¿Colombia en default?

ALDUMAR FORERO ORJUELA

“El presidente Petro hará todo lo posible para que Colombia entre en impago de su deuda. El gobierno, que no sabe de economía, llevará al país a graves problemas económicos y sociales”


Hace unos días, el presidente Petro en medio de un discurso incendiario, les notificó a los colombianos que su gobierno está pensando en una renegociación o reprogramación de la deuda que tiene el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Es importante recordar que, en el anterior gobierno, se pidió un “crédito especial” al FMI por US$ 4,5 billones para combatir los efectos de la pandemia, esto es, compra de vacunas, dotación al sistema de salud entre otros gastos.

Con este crédito el país quedó más endeudado y el plazo que se fijó para el pago fue de cinco años con una tasa de interés anual del 1%. Si se revisan las cifras históricas del porcentaje de interés de los créditos otorgados a Colombia, este fue el más “barato”.

Sin embargo, antes de seguir, en mi filosofía económica está la de que si un gobierno se endeuda no se está endeudando el gobernante de turno sino cada individuo del país, lo cual, aunque en nuestra legislación no sea un delito – debería serlo – es por lo menos inmoral.

Aunque me parezca inmoral e injusto que un gobernante endeude a sus ciudadanos, tengo que poner los pies sobre la tierra y entender que Colombia tiene deudas y que hay que pagarlas. Hay un principio liberal en economía que es fundamental y es el de honrar y cumplir los contratos. Una deuda es un contrato entre dos partes en la cual están de acuerdo y se fijan unos periodos de tiempo para el pago.

Colombia se endeudó y tiene que pagar sus compromisos. Es por esto que el mensaje del presidente Petro de reprogramar o renegociar la deuda con el FMI es peligroso y dañino en términos de responsabilidad y credibilidad. El presidente NO puede tomar una decisión como la de reprogramar una deuda unilateralmente, eso significaría romper un contrato como tampoco anunciarlo en medio de un discurso sin antes hablar con el acreedor.

En rigor, para dejar claridad, reprogramar o renegociar una deuda no está mal, se ha hecho muchas veces por diferentes cuestiones, pero en el caso de Colombia con Petro tiene otro ingrediente que pone en peligro la estabilidad económica y financiera del país.

Si Petro quiere renegociar la deuda debería hacerlo por los canales que son, es decir, pedir una reunión de alto nivel con las personas del FMI y plantear la idea y con argumentos y pruebas proponer una reprogramación de la deuda, pero reitero, se debe hacer primero con el acreedor y con la mayor cautela para evitar miedos en los mercados y dejar en el ambiente – como lo hizo Petro en su discurso – de que Colombia no puede o no quiere pagar sus compromisos.

Varios exministros de hacienda del país – los cuales ninguno es liberal – han expresado sus preocupaciones ante el anuncio irresponsable – como muchos – del presidente Petro de renegociar la deuda dando a entender de que Colombia no la podría pagar en los plazos convenidos. Recordar que el FMI prestó ese dinero sin ningún “condicionamiento” adicional que el plazo de pago, tras el anuncio del presidente el organismo internacional podrá condicionar a Colombia para que se garantice el pago.

Para ser serios en este tema, el presidente Petro y su gobierno no están para proponerle al FMI una renegociación de la deuda porque, primero el país no tiene problemas en su balanza de pagos, tiene cómo honrar sus compromisos y, aunque la economía del país está débil, tiene cómo pagar sus deudas. Además, el gobierno Petro no estaría en condiciones de reprogramar el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional porque durante estos dos años la deuda de Colombia aumentó 5% pasando de 53% a 57%.

El default en términos económicos es la imposibilidad de pagar las deudas contraídas, Colombia en rigor SÍ puede honrar esos compromisos, pero está el factor político e ideológico del gobierno. Aunque Colombia tiene cómo pagar sus deudas el presidente Petro puedo NO pagarlas porque no quiere o ahogar la economía para que el país entre en el impago y se declare la moratoria de la deuda lo cual es una tragedia.

El presidente Petro aumentó la burocracia en el Estado, está ahogando el sistema de salud y de pensiones al no girarle dinero a las EPS y a los Fondos y el incremento de la deuda la volverá impagable teniendo que, constantemente, “refinanciarla” ya sea a través de reprogramaciones, moratoria o emitiendo masa monetaria creando inflación y aumentando la pobreza.

El presidente Petro merece el respeto que tiene la dignidad que ocupa, pero eso no impide que digamos que es un ignorante en términos económicos así tenga un título profesional que lo acredite como economista.  El presidente Petro nunca ha manejado la contabilidad de su casa mucho menos sabrá manejar la economía de todo un país. Al día de hoy el país está sufriendo el desempleo, la falta de oportunidades y la desesperanza.

Adenda. Se acerca el día 21 de abril y millones de colombianos saldremos a marchar por todo el país pidiendo respeto por la democracia, la independencia de los poderes públicos, los sistemas de salud y pensiones y porque el presidente Petro no instaure un régimen dictatorial que conculque libertades y derechos.


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Aldumar Forero Orjuela

Joven oriundo de Bogotá D.C. Nacido en 1998, de familia conservadora, se ha adherido a las ideas del liberalismo que aboga por el respeto a la vida, la libertad y la propiedad como los valores más importantes de una sociedad.

Economista de la Universidad de La Salle. Con diplomados en cultura democrática y juventud constructora de paz.

Ha sido columnista en varios medios digitales de opinión y actualmente es columnista en Al Poniente.

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