamente estamos transformando ya que cada vez hay más personas conscientes de que el verdadero éxito, el que en el fondo todos estamos buscando, requiere incluir el bienestar de otros, el equilibrio medioambiental y una visión más elevada de los propósitos de vida.

Cada persona puede construir su proyecto de vida basándose en lo que considera valioso para ella. Hay quienes lo hacen desde un sentido de bienestar material, poder, influencia o estatus. Eso es válido y respetable. Sin embargo, la humanidad ha comprobado que esos niveles de realización y logro material no son suficientes para el éxito en un sentido más completo, que incluye valores intangibles -con gran posibilidad de mover el mundo- como la paz interior, la empatía, la inspiración, la creatividad, la compasión, la generosidad, el amor y la unidad. En estos valores, sin descartar los logros materiales, reside un poder personal consciente a través del cual se puede buscar y obtener el éxito integral.

Moderar las aspiraciones personales con un profundo sentido de gratitud, humildad, cooperación y humanidad, es un ingrediente esencial para este tipo de éxito. Por eso es tan importante definir qué es lo que realmente queremos, por qué lo queremos y cuándo es suficiente (o cuando lo alcanzado es un motivo para sentirse bien).

Como lo expresa Morgan Housel en su libro La Psicología del dinero: “peligroso cuando el prurito (deseo) de tener más –más dinero, más poder, más prestigio– hace aumentar la ambición más deprisa que la satisfacción”. Una satisfacción que jamás se encontrará siguiendo referentes de éxito exterior; por el contrario, se hará cultivando una vida auténtica, consciente y equilibrada, en donde las aspiraciones nos sirvan para crecer, pero también sepamos agradecer y compartir lo conquistado.

Exitoso es el que descubre todos los días las razones para sentirse bien, entiende que las caídas son parte del camino, trasciende las dificultades en pos de un propósito superior y construye un sueño personal en el que también están incluidos los otros. Exitoso es el que logra escuchar la voz de su corazón y mecerse en sus melodías, a veces ardientes, a veces tranquilas, pero siempre fidedignas.


Todas las columnas del autor aquí: Santiago Orozco Carmona

Santiago Orozco Carmona

Politólogo y Magíster en Estudios Políticos de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín; diplomado en docencia, currículo y didácticas y en convivencia escolar. Es fundador de la corporación Por la Gente Somos Más y Creador de El Líder Sos Vos. Se ha desempeñado como investigador y escritor en el área de las ciencias sociales, políticas y humanas; docente de básica primaria, secundaria y media durante más de dos años; docente universitario, asesor de despacho y coordinador del Programa de liderazgo "El Líder Sos Vos" de la Secretaría de Educación de Medellín durante el 2016-2019.

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