Críspin

Después de estudiar juiciosamente este proyecto de acuerdo presentado por el Alcalde de Medellín “Por medio del cual se adopta la Política Pública de Participación Ciudadana del municipio de Medellín y el Sistema Municipal de Participación Ciudadana”, sólo quedé pasmado.

Recuerdo a los señores concejales de Medellín que el proceso de revocatoria contra el alcalde de Medellín, es precisamente eso: el mecanismo de participación ciudadana por excelencia: el que un pueblo, hastiado de su gobernante, decida, en ejercicio de su soberanía, darle por terminado su mandato a su propio alcalde.

Este momento, me recuerda el 26 de julio del año de 1932 cuando Enrique Olaya Herrera, ya Presidente, victorioso contra la llamada hegemonía conservadora de 44 años en el poder, gobierna aliado con la llamada por Laureano Gómez, ““La Tenaza” que se ha formado “a impulsos del hombre de Marinilla”. La Tenaza estaba formada por los senadores Román Gómez, Mauro Giraldo, Eliseo Arbelaez y otros, para que, en unión de los parlamentarios liberales, se aprobaran los proyectos del gobierno.” Arturo Abella; Laureano Gómez; Espasa Biografías; Bogotá; 2.000; Pag. 123

Voy, entonces, a tratar de imitar y copiar, el final del famoso discurso de Laureano Gómez inspirado en Los Intereses Creados de Jacinto Benavente, con el que terminó la carrera política del gran Román Gómez Gómez, y me dirijo a Daniel Quintero Calle, a cambio de aquel:

“Y tú, Crispín, mal hombre, el del tinglado de la farsa, violador de la Constitución y de las leyes. Tú, Crispín, aprovechador de influencias oficiales en favor de tus personales ambiciones y las de tus parientes, allegados y servidores, ¡Tú, Crispín, negociador mendicante de viles granjerías, robadas al bienestar de los afligidos que gimen en las cárceles! ¡Tú, violador del sagrado secreto de la correspondencia para aprovecharlo en tus negocios y maquinaciones políticas! Tú, Crispín, que te disimulas mal por los pasillos” del Consejo Nacional Electoral, la Registraduría, los ministerios, las candidaturas liberales, verdes, conservadoras, del Tomate, del Pacto Histórico, de la casa de Gaviria, para alimentar la inmensa caterva de tus recónditos secretos…¡Tú, Crispín, que violas el código penal para hacer cieno “y tratar de arrojarlo contra mí creyendo, iluso, que me detendrías en el camino de la justicia! ¡Tú, calumniador sin imaginación, que no has podido respaldar tus osados dichos sino” con la ligereza y la irresponsabilidad! “¡Tú, sobre cuyos hombros pesa, y pesará eternamente, la tragedia de una vida despedazada por tu codicia criminosa y a cuyos oídos llega el inextinguible reproche de tu delito que ha hecho víctima a un hogar inocente! Tú, Crispín, que mancillas con tu presencia” la alcaldía de Medellín, “que llenas el ámbito con la sombra de tus crímenes, has querido convertir” nuestra ciudad “en una cosa abyecta que no podamos venerar porque con tu inmerecida exaltación, la envileces y rebajas, y que no podrá volver a ser grande mientras te halles aquí sentado.” ¡Tú Crispín, que desoyes, descarado, el mandato constitucional que consagra la revocatoria del mandato y atentas contra el ejercicio legítimo del derecho a expulsarte de tu silla! ¡Tú, Crispín, despreciable sujeto llegado a ser alcalde mintiendo a un pueblo ingenuo que creyó en tu figurín! ¡Tú, alimentador del odio entre las clases trabajadora y empresarial! ¡Tú, falaz aventurero del comunismo de Gustavo Petro! ¡Tú, Crispín, que mientes sin rubor sobre las verdaderas necesidades de nuestro gran proyecto hidroeléctrico de Hidroituango! ¡Tú, que vendiste la independencia que prometiste, al mejor postor de los usufructuarios hoy, del poder en Medellín! ¡Tú, que has destrozado el proyecto de Buen Comienzo entregándosela sin miramientos al clan de Bello con el nombre de Colombia Avanza! ¡Tú, Crispín, traidor a todos los que en ti creyeron mancillando su ingenuidad! ¡Tú, embustero descarado, promueves ahora dizque un proyecto de acuerdo por medio del cual se adopta la política pública de participación ciudadana, cuando calificas de delincuentes a quienes ejercen el sacrosanto derecho a la revocatoria de tu mandato! ¡Tú, que estregas contra el piso con la trapeadora de tus bajas pasiones el principio constitucional de la democracia participativa! ¡Tú, Crispín, que enlodas con mentiras, a quienes se atrevieron a ejercer sus derechos constitucionales fundamentales! ¡Tú, Crispín, que llegaste de la nada a nuestra amada ciudad impulsado por la “cuasinobleza” capitalina y sabanera que no puede ver un plato de fríjoles adornado de la franqueza antioqueña que no ha permitido que caiga la democracia! ¡Tú, malversador de fondos públicos, creador de decenas de secretarías y gerencias para pagar los favores de la clase política corrupta que realmente te puso en tu Despacho! ¡Tú, Crispín, formado bajo la baja estofa de los Santos, los Gaviria y todos aquellos que no pueden ver una Antioquia soberana, altiva y libre! ¡Tú, Crispín, violador flagrante de la Constitución, osas presentarte ante nosotros como desarrollador de la democracia participativa, cuando con filosa y oscura daga cercenas el cuello de quienes se han atrevido a ejercer sus derechos! Sigilosa serpiente que se ha ganado el desprecio, no solo de Medellín, sino de toda Antioquia, y que no has permitido con nuestros propios recursos hacer uso de la herramienta que ahora pretendes desarrollar.

Grosero proyecto presentas ante este augusto recinto. ¡Crispín! Recoge tus corotos y vete de la ciudad que desea borrarte cual Damnatio Memorie como en los tiempos romanos. No pretendas desarrollar lo que no entendiste y has violado a sabiendas. Aleja tus burdas pretensiones de esta Cámara que se resiste aún a sucumbir bajo tu yugo.

¡Tú, Crispín, Bucanero venido de otras costas, te mueres de miedo que el pueblo te expulse a través del ejercicio sacrosanto de la revocatoria del mandato! ¡Tú, Crispín, aventurero, que has traído en tus bajeles la mano de obra que ya tenía Antioquia! Altanero mercachifle de pocas ideas que viniste a sembrar odio donde había solidaridad y trabajo.

Vete con tu proyecto de acuerdo a otros lares donde aprecien la doblez, y déjanos a nosotros, verdaderos montañeros, que vemos al mar detrás de las realidades de los túneles que perforan nuestras montañas cuáles arterias; déjanos sólos desarrollar las empresas que heredamos y, hacer, las que heredarán nuestros hijos; vete lejos y haznos olvidar que tuvimos que soportarte.

¡Vete! Crispín; Antioquia nunca se entregará, y para que te quede muy claro, vuelvo a repetir la voz de un insigne bogotano, Eduardo Caballero Calderón: ¡Mientras resista Antioquia, los colombianos no nos vamos a hundir!

He dicho.

Julio González Villa

Doctor en Derecho U. Externado de Colombia; Abogado UPB; Magíster Administración de EAFIT; Especialista Derecho Ambiental U. Externado y Derecho Administrativo y Comercial.

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  • Que Pieza majestuosa de Literatura y de Política… ojalá la lean y la entiendan quienes deben y pueden hacer algo.