El tamaño sí importa

El libro Alberto Lleras y su máquina de escribir está agotado en casi todas las librerías del país. Intuyo que la Escuela de Gobierno y Ediciones Uniandes, responsables de su publicación, ya están preparando una segunda y hasta una tercera edición del que seguramente fue uno de sus superventas entre julio y agosto.

En las calendas de agosto, cuando sus inventarios estaban cerca de extinguirse, lo tuve entre mis manos; lo sentí, lo hojeé, pero no nos entendimos, y la razón no fue el prólogo del profesor Caballero Argáez -poco más que un glosa sosa y descafeinada del prólogo con que García Márquez honró las Memorias del expresidente Lleras Camargo hace 24 años-, ni su eminentísimo precio de venta, ni el hecho de que es otro de esos libros cuya propuesta de valor es la desnuda reproducción del pasado. No. Fue su tamaño el que me hizo desistir de su compra.

Algunos podrán decir que sus 21,5 centímetros de largo y sus 29,7 centímetros de alto son proporcionales a la importancia del expresidente; otros, sin desconocer las cimas estilísticas e históricas alcanzadas por la sobria prosa de Lleras Camargo, considerarán aquel tamaño como engorroso. Para estos últimos, entre quienes me incluyo y que juzgando por las ventas somos pocos, la incomodidad volumétrica del libro es el principal obstáculo para que Alberto Lleras y su máquina de escribir se convierta en ese confidente cuya luz serena siempre alumbrará el hoy y cuya voz diáfana está llamada a ilustrar la conciencia misma, cualesquiera sean las circunstancias.

Quizá este no fue el propósito con que fue diseñado Alberto Lleras y su máquina de escribir. Quizá el gran tamaño no tiene ningún propósito artístico distinto a garantizar la máxima fidelidad en la reproducción de los facsímiles que la Universidad de los Andes adquirió -y que bien podrían considerarse como parte del patrimonio cultural de los colombianos, lo que habla mal del raquítico y burocrático ministerio de Cultura, no de la Universidad-. Quizá el libro fue concebido como un producto de mandatoria posesión para todo político, académico o académico con ínfulas politiqueras que quiera hacer suyas las palabras del expresidente Lleras Camargo para convencer a incautos e ingenuos que el suyo será el gobierno de las luces, la sofocracia tropical, la síntesis histórica del Frente Nacional, el uribismo y el santismo. Quizá el libro fue pensado como un objeto pensado para lustrar voluminosamente las bibliotecas de sus compradores.

O quizá solo fue un libro hecho con las mejores intenciones pero con un tamaño que algunos no supimos apreciar o manejar, porque esperábamos algo más cercano, más cálido, o porque esperábamos un prólogo, unas glosas y un diseño correspondientes a la fina y luminosa estética de Lleras Camargo.

El hecho es que Alberto Lleras y su máquina de escribir está agotado y muchos, entre quienes me incluyo, esperamos una nueva edición. Nueva en muchos sentidos.

P.D. Dicen que en una librería en Medellín queda un libro en stock.

Daniel Poveda

Economista. Consultor de la Fundación Saldarriaga Concha. Exvicepresidente del Capítulo de Economía de la Asociación de Egresados de la Universidad de los Andes.

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