La literatura nos ha mostrado como tanto hombres y dioses, se han embriagado de poder y han llevado a la multitud a momentos de desesperanza y sinsabor. No son pocos los apartes de la literatura antigua que narran como, precisamente, en los momentos en que el vino corría caudalosamente por las mesas y gargantas de los comensales, se determinaron las más horrendas acciones que evidenciaban el talante de quienes ostentaban el poder.
No vengo con poses moralistas a atacar a quienes beben, a mí me encanta el vino, la cerveza y una interminable lista de bebidas alcohólicas, pero no devengo del Estado y mi condición de ciudadano libre, con el poder de mi teclado, mis redes y a veces mi voto, me permiten compartir aquí mi opinión.
Lo que se evidenció en los últimos días, donde el protagonista de la historia fue el Congresista Alex Flórez, no fue más que la muestra de como actúan en su mayoría los que se llenan los bolsillos con los impuestos que usted y yo pagamos sin importar por una fracción de segundo las necesidades de una sociedad que clama por derechos; este señor que vine a conocer desde la pantalla de mi móvil cuando evidenciaron su actitud arrogante y machista empujando a otra candidata en una tarima donde estaba dando su discurso el hoy Presidente Gustavo Petro, en Medellín, y que luego se ha hecho famoso en redes por que según una denuncia interpuesta por su compañera fue violento, denuncia de la cual se detracto o nunca existió, al parecer tiene un historial de alcoholismo y violencia que en su momento detalló el diario regional y con linea editorial de derecha, El Colombiano.
En todo caso, pasó de ser un violento y alcohólico desconocido a ser un violento y alcohólico Senador, que grita en medios que a él no lo eligieron para ser ejemplo sino para hacer leyes. Un hombre que le regalaron su credencial, metiéndolo en una lista cerrada por encima de personas que durante muchos años han demostrado su dignidad y compostura, además de un gran trabajo social y democrático. Pero que por componendas y acuerdos se encontró, sin merecer, el cargo de Senador de la República, sin tener el menor conocimiento sobre la dignidad de su investidura, quizá, escampando en la vieja teoría mediocre de “mire como actúan los congresistas de otros partidos”, pues a él y a aquellas personas que argumentan su bajeza desde esa perspectiva, debo decirles que muchas personas luchamos por muchos años precisamente para transformar esa forma de hacer política y lo seguiremos haciendo a pesar de vernos arrinconados por nuestras denuncias.
Poco o nada me importa que Flórez o cualquier otro se embriague, poco o nada me importa que en su tiempo libre se dedique a pensar o a sacarse los mocos, pero que con el dinero de los impuestos estemos patrocinando el TURISMO SEXUAL, me indigna, que paguemos con nuestros impuestos a un grupo de escoltas para que carguen a un tipo borracho y con acciones delincuenciales, me emputa. Todo esto mientras veo cómo en las calles cientos de artistas con un enorme talento se tienen que rebuscar el dinero para llevar de comer a la casa. Esto no tiene presentación alguna.
Muy inteligente el abogado que asesoró a Flórez llevándolo a pronunciarse, donde reconoce su alcoholismo como un problema de salud, con esto logró zafarse de la comisión de Ética del Movimiento Colombia Humana que le dio el aval sin nunca haber militado en dicho movimiento, y que hasta el momento no ha dicho NI MU, y se libró de la misma comisión de ética pero del Congreso. Muy hábil y tramposo, y digo tramposo pues pide al Congreso unas semanas de licencia no remunerada para “curarse del alcoholismo”, cuando esos tratamientos pueden durar años.
Lo que busca, es que pase el tiempo y volver como si nada a su curul, a sus fiestas en Cartagena, a su turismo sexual y a su violencia. Espera que los medios estén ocupados en otros temas y olviden su “episodio bochornoso”.
Flórez no es el único que ha evidenciado que está embriagado de poder, también hemos visto como la Senadora Berenice Bedoya, del Pacto Histórico y representante del Partido ASI, el mismo partido que logró tener curul el período pasado con el ‘manguito’ gracias a los votos de gente decente de izquierda y llegó a ser alcahueta del gobierno uribista de Duque; Bedoya, de forma cínica y sin vergüenza alguna ha manifestado que como puede sobrevivir con ocho millones de pesos. Es esto evidencia de la actitud arrogante de un puñado de personajillos que llegaron para llenar sus bolsillos bajo la sombrilla del cambio, pero que lo que quieren y esperan es tener beneficios personales.
Complejo lo tiene Petro, con un gabinete que pretende desde su soberbia manejar temas técnicos, duro lo tiene Petro cuando las mayorías en el Congreso no pasarán del primer año, pero más difícil cuando cuenta con una bancada que en lugar de ayudar lo único que hace es generar más ruido y poner a la gente en contra de un proyecto, por el que llevamos muchos luchando y vemos desde la barricada como otros que nunca estuvieron se bañan en el vino y se embriagan de poder.
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