El Estado de Derecho expresa, en la práctica, la idea del limite al poder; las normas y las instituciones que las protegen tiene la idea de ponerle limites al poder en favor de los individuos razón por la que el derecho es también contramayoritario, es decir, sin importar si el poder que se ejerce se hace en virtud de las mayorías o con su aval, este esta limitado por el derecho. Este principio tan simple es lo que permite, al menos idealmente, garantizar la existencia pacifica de los individuos y el ejercicio de sus derechos.
Ante la pregunta, tantas veces hecha, sobre mi motivación para interponerme con una demanda entre la clase política antioqueña y su intención de crear comunitariamente un fondo para construir vías nacionales debo responder que me motiva la necesidad de defender mi libertad individual como Antioqueño y la buena fe de muchos aportantes.
Defiendo mi libertad individual a ejercer otra forma de Antioqueñidad, he dicho que es una acción que políticamente busca romper unanimidad autoritaria de quienes ganaron las elecciones el año pasado y quieren hacer de su mayoría circunstancial la definición absoluta de una región completa. Llamar la atención sobre la existencia de un antioqueño, orgulloso de sus raíces, pero ideológicamente distinto.
Trato de poner el derecho como un limite ante la arbitrariedad de las mayorías, defiendo mi libertad a no pensar como quienes tiene una mayoría circunstancial avalada en las urnas. Porque el derecho es contramayoritario y el Estado de Derecho, el que garantiza la libertad, se opone por concepto al Estado comunitario y de opinión que rige las acciones de quien hoy gobierna Antioquia.
El uribismo ha gobernado desde una tesis “comunitarista” – el plan de desarrollo de Uribe llevaba ese nombre “hacia un Estado Comunitario” – que filosóficamente significa que los intereses superiores de la comunidad, anotaría una comunidad, son superiores a las libertades de los individuos que se garantizan, como pensamos los liberales, imponiendo limites al poder incluso de la comunidad mayoritaria.
La Vaca del uribismo para Antioquia, es una estafeta para pelear con el gobierno nocional y presionarlo para que pague los sobrecostos de un contrato, que tiene por germen la idea de que la comunidad es superior al Estado y puede garantizar sola sus necesidades.
Esa ideología ha servido en Colombia para reemplazar el Estado y sus limites en favor de valores superiores, el comunitarismo detrás de la “vaca” es el mismo de la idea del frente de seguridad comunitario que deriva en convivir y ya conocemos el resto de la historia.
Con la excusa de que la comunidad superior puede sola y no debe respetar ningún límite, se crean paralelismos al Estado que terminan por garantizar otros intereses, distintos a los superiores de la comunidad. Así como hoy sabemos que el paramilitarismo no fue un grupo de campesinos defendiéndose con una escopeta de la amenaza insurgente, sabremos que la tal vaca no era un simple combite.
Mi admiración por confrontar de manera tan clara y contundente al «establecimiento paisa». Desnudas una gran verdad implícita en la «vaca», esa intencionalidad permanente de reemplazar el estado. No sé hasta que punto pueda tener éxito la demanda, pero para mí, ya es bastante. Desnudaste igualmente, su vulnerabilidad, nerviosismo y agresividad.