El establo de augías

“El rey Augías de Elide poseía la mayor cantidad de ganado que se conocía en el mundo antiguo. Pero Augías tenía un pequeño problema de limpieza; nadie podía recordar cuál fue la última vez que se habían aseado los establos, y la pila de estiércol era tan alta que resultaba casi imposible que un hombre los atravesara sin asfixiarse, y el hedor era tan fuerte que se extendía por todo el Peloponeso.

El sexto trabajo de Heracles consistía en limpiar los establos de Augías en un solo día. Fue con el rey, le informó de lo que tenía que hacer y se topó con una resonante carcajada. Augías, riéndose hasta que le brotaban lágrimas de los ojos, le autorizó a tomar las medidas necesarias para realizar su labor. Heracles subió a lo más alto de una colina cercana y advirtió que no muy lejos de allí pasaban dos ríos, el Alfeo y el Peneo. Descendió al corral donde se hallaban los establos e hizo dos grandes brechas en la tapia. A continuación se acercó a las orillas de los dos ríos y cavó enormes canales que discurrían desde las orillas inundadas hasta el establo. Al desviar estos ríos, Heracles limpió los establos en cuestión de minutos.” (Morgan J. Roberts; Dioses Clásicos de la Mitología; Capítulo XIII; Los Doce Trabajos de Heracles; Ed. Libsa; Madrid; 1.995; Pag. 92)

Heracles o Hércules era hijo de Alcmene y Zeus que la engañó habiendo tomando la forma de su esposo Anfitrión y disponiendo que el “sol no cruzara el cielo durante tres días, y, además, había convencido a la luna para que aquella noche tardara tres días en recorrer el cielo. De este modo, se aseguraba de que tendría tiempo para hacer el amor con Alcmene tantas veces como quisiera.” Ob cit. Pag 77

Hera, la esposa de Zeus, enterándose de esta infidelidad, enloqueció a Hércules, lo que tuvo como consecuencia que éste matara a su esposa Megara. Para pagar este crimen, Hércules fue al oráculo de Delfos en donde Apolo le ordenó que trabajara durante doce años para el rey Euristeo. Este rey le ordenó a Hércules doce trabajos. La limpieza de los establos de Augías era uno de ellos.

La administración de Medellín durante estos tres años que lleva, se parece a los establos de Augías. La toma hostil de la ciudad poniendo en jaque a EPM, especialmente con Hidroituango; los escándalos de los contratos; la basura que tiene convertida a Medellín en un botadero a cielo abierto; el ataque violento, rastrero, al proceso democrático de la Revocatoria; el “amiguismo” que ha comprado al Concejo de la ciudad para mantener una coalición mayoritaria, al punto de que el único partido declarado en oposición es el Centro Democrático; la tentativa de vender a UNE para dedicar sus recursos a la reelección de sus secuaces el último año de mandato; son apenas algunos de los hechos que han convertido a la ciudad en un establo peor que el de Augías.

El próximo alcalde de la ciudad tendrá que tener la fuerza de Heracles para enderezar el camino. Insto a todas las fuerzas vivas de la ciudad: sindicatos, trabajadores, amas de casa, estudiantes, empresarios, comerciantes, profesores, emprendedores, empleados, profesionales, jóvenes, hombres y mujeres de la ciudad, a unirnos, a demostrar que Antioquia es superior a sus circunstancias, y, a establecer entre todos, un camino de encuestas para llegar con un candidato único del gusto de toda la ciudad para limpiar este establo en que ha dejado sumida a la ciudad la administración Quintero Calle.


 

Julio González Villa

Doctor en Derecho U. Externado de Colombia; Abogado UPB; Magíster Administración de EAFIT; Especialista Derecho Ambiental U. Externado y Derecho Administrativo y Comercial.

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