“El gobierno de Petro está acabando con la democracia, la institucionalidad y el orden republicano de Colombia. El gobierno Petro será recordado en los libros de la historia como el peor de la historia de Colombia.”
Sin lugar a duda alguna, Colombia ha tenido, durante toda su historia republicana, malos, pésimos y desastrosos gobiernos. Gobiernos en los cuales se han producido los peores escándalos de corrupción, donde se han iniciado guerras civiles, donde gobiernos han estado en el poder y llegado a él por medio de dineros del narcotráfico y gobiernos donde han sido manipulados por los criminales.
Digamos que es el pan de cada día del poder político en Colombia. Sin embargo, el gobierno del presidente Gustavo Petro ha cruzado todos los límites del descaro y ha superado con creces a todos los gobiernos anteriores.
El gobierno Petro tiene un agravante y es que, en campaña, le vendió a la mayoría de colombianos que, en el caso de ser elegido, seria el gobierno del cambio, es decir, si otros gobiernos robaban el de él no lo haría; si anteriores gobiernos utilizaban el poder para perseguir el de él ni siquiera lo pensaría; si muchos presidentes recibían apoyo económico a sus campañas por parte de ilegales él no lo haría y, lo que es más grave, si otros gobiernos gobernaban comprando conciencias y empeñando la institucionalidad el de él sería un gobierno de nuevas personas.
Gustavo Petro, que es un hábil animal político, vendió una idea de cambio a los colombianos que resultó en el peor gobierno de la historia de Colombia. Durante toda la vida republicana del país, donde se han vivido procesos traumáticos para la población y la institucionalidad, el gobierno de Petro tiene el borde del colapso a toda la nación, incluso el gobierno Petro le ha hecho más daño a Colombia que todos los grupos armados ilegales.
No hace falta repetir los problemas que tiene hoy agobiada a Colombia, creo que con suficiencia, las he planteado en anteriores columnas de opinión y, lo que es más importante, 6 de cada 10 colombianos opinan que el gobierno Petro es un desastre y viven diariamente los embates de políticas públicas totalmente erradas y llenas de la ideología del odio.
Lo importante ya no es decir solamente que el gobierno Petro ha hecho las cosas mal que, evidentemente, las ha hecho fatal, sino adelantarnos en el tiempo – si se puede – y defender nuestra democracia, las instituciones y el orden republicano que está seriamente amenazado por la artillería ideológica del gobierno actual.
Decir que el gobierno Petro es el peor de la historia de Colombia no es una calificación propia, es una realidad irrebatible, palpable y, desafortunadamente, insufrible pero que lo aguantan los colombianos porque somos demócratas y esperamos los tiempos adecuados para hacer el cambio de gobierno.
Colombia no tiene la tradición de que los gobiernos que no nos gustan los saquemos a patadas a través de las armas, es algo que no toleramos bajo ninguna circunstancia, Colombia, como una democracia ejemplar quiere que los malos gobiernos NO se reelijan en cuerpo propio o ajeno. El castigo más contundente contra los malos gobiernos es sacarlos a patadas con un huracán de votos.
Algunos dirán que la campaña presidencial y parlamentaria inició muy temprano, esto lo dicen quienes trabajan con el gobierno y quieren minimizar la realidad horrenda que atraviesa la Patria. Yo no creo eso, al contrario, creo que la campaña debe comenzar ahora, quizá no electoral pero si de diálogo y de estrategia para derrotar al petrismo en 2026.
El próximo presidente de Colombia NO llegará solo, es decir, con su propio partido y su propia plataforma ideológica y electoral. Necesitará, para ganar y gobernar, hablar con todos los sectores para crear una ruta que saque a Colombia de la crisis que nos va a dejar el peor gobierno de la historia de Colombia.
Adenda: El juicio contra el presidente Álvaro Uribe Vélez tiene una serie de cosas que no se adecuan al buen desarrollo de la administración de justicia, esto es, la Fiscalía que es la que acusa hace trampa y la Juez quien es la persona que debe ser totalmente IMPARCIAL hace todo lo contrario. A Uribe lo están juzgando en los estrados judiciales pero con tácticas políticas rastreras. En Colombia se está creando un pésimo y desafortunado precedente: el de judicializar la política y politizar la justicia.
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