“Yo he considerado que la vía a El Aro es una “acción con daño”, porque sigo sin entender cómo un compromiso de esa magnitud se les hace a unas comunidades que cargan con la revictimización de una masacre y no se les cumple”.
Hace poco tuve la oportunidad de visitar el Corregimiento El Aro de Ituango, por primera vez llegué hasta allí para conocer esta región que está cargada de historias por cuenta de una masacre.
Precisamente, este año se conmemoran 25 años de un suceso que marcó la historia de nuestro territorio y que sigue teniendo secuelas irreparables. Tan complejo es, que la misma comunidad pide que no sean más reconocidos por la masacre sino por la reparación integral que hace tiempo debió ser.
Ni los fallos contra el Estado, ni las voluntades políticas que en su momento han prometido mayor presencia en este Corregimiento, se han cumplido. De manera increíble, los incumplimientos están en la primera línea de necesidades de las personas de El Aro.
En el marco de una Audiencia Pública por la Vida que se llevó a cabo el pasado 6 de noviembre de 2022 en la Iglesia de El Aro, coordinada por organizaciones de la sociedad civil y la Cámara de Representantes, con presencia de instituciones municipales, departamentales y nacionales; se conversaron entre muchas cosas, sobre la reparación a las víctimas del conflicto y el olvido estatal que se ha tenido durante años.
La vocería de este encuentro la tuvieron la lideresa Nubia Ciro y el Representante a la Cámara Jhon Jairo González quienes invitaron a las comunidades a que expresaran todo aquello que por años no se les ha cumplido. Si sonrojar y con toda la actitud, líderes y lideresas del Corregimiento expresan su cansancio para participar en reuniones donde siempre les dicen lo mismo y nunca se cumplen los compromisos.
De los temas que más se mencionó fue la vía que se prometió hace muchos años por parte de EPM, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Ituango, asunto que están en un vilo sin respuesta clara. Obra que cuenta con recursos asignados pero que no se ejecuta por cambios de diseños debido a las fallas geológicas y con licencia ambiental aprobada. Aún no hay claridades frente al inicio de la vía y si realmente se construirá.
Esta vía conectará con el tramo construido por el Proyecto Hidroeléctrico Ituango entre el sitio de presa y el Corregimiento de Puerto Valdivia. Una conexión vial que permitirá a estas comunidades, mayores dinamismos económicos y sociales, que también podría potenciar el resurgimiento de El Aro como despensa agrícola de la zona.
Yo he considerado que la vía a El Aro es una “acción con daño”, porque sigo sin entender cómo un compromiso de esa magnitud se les hace a unas comunidades que cargan con la revictimización de una masacre y no se les cumple. Podría entender las explicaciones frente a las dificultades administrativas, técnicas y hasta políticas; pero las personas de este territorio no están esperando más respuestas en palabras, están esperando acciones concretas.
En este encuentro, también se conversaron temas de salud y de reparación integral a víctimas. Como particularidad, el Concejal Oscar Palacio y la Secretaria del Concejo sufrieron un accidente en moto mientras nos dirigíamos al sitio para iniciar el recorrido en mula. Ellos decidieron continuar la agenda y de manera sorprendente, en el Corregimiento no se cuenta con un botiquín de primeros auxilios. Es tal el abandono estatal que no se tiene cómo atender una situación que requiera atención primaria.
Es que en el Corregimiento se cuenta con centro de salud y hasta con dotaciones, pero sin personal, sin materiales necesarios, ni las brigadas de salud han hecho presencia en el lugar. ¿Cómo sentirse ante esto? como ituanguino, sentí desesperanza.
En medio de las dificultades, valoro inmensamente la presencia de Jhon Jairo González Representante a la Cámara por la Curul de Paz con su invitado el también Representante a la Cámara Alejandro Toro, la Presidenta del Concejo de Ituango Maria Alejandra Úsuga, la Asociación de Mujeres Ideales de Ituango y la lideresa Nubia Ciro con su equipo de trabajo. Especial agradecimiento a la comunidad porque fueron quienes expusieron el contexto de la situación a las autoridades presentes y también nos atendieron con toda la amabilidad.
No puedo dejar pasar la mención al Festival de Cine de Ituango que también se hizo presente para amenizar la noche de niños, niñas, comunidad e invitados que estábamos ahí, con la película “A lomo y herradura” y su director Mario Viana. Este trabajo audiovisual muestra ese contraste de la vida campesina en El Aro y los avances en la obra de Hidroituango.
Los retos en los territorios rurales son inmensos y se espera mucho del Gobierno Nacional para actuar con prontitud ante los requerimientos de las comunidades. Yo espero que El Aro pueda pasar la página del horror y cerrar la herida, contemplar las reparaciones colectivas e individuales y la no repetición.
El círculo vicioso del incumplimiento debe cerrarse.
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