Chapó para la corte constitucional. Un nuevo lenguaje en la administración de justicia

Foto: El Espectador

“Sentencias de más de trescientas páginas que nadie lee y que nadie entiende, no solo por lo extenso, sino por la tendencia perniciosa de algunos juristas de dar vueltas eternas usando circunloquios innecesarios, que hacen de la lectura de estos documentos una tortura medieval.”


Hace ya más de diez años me encontraba en un taller de escritura creativa en una reconocida universidad en el centro de la capital, coincidimos en aquella ocasión con algunos reconocidos escritores y cuentistas del país y para asombro mío, que era un estudiante primiparo de derecho, unos de los temas que me llamó la atención fue lo mal que escribían los abogados. Sí, así como lo leen en estas líneas. Los abogados fueron blanco (yo aún no hacía parte del gremio) de las críticas más ácidas por parte de los escritores talleristas aquella tarde, y con justa razón, porque debo decir que después terminar de estudiar derecho sigo estando convencido de lo mal que escriben algunos abogados, en especial los jueces. Las críticas iban desde la falta de coherencia de los argumentos expositivos con los resolutivos, la incongruencia narrativa de las sentencias y lo peor, la exagerada verborrea que atenta contra el principio de la  economía de las palabras. Sentencias de más de trescientas páginas que nadie lee y que nadie entiende, no solo por lo extenso, sino por la tendencia perniciosa de algunos juristas de dar vueltas eternas usando circunloquios innecesarios, que hacen de la lectura de estos documentos una tortura medieval.

Pero, el objeto de esta columna realmente no es criticar a los abogados ni a los jueces por su forma de escribir (aunque muchos siguen creyendo que son ejemplos dignos de seguir), sino exaltar y celebrar la iniciativa de la Corte Constitucional de utilizar un lenguaje sencillo e incluyente en sus sentencias.

Contexto:

El pasado 15 de julio la Corte Constitucional decidió tutelar los derechos constitucionales a la seguridad social y a la vida digna de un niño de ocho años de edad y a su abuelita, por considerar que estaban siendo violados por la renuencia de una aseguradora a cambiar la cuenta bancaria donde él recibía una pensión de sobreviviente (su madre lamentablemente falleció en un accidente). El problema es que dicho dinero, necesario para su manutención, era consignado a la cuenta bancaria de su padre, quien a su vez está recluido en un centro penitenciario por un proceso penal en su contra por abuso sexual en contra del mismo niño del que hablo. Él pedía a la aseguradora que cambiara la cuenta para que sus abuelos pudieran administrar ese dinero ya que es con ellos con quien vive.

Lo interesante del caso es que los magistrados de la Corte hicieron historia con dicha sentencia por usar un apartado especial en la parte resolutiva de la misma, donde le explican al niño en un lenguaje sencillo, incluyente y empático el alcance de la decisión, su importancia y el por qué tomaban cartas en el asunto.

Como ya lo mencioné, los juristas tenemos fama de ser malos escritores, pero dejemos que sea la misma sentencia que hable por sí sola. Por tal motivo, he extraído unos apartados del documento con el ánimo de que usted, querido lector, saque sus conclusiones sobre esta belleza de lenguaje.

Sentencia T-262 de 2022

La Corte Constitucional emitirá la siguiente comunicación en un lenguaje de fácil comprensión a fin de explicarle al niño la decisión que aquí se tomó:

  1. Apreciado FSC: la Corte Constitucional está conformada por un grupo de personas, conocidas como jueces, que tienen entre sus tareas proteger los derechos de las niñas y los niños, como tú.
  2. Hemos conocido tu situación. Sabemos que vives con tu abuelita y tu abuelito, a quienes quieres mucho. Sabemos también de las situaciones que viviste con tu papá y que probablemente eso te hizo sentir incómodo, triste y molesto.
  3. Después tuvimos conocimiento de que, aunque tu mamá no está contigo, ella te dejó un dinero para que puedas estudiar, comer, jugar y divertirte. También nos enteramos de que no estabas recibiendo ese dinero. Por eso, los jueces tomamos algunas decisiones para proteger tus derechos.
  4. Uno de los muchos derechos con los que cuentas es recibir y disfrutar el dinero que te dejó tu mamá. Por eso, tu abuela recibirá cada mes en su cuenta del banco tu dinero y te ayudará a administrarlo hasta que cumplas 18 años. Tu abuela se encargará de utilizar tu dinero para que puedas estudiar en el colegio y, si tú lo deseas, también en la universidad. Con ese dinero y con la ayuda de tu abuela, podrás comprar tus uniformes para el Colegio y tu ropa. Tu abuela también te ayudará a que con ese dinero puedas comer, jugar y divertirte.
  5. Hemos dicho que está bien que vivas con las personas que te cuidan en este momento (tu abuela y tu abuelo). Otro juez estará muy pendiente de decidir si puedes volver a ver a tu papá. Ese juez, a quien podrás conocer cuando quieras, estará preocupado por ti y tratará de hacer todo para que estés mucho mejor.
  6. No te preocupes, nadie te obligará a ver a tu papá. Solo si tú lo deseas. Y puedes estar tranquilo porque, en cualquier momento, podrás decirle al juez, a tus abuelos o a la comisaría lo que quieres y lo que no quieres.
  7. Recuerda que para nosotros es muy importante lo que sientes, tus preocupaciones, tus miedos y tus intereses. Por eso, nunca olvides que, en todo momento y lugar, puedes exigir respeto de todos: de tu padre, de tus abuelos, de tus profesores y de quienes te cuidan. No pueden hacerte daño y tienen que hacer todo para que puedas ser feliz.
  8. La comisaría, a quien ya conoces, te acompañará y estará pendiente de ti y de lo que necesites. Por último, otro juez hará todo lo que sea necesario para que nuestras decisiones se cumplan. Él debe garantizar la protección de tus derechos.
  9. ¡Gracias por tu valentía! Al conocer tu caso nos dimos cuenta de que muchos niños y niñas pueden estar pasando por lo mismo que tú. Por eso, le pedimos a la empresa que debe pagar tu dinero que haga todo lo necesario por proteger a todos los niños y las niñas y no les impida disfrutar de su dinero.

Chapó para la Corte y sus magistrados, y esperemos que esta sea una nueva forma de comunicarnos con los ciudadanos que deciden acudir a la administración de justicia.


Otras columnas del autor en este enlace:  https://alponiente.com/author/sanderslozano/

Sanders Lozano Solano

Médico y Cirujano de la Universidad Surcolombiana y abogado de la Universidad Militar Nueva Granada, es Especialista en Gerencia de Servicios de Salud y actualmente es candidato a Magister en Educación. Experto en responsabilidad médica, se ha dedicado en los últimos años a su verdadera pasión: la docencia y la escritura.

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