El empresario Jenaro Pérez, un héroe discreto

Jenaro Pérez Gutiérrez, nació en Entrerríos, un municipio de la subregión Norte de Antioquia, conocido como la Suiza Colombiana por su riqueza en lácteos, aguas cristalinas y sus paisajes de acuarela con montañas suaves y verdes enmarcadas por coloridos amaneceres y atardeceres.

Fue becado en el Colegio de Marinilla, donde cursó el bachillerato. Médico veterinario y zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia en la que logró una beca para estudiar un curso sobre ovejas y posteriormente una Maestría en nutrición animal en la universidad North Wales, Bangor de Gran Bretaña.

A su regreso al país, trabajó 8 años con el Estado, en forma de pago por la beca que le fue otorgada, entre los cuales se desempeñó como Secretario de Agricultura de quien para entonces era el Gobernador de Antioquia, Diego Calle Restrepo.

En 1973, Tulio Ospina Pérez, empresario y político colombiano, le ofreció trabajo en Colanta, una cooperativa creada en 1964 por un grupo de 65 campesinos de Don Matías, Municipio que limita con Entrerríos, que se asociaron con la finalidad de organizar y permitir una mejor comercialización de la leche que producían, con precios justos. Para ese entonces la cooperativa tenía tan solo un almacén de insumos agropecuarios cerca de la antigua plaza de mercado de Medellín y una situación económica bastante complicada.

Don Jenaro, en una de sus primeras iniciativas dentro de Colanta, obtuvo un préstamo con el entonces Banco Ganadero por 20 millones de pesos con el fin de comprar equipos de pulverización. La diversificación en tecnología y la innovación, que ha marcado la historia de Colanta, se convirtieron entonces en el mejor aliado de lo que hoy es la cooperativa y lo que significa para sus empleados y asociados.

En una de sus entrevistas, dijo don Jenaro con orgullo: “6.000 trabajadores y alrededor de 14.000 campesinos son los dueños de Colanta.” Un mensaje que permite comprender el porqué de su éxito empresarial: Siempre priorizó el compromiso de Colanta con la responsabilidad social.

Hoy, como lo afirmó su gerente general, Sergio González Villa, en abril pasado, Colanta es “la cooperativa agroindustrial más importante del país. Esta produce y vende el 26 por ciento de la leche formal que se consume en Colombia.”[1] Su modelo de economía solidaria permite que los 255.360 empleados directos e indirectos, sean además asociados a la cooperativa de la que son dueños y propende por 4 objetivos: “dignificar el sector rural, haciendo que la compra y venta de la leche de sus productores sea justa; lograr que los agricultores no abandonen el campo; generar empleo campesino e implementar tecnología y procesos productivos especializados, para que los productos sean de alta calidad e inocuos para el consumo humano.”[2]

Una mirada a la transformación que de Colanta realizó don Jenaro, da cuenta de un empresario trabajador, sencillo, innovador y visionario, con profundo sentido social. Como buen comerciante antioqueño siempre procuró y cuidó la rentabilidad de la cooperativa, garante a su vez del éxito de la misma y de las políticas solidarias. Los productos de Colanta, hacen parte de la vida de la mayoría de colombianos; niños, jóvenes y adultos disfrutamos su diversificado y alimenticio portafolio.

Duele su partida; un héroe discreto, de esos que tanto necesita Colombia, cuyo legado de vida y las enseñanzas que transmitió con su liderazgo en Colanta, por más de 43 años, podemos honrar defendiendo la economía fraterna, intrínsecamente ligada al bienestar y la calidad de vida de los empleados y promoviendo el consumo de los productos lácteos y cárnicos de nuestro campo. Don Jenaro no es ejemplo para Antioquia, es ejemplo para Colombia, de una manera de hacer empresa que con la rentabilidad y la creatividad como aliados, prioriza la generación de progreso y calidad de vida en miles de familias. QEPD

[1] Colanta, la universidad de la leche – Revista Semana, 26 de abril de 2020.

[2]  Colanta, la universidad de la leche – Revista Semana, 26 de abril de 2020.

 

Julia Correa

Julia Correa, es una joven medellinense de 32 años de edad.

Despertó su vocación de servicio por los demás a temprana edad, gracias a la educación que le brindaron sus padres, a su institución educativa el Colegio Compañía de María La Enseñanza de Medellín y a sus recorridos de ciudad, donde pudo conocer algunas de las problemáticas y necesidades de las personas.

Julia es abogada de la Universidad Eafit y especialista en Derecho de los Negocios de la Universidad Externado de Colombia.

Con experiencia de 8 años en el sector privado en firmas jurídicas y los últimos 5 años en una importante empresa dedicada al desarrollo de proyectos inmobiliarios.

Una mirada nueva, fresca, joven que desea llegar al Concejo de Medellín para aportarle y apostarle a la ciudad.

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