Con el Valle del Software se democratiza la competitividad en Medellín

Más que retórica, se debe reconocer que la historia de la humanidad, desde la prehistoria hasta el presente, ha estado marcada o dividida por los avances en los medios y herramientas con las cuales el ser humano usa y transforma la naturaleza o su entorno para subsistir.

Por ello, cuando nos encontramos ante un escenario mundial de globalización alrededor de las tecnologías de la información y las comunicaciones, con ocasión de la cuarta revolución industrial, no podemos permanecer expectantes de lo que ocurre frente a esto. Como lo ha señalado Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, la cuarta revolución industrial ha permitido la combinación de sistemas digitales, físicos y biológicos en pro de la transformación de la humanidad

En las revoluciones industriales anteriores, las posibilidades para emprender proyectos empresariales estuvieron estrictamente marcado por la disposición de grandes capitales (heredados o por intermediación de los bancos), el reducido pago a los trabajadores y la monopolización de los medios para producir, que van desde las maquinas e implementos hasta el conocimiento.

Con la llegada de la cuarta revolución industrial, este paradigma podría cambiarse drásticamente, pues el acceso masivo al conocimiento que se ha liberado con la llegada del internet tiene el potencial para democratizar la competitividad y la participación en el mercado. Claramente esto no es fortuito, pues sólo quien acceda a un equipo de cómputo, los programas necesarios, el conocimiento para usarlos y las relaciones sociales y económicas para intercambiar sus bienes y servicios, podría generar lo suficientes recursos para tener mejores condiciones de vida.

En ese espectro, en el que la producción y la industrialización globalizada avanzan a pasos gigantescos hacia lo digital, nos invita a cuestionar cómo se ha desenvuelto Medellín en una sociedad capitalista y globalizada como la actual, en la que el libre mercado y la competencia determinan la producción y la generación de dinero. En esta dinámica, la libre competencia es sólo una falsa promesa o cuando menos una ilusión, pues las ganancias no sólo se distribuyen inequitativamente, sino que la posibilidad de participar o de competir en el mercado queda reservada para los grupos económicos más grandes.

Y es allí, donde el esfuerzo por democratizar la competitividad, de amplificar la capacidad de competir, tiene el deber moral y político de impulsarse. Pues hemos estado acostumbrados a que Antioquia y Medellín no se abra plenamente a la competencia con otras zonas del país o la región; el empresariado antioqueño ha sido cauteloso, por no decir nervioso, y ha caído en proteger su esquema empresarial para generar riqueza, pero una riqueza que no es para todos. Ese proteccionismo ha derivado en la acumulación de la riqueza en muy pocas manos, también en profundizar las brechas económicas y sociales.

Esto no es invención mía, según el Banco Mundial y ahora la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el cierre de las economías lo único que genera es la profundización de las problemáticas visibles y no visibles, y que se agudizan o se vuelven más nefastas en los países subdesarrollados y/o en vía de desarrollo.

Nos queda entonces la pregunta de ¿qué se debe hacer para que Medellín entre a competir libremente y sea parte de los nuevos procesos de industrialización del país, ya en el marco de la cuarta revolución industrial? Con un abanico de programas en lo social y en lo económico que nos dejen participar de este momento, apostando por transformar a Medellín en un Valle del Software a través de una serie de acciones como ha sido el propósito de esta administración.

La primera acción, consiste en dotar de computadores a los y las estudiantes de las instituciones educativas públicas de Medellín que cursan los grados noveno, décimo y undécimo. No se trata sólo de entregarles un computador, sino de concienciarles como están los retos mundiales con ocasión del cambio tecnológico que está revolucionando cada área de sociedad, la economía y nuestra propia cotidianidad, por eso es importante ir reduciendo las brechas de desigualdad tecnológica y mejorar las capacidades y habilidades 4.0, para que más jóvenes tengan la posibilidad de participar en este modelo económico, los medios y herramientas para hacerlo.

Esta administración reconoce que además de las herramientas, el conocimiento es baluarte de los procesos de desarrollo humano y económico. Es por ello que gracias a los acuerdos que tenemos hoy con LinkedIn y Microsoft hay 25.000 cursos en temas relacionados con la cuarta revolución industrial, con los cuales se espera impactar a 70.000 personas a través de los procesos formativos que lideran estas dos entidades.

Aquí está una de las oportunidades más significativas para la ciudad: girar hacia una economía del conocimiento donde la información sean el valor fundamental que mueve el engranaje del sistema económico y se utiliza los datos como elemento fundamental para generar valor y riqueza por medio de su transformación a conocimiento, de forma tal que muchos actores en el ecosistema empresarial, académico, etc., empiezan a reconocer ese cambio y a sumarse con sus capitales y estrategias.

