El desalojo
¡Ring, Ring!… ¡Ring, Ring! Salí de la ducha, tomé el celular, pero ya habían colgado. Era número privado. La ansiedad me invadió más que de costumbre. Llevaba meses esperando esa llamada, pensé que acabaría mi suplicio. Ya ha pasado un año desde que desobedecí a mi capitán, no fui capaz de tirar esa familia a la calle en plena pandemia. Desde entonces, envío hojas de vida, pensé que esta era la vencida… ¡Ring, Ring!, volvió a sonar el celular, es el actuario, dice que se me cumplieron los tiempos, que mañana estará en mi puerta con la notificación de desalojo.
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