Confrontación ajena

El comenzar a mirar a Colombia y sus complejidades se da por entendido que, dentro de un mapa, un territorio se encuentran múltiples cosmovisiones sentires y pensamientos; no es una Colombia polarizada, al contrario, se ve un país segmentado en varias miradas, aquellos que cuestionan comportamientos que ha ocasionado la guerra atroz que libramos entre nosotros y buscan castigos, aquellos que apoyan una inmediata salida donde halla verdad y reparación a las victimas directas de este conflicto, también aquellos que miran con cierto padecimiento del dolor ajeno pero prefieren no opinar ni decir nada, y por supuesto están aquellos que no tienen idea de que está pasando en Colombia

Pareciera que el primer grupo piden castigos severos los llamados “malos” violadores, asesinos, ladrones, usurpadores, guerrilleros, extorsionistas, narcotraficantes como primera mano, y de rapidez inmediata; más como causa de resignificar la justicia y esa frase de.” quien la hace la paga”.

Quizás aquello sea lo lógico, pero es válido entender las demás miradas hay que ubicarse en el segundo grupo, y en este pensamiento siendo una importante representación de jóvenes piden que se cuente la verdad que ambos bandos guerrilla o grupos al margen de la ley, y ejercito nacional y policía nacional  cuenten el porqué de lo que sucedió, quienes intervinieron, cuando lo hicieron y demás; claro esto sin buscar algún tipo de castigo; solo exigiendo la verdad y no repetición, acompañado de testimonios verídicos y solicitando un perdón a todas las víctimas directas e indirectas.

Hay también un tercer grupo y es de aquellos que pusieron sangre y carne en este conflicto ya sea por pertenecer algún grupo alzados en armas de manera ilegitima o que hicieron parte de el bando de la institucionalidad (ejército y policía).

Pero en este grupo cabe mencionar que se encuentran los que no tienen voz y muy poco voto, en este grupo se encuentran inocentes, familiares que por ajuste de cuentas cayeron y prefieren esquivar con cierto argumento infundado y enquistado por sus vivencias porque ellos vieron caer  líderes sociales con pensamiento critico y servil a la comunidad, campesinos desterrados y correteados, conciliadores establecidos por el gobierno ya sea defensores de derechos humanos o entidades adscritas y un sin numero de niños que no aprendieron que es el bien y el mal.

En el ultimo grupo se encuentran aquellos que no entienden bien quien es el malo y el bueno, que no comprenden de manera cierta las consecuencias reales de este conflicto variopinta que deja relegados y sometidos a la sociedad que busca otra manera de vivir.

Dentro de esta confrontación ajena las cifras, a pesar de lo aterradoras, solo representan una aproximación a la dimensión de lo sucedido, pues muestran lo que ha sido posible documentar en una Colombia donde aún persiste la confrontación y las amenazas, llevada por nuevos grupos llamados disidencias, el interminable ELN y bandas criminales sostenidas por el narcotráfico en estas  dinámicas que impiden que miles de personas denuncien los hechos y que se puedan desplegar acciones de investigación que permitan esclarecer lo ocurrido.

Las verdaderas cifras de la violencia están aún por conocerse;  y es necesario que el ejército nacional de Colombia también cuente lo sucedido, pues con los escándalos que han salido de acciones de asesinatos a civiles, reinsertados, violación a menores de edad sin confrontación alguna y más bien como acto de conducta permitida por la institución,  dejan muy mal parada a la institución; se necesita con urgencia que nos cuenten  lo que ha sucedido en el país que alcen el telón y dejen ver toda la verdad que pareciera ser una  dimensión muchísimo mayor a la contada por los medios del  país y las voces autorizadas, señalando que estas acciones que sobresalen en lo espantoso e  incluso que no sean visto en las peores épocas de las dictaduras militares de los vecinos.

El precio de la guerra se enuncian las distorsiones de la verdad, el no establecimiento de la democracia, el daño a la confianza del otro del semejante afecta también la comunicación, el intercambio, de saberes y la realización de actividades sobre las que se cimientan creencias, costumbres y prácticas que construyen y sostienen la cultura y la identidad en un pueblo.  además en la destrucción material y en el daño ambiental que han causado mas por un nulo aprovechamiento de tierra agrícola que no deja tener una verdadera producción a gran escala en esta la llamada “despensa del mundo” nombrada así por las Naciones Unidas, y donde tampoco permite tener una vida llevada con decoro y digna para cualquier Colombiano, pero; a todo esto se encuentran las cifras oscuras las cifras mostradas por el instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz) que muestra en solo lo ocurrido en el 2020 se encuentra más de 180 personas que perdieron la vida, y al parecer de manera sistemática donde se ve a un estado incapaz de poner fin a estos asesinatos.

Hay esperanza y una generosidad al otro

Cabe decir que viene con fuerza una juventud impetuosa digna, con voz propia que levanta la cara y exige con fuerza que todo este rio de sufrimiento que traen las armas pare, y empiezan hacer ejercicios de paz al salir a marchar por crueles acciones deliberadas por los actores armados sin distinción que incluye a todos los bandos con armas institucionales e insurgentes, se ven unos jóvenes montando colectivos, reuniones de participación política de confrontación con ideas y pensamiento, se ven unos jóvenes que van creciendo y se vuelve una masa gigante, critica y contestataria no solo a los grupos ilegales sino que también a las fuerzas armadas colombianas llámese como se llame;  posiblemente porque todos estos jóvenes se dieron cuenta que la venganza no es avalada, que el perdón se da con verdad, porque el perdón no cambia el pasado, transforma el futuro y crea una nueva narrativa sobre las heridas que las personas tienen, una verdad mas llevadera y aceptable todo valido para que ambos bandos cuenten la verdad.

Terminare diciendo que hay una luz grande en la representación de estos jóvenes, movimientos estudiantiles, colectivos ciudadanos, y esta nueva Colombia esta entendiendo que el tiempo para matarnos entre nosotros termino, el tiempo para pasar por encima del otro de manera violenta se acabo por que el mundo esta en otra cosa, esta medito en innovación, en tecnología, en la creación de nuevas maneras de vernos y aceptarnos, está en la protección ambiental, el mundo esta en otra cosa y Colombia tiene que desempolvar la verdad.

Brian David Ortiz Rodríguez

Bogotano. Líder estudiantil y líder comunitario. Cursando últimos semestre de administración de empresa y gestión ambiental en la fundación universitaria unimonserrate de Bogotá.

3 Comments

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  • Te felicito por estar haciendo lo que se nota, te apasiona. Espero que tu trabajo llegue a muchos y nos haga reflexionar a todos 💪🏼 Apoyo mucho de lo que dices y me emociona que por medio de tus escritos otros puedan motivarse hacer parte de esta nueva Colombia 🇨🇴. A reinventarnos

  • Te felicito por estar haciendo lo que se nota, te apasiona. Espero que tu trabajo llegue a muchos y nos haga reflexionar a todos 💪🏼 Apoyo mucho de lo que dices y me emociona que por medio de tus escritos otros puedan motivarse hacer parte de esta nueva Colombia 🇨🇴. A reinventarnos

  • Tanta verdad plasmada en tu artículo,realidad que aunque dolorosa hay que que darse a conocer y la manera como tu la narras no a sido más exacta, día a día nuestra Colombia nos va desatando muchas tristezas que estaban siendo ocultadas pero que esperamos que podamos verlas más visibles para no seguir creyendo y cometiendo los mismos errores, quiero felicitarte por tan buen trabajo.