Quintero a lo Pinocho se hizo elegir prometiendo bajar las tarifas de servicios públicos, y mentira tras mentira fue fraguando lo que ha sido el peor gobierno de un alcalde en la historia de Medellín.
Daniel Quintero en el 2020 buscó cambiar el objeto social de EPM, queriendo a su vez, quitar facultades de control político al concejo; no contento con ello, logró fastidiar a toda la junta directiva de EPM y consiguió que renunciara en pleno, así pudo nombrar junta directiva a su gusto. Terminó por declarar insubsistente al gerente de ese momento, Álvaro Rendón, por no copiarle en lo que quería, esto lo advertí en otro artículo, El funeral planeado de EPM.
Quintero Calle, se dedicó a montar un relato de corrupción alrededor del empresariado Antioqueño, solo para apropiarse de las voluntades ciudadanas y justificar su poca capacidad de gobernabilidad. Con todo este caos, ha logrado polarizar la ciudad y generar altos niveles de DESCONFIANZA, la misma por la que el Concejo de Medellín no le aprobó la venta de UNE, y sin contar que Quintero le presentó a ese mismo Concejo de manera extemporáneamente el presupuesto 2023, al parecer para evitar la discusión y así aprobarlo por decreto, toda una jugada premeditada. Tanto es el caos que ha generado el alcalde Quintero, que hasta ha tenido que enfrentarse a un proceso de revocatoria.
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Quintero se ha dedicado a estigmatizar y amenazar a concejales que no le aprueban lo que quiere, calumnia a sus opositores logrando un gran repudio por toda la ciudad, no hay evento público donde asista él o sus compinches que no sean abucheados. Además, se demostró que convirtió la alcaldía en una empresa familiar, donde contrató a dedo y se repartió las secretarías cual botín de pirata, y eso sin contar que su exsecretaria de educación está imputada por presuntas irregularidades en la contratación de Buen Comienzo. Y de ñapa, en las últimas semanas se viene hablando de cómo su patrimonio se triplicó en menos de cuatro años ¡Esto parece una historia de terror!
La desnutrición infantil en la ciudad aumentó, teniendo un mayor presupuesto que años anteriores, ¿cómo la ven?, además posa de dueño de la moral como independiente y tiene de mejores amigos a politiqueros, el senador que hace show circense cuando se emborracha y el ex concejal, que ahora se dedica a la politiquería de sancochos en toda la ciudad.
El Concejo de Medellín le ha aprobado en vigencias futuras más de 1.8 billones de pesos, y sigue pidiendo más plata. Lo paradójico es que los techos de los colegios se caen, los parques deteriorados del que fue víctima un niño que lamentablemente murió, y ni hablar de la infraestructura vial que cada día está peor. Es insólito cómo comprometió plata de futuras alcaldías y que ni así se vea la inversión.
Las vigencias futuras son una herramienta financiera importante que se deben utilizar para desarrollar proyectos de largo plazo. Es inaceptable que se comprometan recursos para el cumplimiento de programas o proyectos del plan de desarrollo que deben ser financiados con el presupuesto de las vigencias ordinarias.
A partir de la reforma fiscal del 2020, la Contraloría General de la República (CGR) no solo tiene la potestad de ejercer control posterior y selectivo de forma “excepcional” si no también de hacerlo en tiempo real y de manera preventiva, llamado “control concomitante”, lo que permite a la CGR vigilar los recursos de todos los entes territoriales sin coadministrar y evitar detrimentos. Esta es la herramienta que se debe aplicar en Medellín, porque a raíz de la evidente desconfianza ya mencionada, es lo único que queda para cuidar los recursos públicos en la gestión de este señor. Ya Daniel Quintero ha demostrado no tener escrúpulos, en elecciones presidenciales fue suspendido por participar directamente en política, ahora no me quiero imaginar lo que es capaz de hacer este año electoral con tal de no salir del poder. Se habla entre la opinión pública que desea de tener entre 5 y 6 candidatos camuflados a la alcaldía, entre ellos está el primo de su esposa.
El llamado fuerte y contundente, es al Contralor General de la República, Carlos Hernán Rodríguez, para que aplique la ley a través del “control concomitante” y ponga la lupa de manera preventiva en todas las acciones de este distrito, motivos sobran. Que se proteja el erario, porque al parecer a este Pinocho no sólo le crece la nariz, sino que también presuntamente le están creciendo los bolsillos.
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