“La avalancha de desinformación que se percibe en las social media hace del periodismo en pleno siglo XXI una carrera que se entrelaza directamente con la lucha y es sinónimo de batalla…”
Una profesión en la cual el descanso es poco y el trabajo es arduo, merece ser reconocida como una de las mejores. Las cargas de un comunicador-periodista en cualquier sector, ya sea público o privado, es exacerbada debido a que muestran lo multifuncional y lo útil que es. Suena casi como un tabú decir que todas las organizaciones deben tener una oficina de comunicaciones porque es algo que las empresas creen que no es necesario. Está en el conocimiento de la opinión pública que el periodismo es uno de los oficios peor pagados en Colombia.
El rol de un periodista no debe demeritarse jamás, pues ellos sacrifican su tiempo en busca de mantener informada a la sociedad. La avalancha de desinformación que se percibe en las social media hace del periodismo en pleno siglo XXI una carrera que se entrelaza directamente con la lucha y es sinónimo de batalla. No se puede dejar pasar por alto la actualidad de este oficio en el país, debido a que los medios cada vez son más criticados por el pueblo.
Algo que llama la atención del periodismo en Colombia es que los profesionales en esto no gozan del beneficio de tener tarjeta profesional, debido a que la Ley 51 de 1975 fue declarada inexequible en el año 1998. Dicha Ley era conocida como ‘los estatutos del periodista’. Esto le quitó las garantías de un sueldo digno a los trabajadores de este arte y los dejó con un sinfín de inseguridades en lo que concierne a lo personal.
La esperanza para el periodismo renació en el año 2018, cuando el entonces senador Nerthink Aguilar por medio del Proyecto de Ley 234 de 2018 (Senado) propuso darle dignidad a la profesión y a sus ejecutores. Precisamente el artículo tercero de ese Proyecto de Ley habla sobre la anhelada tarjeta profesional que se ve más como una necesidad, que cómo un lujo. Esto ha generado muchas controversias, algunos opinan que la llegada de dicha tarjeta creará una especie elitismo para el periodismo, pero yo lo veo en otro sentido. Esto le abriría las puertas de gran manera a quien viva de esto.
Es menester que el periodismo sea libre y sin tapujos, que no sea manipulado por ninguna entidad que goce de poder en todo el sentido de la palabra. El artículo 20 de la Constitución Política colombiana es claro en ese sentido y además menciona que ningún trabajo periodístico debe ser censurado. El periodista viene siendo la primera cara de la sociedad ante las noticias de más alto impacto.
El artículo 73 de la Constitución habla sobre la protección que merecen los periodistas y de su independencia profesional. Sin embargo, es muy difícil encontrar a un periodista que no sienta temor o pánico a la hora de divulgar noticias de interés Nacional y más cuando se habla de política. Muchos son tachados de amarillistas, corruptos y de cualquier adjetivo que haga alusión a un peligro para la sociedad. Esta es una profesión que merece respeto desde el ámbito que se quiera ver. Todos son iguales, desde el periodista deportivo hasta el político.
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