El sábado 2 de abril fue asesinado Mateo de 14 años, estudiante de Eduardo Santos y vecino del barrio Salado en la Comuna 13. Esta ciudad sigue siendo muy peligrosa, aterradora y –cuando no– tremendamente angustiante para un adolescente popular. Las raíces de nuestra violencia urbana son muy profundas, la desatención de nuestros adolescentes populares obedece al punto de vista de que ya hacemos mucho, de que hay muchas oportunidades. Necesitamos una nueva visión y una nueva política de disminución de la violencia que permita la redención, protección y recuperación de jóvenes y adolescentes.
Esta es la carta entregada al alcalde el pasado 28 de febrero, firmada por varias colectividades,por una Medellín que proteja a sus jóvenes y adolescentes de la violencia criminal:
Medellín, marzo 28 de 2016
Señor Alcalde de la Ciudad,
Federico Gutiérrez.
Reciba un cordial saludo.
Le pedimos que, desde el momento mismo del Plan de Desarrollo, quede definida la inversión pública y el desarrollo institucional para proteger a jóvenes en riesgo de ser asesinados y una clara ruta de salida de la criminalidad para adolescentes.
Hay adolescentes en esta ciudad a quienes les pasó algo muy grave que los fracturó profundamente por dentro; la angustia siguió creciendo para algunos en unos bordes de ciudad extremadamente duros para vivir la adolescencia.
Allá en algunas de pedazos históricos y concretos de nuestras periferias están atrapados ellos por unas relaciones y terminan encapsulados en unos designios de la violencia criminal.
Esos adolescentes que tuvieron tanto miedo, luego desesperanza –y finalmente muerte– nos harán falta. Sabían –muchos de los que fueron víctimas de homicidio– que los iban a matar y, sin embargo, esta ciudad ni los ve ni los escucha. Fueron invisibles para nosotros y al primero –y único– que los vio a los ojos le dijeron “pa’ las que sea”.
Los jóvenes que están inmersos en la violencia no encuentran en esta sociedad una salida diferente a la muerte. Se pueden llevar a cabo acciones concretas que los liberen de la presión cotidiana a la que se encuentran sometidos por la banda que considera que –por un designio territorial– es su enemigo o les debe su lealtad.
Es fundamental que, desde el mismo Plan de Desarrollo, se prioricen unas estrategias para estos jóvenes que terminan en un callejón sin salida. En el Plan, la dimensión “Seguridad y Convivencia del territorio” en su segundo reto “En Medellín convivimos todos” se plantea el programa cuatro: “Prevención de las violencias”, y se especifica la necesidad de proyectos para la prevención social de delitos. Consideramos que una prevención integral requiere una estrategia de opciones para jóvenes vinculados a la violencia, que realmente garantice la salida del territorio que lo pone en riesgo y logre romper guetos para encontrar un nuevo comienzo, desde nuevas y simples cotidianidades.
Nuestra petición es que quede trazado en el Plan de Desarrollo la recuperación de 3.000 jóvenes y adolescentes de la violencia criminal, con una acción táctica fundamental de darles salida de un territorio que les podría significar la muerte. Para esto vamos a necesitar dejar la ruta institucional que permita que el ICBF, la Fiscalía y la Alcaldía trabajen juntos, pero también una ciudad que acompañe otras preguntas de sus adolescentes.
Es mucho lo que tenemos que hacer diferente para llegar allí –a donde el adolescente que nadie llega, a esa última esquina. Ese chico o chica que termina en la base social del crimen o que está en peligro de ser víctima de homicidio nunca se va a postular a nada, no va a atender fácilmente a nuestras convocatorias y por eso tenemos que estar muy cerca –y muy generosos– cuando esté desesperado y cuando sienta mucho miedo. Lentamente empezaremos a llegar más rápido en esta ciudad a esos adolescentes, preadolescentes y niños.
Esperamos de usted toda la voluntad política y la valentía ante este tema. Es una cuestión que ha generado desgaste de opinión pública en el pasado y que a una Administración se puede volver en una vulnerabilidad los resultados lentos o los fracasos parciales en este tipo de programas. Hagamos lo correcto, aunque sea –por momentos– impopular.
No puede haber un mejor gesto concreto para el postconflicto que rescatar estos pelados de esa experimentación en la nada en la que los dejamos.
Muchos serán los desafíos de comunicación para que no se entienda algún programa de esta naturaleza como un incentivo perverso y una injusticia con los jóvenes que son resilientes a la criminalidad.
Alcalde, si usted se compromete una vez más con lo que planteó en campaña sobre la piedad con nuestros adolescentes atroces, heridos y asustados, contará con nuestro acompañamiento –para pensar técnicas de convocatoria y selección– y con la defensa permanente de esta idea.
Hagamos algo definitivo, estructural, Alcalde. Comprométase de nuevo; comprometámonos.
Víctor Gaviria
Cineasta
Robin López
Músico
Felipe Morales
Clown
Olga Lucía Ramírez
Sector social
Martha Restrepo
Sector solidario
Sergio Restrepo
Sector cultural
Francisco Thoumi
Sector académico
Daniela Arbeláez
Morada
Felipe Laverde
Ciudad Frecuencia
Jaime Sierra
I.E José Acevedo y Gómez
Catalina Vázquez
Cuenta la 13
Lukas Jaramillo
Casa de las Estrategias
Laura Montoya
Casa de las Estrategias
Manuel López
I.E Eduardo Santos
Contacto:
Laura Montoya
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Crr. 97–40–26
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