Un día de enero, el mundo se despertó con una nueva canción de Shakira titulada “Pa’ tipos como tú” que produjo junto a Bizarrap y que nuevamente expresa una crítica a su expareja, Gerard Piqué, solo que esta vez resuena una apología de lo que fue su anterior relación, con el romance que él sostiene actualmente con Clara Chía. Debe recordarse que Bizarrap ha destacado por crear producciones musicales con otros artistas, a quienes les ha permitido expresar libremente sus opiniones a través de sus letras; como es el caso de Residente, quien hace un año aproximadamente lanzó una canción donde se alcanza a percibir su enemistad con el cantante de reggaetón, J Balvin.
Así que se juntó el hambre con la gana de comer, y ayer se lanzó una canción de despecho que ha sido precedida por temas como: “Te felicito” y “Monotonía”, las cuales se dieron a conocer luego de la evidente infidelidad de Piqué. Y no es la primera vez que ella produce música producto del despecho, pues cuando terminó su relación con Antonio de la Rúa, dio a conocer canciones como: “Lo que más” y “No”.
Pareciera entonces que cada diez años tenemos el placer de escuchar canciones escritas desde el fondo de su corazón; demostrando que la música es para ella una forma de hacer catarsis y una forma de sanar a su corazón roto. Porque de tanto que tropieza, ya sabe como caer.
Sin embargo, la canción ha generado algunas críticas como que Shakira ha caído en la monotonía de producir tonadas que solo hablan de tusas y desamores e indirectas muy directas a su expareja. Pero es importante recordar que los medios de comunicación españoles han focalizado la atención en esta pareja, a tal punto que no existe para ellos una vida privada fuera de los constantes escándalos en los que están inmersos. Y no se puede vivir con tanto veneno.
Lo único que esto ha generado es un plus para la carrera artística de Shakira, cosa contraria a lo que ocurre con Piqué, quien se le ve cada vez más en picada. Ya no queda rastro del galán del FC Barcelona que se colaba en los conciertos de la cantante, y quien hace unos meses dejó las canchas para dedicarse a administrar sus negocios.
Sin ánimos de juzgar a la actual pareja de Piqué, porque no es mi estilo y nunca lo ha sido, considero que el proceso de empoderamiento que está viviendo Shakira es similar al que vivió Karol G, Taylor Swift, Selena Gómez, Adele y muchas otras cantantes a quienes el desamor las convirtió en diosas: mujeres talentosas, empresarias, algunas con retoños a su cargo, que en medio de todo lograron seguir adelante.
Me surge entonces una duda: ¿si esta canción la hubiera cantado un hombre, considerarían también que se trata de un disco rayado de alguien que no ha superado a su expareja? Por ejemplo, si Vicente Fernández hubiese sacado en vida otra canción de despecho, dudo que el tema hubiera tenido el mismo nivel de reprobación como algunos expresaron hacia ella. Hay que ser cautelosos antes de caer en la misoginia, cuando el único argumento para desacreditar la canción es “está entusada, no tiene otro tema para hablar”. Es por eso que la música es un arte destinada a expresar sentimientos, pensamientos, creencias, y no solo para hablar de temas superfluos como el sonsonete que el reggaetón nos tiene acostumbrados.
De pronto este es el tipo de polémica que Shakira quería generar a costa de una nueva canción, o de pronto solo quería desahogarse. No lo sabemos. Al final de cuentas, sigue facturando por cada vez que escuchemos la canción. Y como se me está acabando el argumento y la metodología, no me queda más que enviarle las mejores vibras para que pueda sobrellevar con sabiduría esta situación.
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