El Castillo de Neuschwanstein, un espacio de City Marketing

Buenos días, saludo a los lectores del portal Al Poniente desde el Castillo de Neuschwanstein, que significa “El nuevo cisne de piedra”, localizado cerca del municipio de Schwangau y de la ciudad de Füssen en Algovia, en Alemania, a dos horas de Munich. Este castillo está enclavado en los Alpes Bávaros, en el denominado desfiladero de Pöllat, y fue construido por el Rey Luis II de Baviera, apodado el “Rey Loco” por su estilo excéntrico y solitario.

Cuando uno se pone el sombrero de turista se apunta a programas que en su ciudad de residencia tal vez no haga, y está dispuesto a hacer largas filas sin desesperarse por el tiempo que estas le tomen. Esta actitud del turista debe ser tomada en cuenta por los dirigentes de turismo.

Al llegar a un pequeño poblado que precede el acceso al castillo, llamado Hohenschwangau, y caminar por la calle única del lugar que conforma un largo cordón de tiendas y restaurantes, no es difícil antojarse de uno de los dos postres más populares de la región de Baviera: el postre de los ricos, o el postre de los pobres.

El primero, un postre de origen austríaco y común en las clases nobles, es el Kaiserschmarrn, un manjar elaborado por crepes de masa caramelizada bañados en mermelada de frutos rojos, con trozos de manzana, pedazos de almendra y uvas pasas. Cuenta la tradición que la receta original fue inventada por el cocinero real del Káiser Franz Joseph I como un postre bajo en calorías por lo cual el emperador (Kaiser) dijo, antes de probarlo, que debería ser una “cochinada”, (schmarrn/schmarren). De ahí su nombre: Kaiserschmarrn. (1)

El segundo, un postre plebeyo, el Apfelstrudel (o Estrúdel de manzana), es un rollo de harina horneado, relleno de mermelada de manzana, uvas pasas y con un toque de canela. Relatan los cronistas que este postre es una variación del baklava turco llevado a Viena por los soldados jenízaros del Imperio turco, después de la conquista de Bizancio (2).

Pasar por una región o una nación extranjera sin probar sus delicias culinarias y sin respirar los aromas de sus calles, de sus jardines y de sus bosques, es como habar visto sus imágenes en un documental de la televisión o en una película de cine.

El rey Luis II le dijo en un escrito a su institutriz que quería construir una leyenda sobre su nombre (3): «Un eterno enigma quiero permanecer para mí y para los demás», lo cual logró después de su muerte.

Luis II de Baviera se empeñó en la construcción de un gran castillo, en el cual gastó su la fortuna, (4) aspirando a vivir aislado en un mundo de fantasías de caballeros y de espacios medievales. En el siglo XVIII los castillos amurallados y los baluartes ya no tenían sentido desde la mirada geopolítica siendo sólo atractivo para una mente llena de fantasmas como la del rey.

Coronado rey a los diez y ocho años Luis II siempre se lamentó de haber llegado al trono demasiado rápido, sin experiencia y sin los estudios suficientes para tener la capacidad de gobernar. Y la mayor parte de su existencia vivió en un mundo imaginario que lo llevó a programar su vida para vivir aislado de los demás.

Esta joya arquitectónica es visitada anualmente por cerca de un millón cuatrocientos mil turistas que lo recorren ordenadamente con la disciplina que encarnan los alemanes. Así mismo los cronistas referencian que el castillo es el edificio más fotografiado de Alemania.

Según algunos blogs (4) y las guías impresas diseñadas para ilustración de los turistas que visitan el Castillo de Neuschwanstein, el Rey Luis II se inspiró para diseñar varios de sus espacios más destacados en las obras de Wagner, a quien admiró y apoyó financieramente, pero que tuvo que desterrar de su reino por presión de sus asesores. Las tres principales operas de referencia de Wagner fueron Tannhäuser, Lohengrin y Persifal.

Se dice que había una mutua atracción entre el rey Luis II y el gran Wagner, lo que se puede inferir al leer al compositor (1):

«… Hoy he sido llevado ante él. Por desgracia es tan bello y genial, inspirado y magnífico, que temo que su vida se desvanezca como un fugaz sueño divino en este mundo malvado. De la magia de sus ojos no puede Vd. hacerse ni idea: ¡si pudiera sobrevivir; es un milagro demasiado inaudito!».

El turista se entusiasma no sólo con la belleza de los diferentes espacios del castillo sino con las historias que hay alrededor de ellos. Por ejemplo, cuando el guía le cuenta al turista que “El cuarto de las Damas” es una añoranza del segundo acto de Lohengrin, éste va quedando embrujado poco a poco. Y cuando escucha las múltiples historias de los distintos salones del castillo, el embrujo se potencia cualitativamente.

Después de la muerte del Rey Luis II el castillo tomó su nombre actual como un homenaje al Caballero Cisne de Lohengrin, un personaje de una de esta ópera de Wagner. Su nombre original fue Castillo de Hohenschwangau en recuerdo de un castillo donde el rey pasó parte de su infancia.

Este impactante lugar es un espacio de City Marketing y fue la inspiración de Walt Disney para la construcción del Castillo de la Bella Durmiente (5) para su popular Disneylandia. Cuenta la tradición que el castillo también sirvió de inspiración a Chaikovski para componer su clásica obra “El lago de los cisnes”.

