Empalme social y territorial: Carta Uno

En esta columna soy el cartero, por demás, hermoso oficio enaltecido por Neruda

Desde Alto Bonito, donde se avistan los territorios que anuncian la entrada  a la meseta del río Negro y la cuenca del valle de San Nicolás, hasta las partidas para San Luis y Doradal,  el municipio de Cocorná, como sus vecinos del Oriente antioqueño, soportaron durante décadas los efectos y los estragos de una guerra cruenta e inhumana entre paramilitares , Estado, helenos y farianos por el control de una culebra indomable que se conoce con el grandilocuente nombre de autopista Medellín-Bogotá, como se evidencia en los Informes sobre la región presentados por el Centro Nacional de Memoria Histórica, y en el que estuve vinculado como investigador para este territorio bajo la dirección del profesor y director del CNMH Gonzalo Sánchez.

Ahora, como co-coordinador de la Comisión de empalme de gobierno del presidente Petro con el gobierno saliente de Duque, en el Centro Nacional de Memoria Histórica, recibí una comunicación con grado de alerta, de comunidades de Cocorná, con destino a la comisión nacional de empalme y a la bancada legislativa del Pacto Histórico que se posesiona hoy 20 de julio. En ella se alerta sobre el peligro que vienen corriendo las comunidades y el ecosistema de río Cocorná, ante la autorización acelerada de CORNARE, a 15 días de la salida del viejo régimen, para que en su territorio y cauce se construya una PCH (Pequeña Central Hidroeléctrica), de siete que están proyectadas.

Las consecuencias de estas PCH son enormes: cambio de la temperatura, baja permanente del caudal del río, desaparición y desplazamiento de especies humanas, animales y vegetales; privatización de los recursos naturales y paisajísticos. Así lo atestigua la devastación producida en el mismo río por tres de esas hidroeléctricas ya instaladas en el río. Entre ellos la destrucción integral ecológica, económica y cultural del sector el 8. Idéntica situación a la producida por el control de la trocha que va paralela al río Cocorná, denominada Autopista Medellín Bogotá, en la guerra entre aparatos armados.

Esta columna que suscribo en Alponiente, al publicar la carta de las comunidades cocorneñas, se convierte en un espacio para que otras organizaciones y colectivas siembren su voz, en el empalme social y territorial que inicia para que todas seamos gobierno. Aquí la misiva:


Cocorná 20 de julio de 2022

Señores y señoras comité de Empalme Social Territorial Gustavo Petro Presidente y Francia Márquez, Vicepresidenta 

Señora Aurora Vargas Figueroa

Señora Carolina Corcho

Señor Daniel Rojas Medellín

Señor Mauricio Lizcano

Señor Esteban Restrepo

 

Muy distinguidos y distinguidas señores y señoras.

Desde las comunidades organizadas en contra de los proyectos hidroeléctricos en el municipio de Cocorná, Antioquia, saludamos y nos llena de esperanza esta nueva época histórica de nuestro país.

Nosotros hemos venido organizados por la defensa del territorio desde hace 7 años, buscando que nuestro paraíso sea decidido, proyectado y realizado como lo pensamos las comunidades campesinas; por eso hemos venido luchando en contra de proyectos hidroeléctricos que han dejado sin agua viviendas, que han cambiado nuestras costumbres, que han traído prostitución y drogadicción y que ya con la construcción de 4 Pequeñas Centrales Hidroeléctricas (PCH), la experiencia vivida nos permite decir que no queremos más.

En la cuenca de nuestro río Cocorná ya hay construidas tres PCHs y quieren construir siete. Dos de ellas ya tienen licencia ambiental, una ratificada la semana pasada, PCH Pantágoras, en la cual no se han garantizado elementos básicos como la socialización adecuada del proyecto, ahora debemos recurrir a una Acción de Nulidad ante el Consejo de Estado para buscar la garantía de nuestros derechos.

Por lo anterior, solicitamos:

  1. Hacer un seguimiento a las CAR, en este caso Cornare, que se han politizado y convertido en amigas de las empresas depredadoras y les dan la espalda a las comunidades que siempre hemos estado en el territorio, es fundamental para nosotros que se nos acompañe políticamente para hacer control y seguimiento a Cornare y garantizar los derechos de la comunidad cocornense.
  2. Pronunciarse en contra de la aprobación del proyecto PCH Pantágoras por inconveniente para las comunidades cocornenses en cuanto que: (a) acabaría con los charcos que han sido tradicionales bañaderos para propios y veraneantes lo cual menoscaba los ingresos de las familias circundantes a estos, pues estos se sustentan en las entradas por turismo. (b) mermaría enormemente el caudal del río Cocorná, afectando grandemente la agricultura y la ganadería, sustento de muchas familias. (c) traería a la región gran cantidad de personas foráneas, causando sobrepoblación y la consabida demanda de servicios públicos, vivienda (generando inflación por aumento en los costos de los arrendamientos), además de prostitución y drogadicción.
  3. Igualmente, pronunciarse en contra de dicho proyecto por haber sido aprobado sin el lleno total de los requisitos exigidos por la ley. Además, porque nuestro río ya está contribuyendo a la generación de energía con tres hidroeléctricas, las cuales, en su construcción, operación y mantenimiento, ya han traído demasiados problemas para las comunidades irradiadas por dichas centrales. Un claro ejemplo de ello es la vereda La Aurora, la cual se quedó sin agua después de la construcción de una de esas PCHs, teniendo que traer el preciado líquido desde otra vereda bien lejos de ella.

Atentamente,

Comunidades afectadas por proyectos hidroeléctricos en Cocorná.

Sebastián Agudelo Naranjo

Email: [email protected]

Leonel Osorno Restrepo

Email: [email protected]

 

 

 

José Miguel Sánchez Giraldo

Educador popular, profesional en ciencias políticas; magister en estudios latinoamericanos; PhD. en educación y mediación pedagógica por la Universidad de La Salle de Costa Rica.

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