Carta a Víctor Hugo: Líneas rojas

Felipe Jaramillo

Hola, Víctor. Espero que estés descansando un poco, antes de retomar un camino que espero incluya actividades nuevas, que te muestren que hay vida después del trabajo; y que lo que siempre se había hecho de memoria, aún con los ojos cerrados, no necesariamente era la mejor forma de consumir la vida. A veces descentrarse, más que una desgracia, resulta ser toda una fortuna.

Oculto, por lo fastuoso de la final del mundial de fútbol y la celebración de la navidad, un incidente no menor afronta la más importante empresa de servicios públicos del país, que cubre a Antioquia, Quindío, Atlántico, Caldas y los santanderes. A la cual, a pesar de sus sofisticados procesos de seguridad informática, no solo le fue arrebatado el control de sus servicios, sino incluso la capacidad de abrir o cerrar las puertas del edificio desde el cual opera. Una nueva forma de accionar de los ciberdelincuentes, sin rostro y sin fronteras, pues estos ataques pueden darse desde una pequeña isla al otro lado del mundo.

¿Imaginas lo que pasaría si este arrebato del control, no se quedara únicamente en la apertura o cierre de las puertas de un edificio “inteligente”, sino en el abrir o cerrar las puertas de las presas en las hidroeléctricas, poniendo en riesgo a toda una comunidad? El ser Humano, mi amigo Víctor, erró en su forma de relacionarse con la tecnología. Ya en estos momentos el hombre desconoce su completo funcionamiento e interacciones internas, el lugar donde se depositan los datos que lo controlan casi todo; y peor aún, desconoce su autonomía y poder.

Casi todo se ha conectado en línea a la Internet, prescindiendo de toda posibilidad análoga de accionar, cercana a las posibilidades y al entendimiento Humano. Por eso, Víctor, concordarás conmigo que aunque la mayoría de las luchas resultan insultas, siempre serán un camino para quien decide afrontarlas. Insistir sobre la discusión del ascenso de la técnica sin reflexión, poniendo de relieve los posibles riesgos, en virtud del equivocado relacionamiento humano con el objeto técnico, resulta ser no sólo una búsqueda personal, sino un acto necesario para el futuro de la raza Humana.

Saludos mi amigo.

Felipe.


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Felipe Jaramillo Vélez

Doctor en Filosofía de la Universidad Pontificia Bolivariana, Creador de la escuela de pensamiento Aún Humanos la cual reflexiona sobre el ascenso de la técnica sin reflexión desde el Humanismo.

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