Además, en este camino por llevar a Medellín participar de la economía de la cuarta revolución industrial, se ha impulsado la formación media técnica en todos los colegios. En este momento 206 de 229 instituciones educativas ya cuentan con este proceso formativo complementario que les permite a los y las estudiantes salir con un título técnico con el cual pueden participar en el mercado laboral que irá creciendo en la ciudad. Como lo han mostrado las cifras de desempleo en la ciudad: Medellín a logró una tasa de desempleo de 11.7%, cifra muy por debajo del promedio de las 13 principales ciudades del país que se registró en 13%, de cuenta de empresas de este sector.

Adicionalmente, los 21 Centros del Valle de Software territorializarán y ampliarán la oferta de Ruta N en cada comuna y corregimiento de Medellín, para que se desarrolle la innovación y la tecnología, de forma tal que los y las jóvenes aprendan habilidades 4.0, e incluso con espacios que los y las estudiantes también accedan los laboratorios de ideas y puedan emprender. Para los corregimientos se ha dispuesto de un enfoque de agroindustrial para promover el desarrollo de la ruralidad y para descentralizar el acceso a la oferta, permitiendo que cada territorio de la ciudad sea un nicho tecnológico.

En todo este ambiente interactúa también el programa talento especializado que ejecuta Sapiencia, en el que se ofertan cursos cortos modulares y sin costo con una duración de 5 meses aproximadamente. Las personas que se inscriben logran capacitarse y desempeñarse en áreas relacionadas con las industrias digitales a través de la generación de oportunidades. En estos cursos se aprende de Desarrollo de Aplicaciones Web, Desarrollo de Aplicaciones Android, Gestión y Programación de e-Learning (ciberaprendizaje), Bases de Datos PostgreSQL, Producción Digital en Cine y Videojuegos, Marketing Digital y Redes Sociales robótica entre otros 15 cursos que, entre otros temas, también fomenta la generación de emprendimientos 4.0.

Allí, también se suma C4TA, la Ciudadela de la Cuarta Revolución y la Transformación del Aprendizaje, inicio de clases en febrero de este año con más de 2.200 estudiantes que se formarán en tres focos estratégicos: Inteligencia artificial y datos para un propósito común, Cuarta revolución industrial: Clave para la recuperación Económica y la habilitación del ecosistema, la cual es fundamental para maximizar los beneficios de la Cuarta Revolución Industrial en la ciudad.

Finalmente aparece la internacionalización de la ciudad; por ello, se ha creado un paquete de estímulos e incentivos que empresas extranjeras y locales. En cuanto atributos tributarios tendrán hasta el 100% de descuento en el impuesto predial y de industria y comercial. Algo que ha venido aumentando las cifras de inversión extranjera en Medellín, pues según las cifras entregadas por la ACI, Medellín ha recibido un total de 385 millones de dólares en proyectos de inversión extranjera y recursos de cooperación para 2020; para 2021 este monto acumulado ha ascendido hasta más 600 millones dólares.

Concomitante, según Ruta N el año pasado se generaron más de 7.126 empleo, triplicando la generación de empleo que había en la ciudad antes de la pandemia, ya que hay 6 empresas que se han instalado en Ruta N y han generado cerca de 126 nuevos empleos; vale señalar que estas son empresas extranjeras o que fueron creadas en Centros del Valle del Software.

No solamente las empresas privadas se han venido sumando a consolidar este nuevo ecosistema productivo, sino también las y los jóvenes. Según el rector del Pascual Bravo, con respecto al 2019, sólo 60 estudiantes se presentaban para estudiar carreras de tecnologías, sin embargo, para el primer semestre del 2022, 820 jóvenes optaron por carreras y programas de esta índole.

Esto que está ocurriendo con los computadores, las medias técnicas, los cursos y talento especializado, con C4TA, los centros del valle del software, la internacionalización de Medellín, es que se está creando un nuevo ecosistema económico a la ciudad que conjuga la generación de oportunidades, la disposición de herramientas y el acceso a conocimiento especializado gratuitamente para que más personas puedan participar en el mercado a través de la ciencia, innovación y la tecnología con nuevas empresas, servicios o bienes que pongan a Medellín en el centro de la cuarta revolución.

Como lo ha dicho Daniel Quintero, alcalde de Medellín, el Valle del Software es una realidad, la apuesta más importante de transformación económica de la ciudad ha sido sembrada y nos invita a seguir construyendo sobre esa línea. Todo ello suma a que la competencia en el mercado no dependa de unos cuantos capitales más grandes y tradicionales, sino que se democratice el acceso a la competencia y más personas y empresas pueda germinar y participar activamente de él.

Santiago Preciado Gallego

Historiador, Magister en Estudios Políticos. Integrante de @LDSoficial. Comprometido con un #FuturoImparable.

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