Poniéndome la camiseta de la dirigencia turística que está trabajando desde muchos ángulos para llevar al sector a un sitio privilegiado en la economía colombiana, me senté en las afueras del castillo a calcular en una servilleta los ingresos anuales que genera esta atracción.

En el mundo del turismo no basta con tener espacios de City Marketing. Estos deben ir acompañados de historias, ojalá con componentes mágicas, para cautivar al turista que saca espacios alejados de sus rutinas y retorna a la infancia para que le cuenten historias de princesas y príncipes, de personajes históricos, buenos y malos, de hadas, duendes, dragones y magos.

El mundo alemán del turismo sabe aprovechar obras como el Castillo de Neuschwanstein, con un esquema logístico para enamorar al visitante, logrando recaudar por entradas alrededor de diez y siete millones de euros al año, a razón de doce euros por persona. Esto sin sumar ingresos por transporte hacia y desde el cerro del castillo y los souvenirs que se ofrecen al visitante que, al salir entusiasmado, debe obligatoriamente pasar por la tienda oficial de este  espacio de City marketing.

Suponiendo que tres de cada diez visitantes compran un recordatorio en la tienda del castillo, en un promedio de treinta euros por persona, se recaudarían doce millones seiscientos mil euros. Estos dos conceptos darían un total de veintinueve millones cuatrocientos mil euros al año por entradas y souvenirs. En pesos colombianos esto supera los ochocientos mil millones de pesos.

Si la mitad de los visitantes gastan entre bebidas, snacks y comidas un promedio de cuarenta euros, esto sumaría veintiocho millones de euros al año distribuidos entre los comerciantes locales. En pesos colombianos esta cifra sobrepasa los setecientos ochenta millones de pesos que se quedan en los comercios locales con un gran aporte para la calidad de vida de las familias locales.

Creo que esta cifra no está muy alejada de la realidad, puesto que un millón cuatrocientos mil visitantes gastarían un total de cincuenta y siete millones cuatrocientos mil euros al año, para un promedio de 33.24 euros por persona que es un valor relativamente conservador.

Colombia tiene múltiples espacios de City Marketing que se pueden convertir en generadores de ingresos. Pero estos espacios hay que acompañarlos de historias bien contadas y elaboradas.

Sin que la siguiente sea una lista exhaustiva dejo a consideración de los lectores algunos de esos espacios, que desde mi mirada subjetiva considero pseudo aprovechados: El Salto del Tequendama, en Bogotá; el santuario del Padre Marianito, en Angostura; el Monumento a las Tres Cruces, en Cali; la ciudad de Mompox, en toda su integridad, en el departamento de Bolívar; la Laguna de Guatavita, en el municipio de Sesquilé, en el municipio de Cundinamarca; el Puente de Boyacá, en las cercanías de Tunja; etc.

Ahora que la gente está enloquecida en las redes sociales dándole duro a la construcción del eco-parque El Santísimo en el municipio de Floridablanca, Santander, por parte de la gobernación del departamento, yo me paro en el balcón del City Marketing y observo que esta obra será un gran referente turístico para el municipio y el departamento. La atracción central del parque será un Cristo de 33 metros de altura, un cuerpo de ascensores para llegar a la parte alta y un teleférico de 1.3 kilómetros. Con un costo de cuarenta y cinco mil millones de pesos, se estima que el parque recibirá dos millones de visitantes al año, que le aportarán a la cadena productiva 1.8 billones de pesos, (6).

Tal vez las críticas sean más emocionales que racionales, y de pronto a los gobernantes les haya faltado un ejercicio pedagógico hacia la comunidad mostrando los beneficios económicos para la gente.

 

 

[author] [author_image timthumb=’on’]https://scontent-b-mia.xx.fbcdn.net/hphotos-ash3/t1.0-9/1512389_1429197034004824_2448223768463337392_n.jpg[/author_image] [author_info]Diego Germán Arango Muñoz Ingeniero Administrador de la Universidad Nacional de Colombia Psicólogo, de la Universidad de Antioquia Administrador Turístico, del Colegio Mayor de Antioquia. Especialista en Mercadeo, de le Universidad Eafit. Especialista en Investigación Social, de la Universidad de Antioquia. Profesor de la Universidad nacional de Colombia desde 1977. Profesor invitado a 35 universidades hispanoparlantes. Consultor en Marketing para más de 350 compañías. Director de más de 3,500 investigaciones empresariales en el campo del Marketing. Leer sus columnas.[/author_info] [/author]

 

 

 

Bibliografía:

(1). http://chicsouffle.blogspot.com/2013/06/los-postres-de-viena.html

(2). http://guiadeviena.com/recetas/apfelstrudel/?p=40&l=3&id=

(3). http://www.neuschwanstein.de/spanisch/luis/biograf.htm

(4). http://www.homo-architectus.com/2013/08/castillo-neuschwanstein-baviera-alemania.html

(5). http://www.3viajes.com/el-castillo-de-neuschwanstein-el-magico-castillo-de-la-bavaria/

(6). http://www.semana.com/nacion/articulo/la-polemica-del-enorme-cristo-de-santander/398508-3

 

 

Notas Al Poniente

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