Cambio urgente

El mundo ha sido creado para ser recreado”.


Mirar el país que te tocó, no tener derecho a renunciar a él porque te perseguiría a donde vaya. Intentar cerrar los ojos y sentir lo mal que lo tratan, lo mal que nos tratan. Cerrar la boca e intentar con palabras textuales -como si fuese una tutela- solicitar la protección de los derechos humanos, pedir que no nos maten y claro, hacer un llamado al cambio urgente.

Son muchos los pensadores críticos que han propuesto cambios en la estructura política a través de sus ideas, pensamientos, reflexiones, ensayos, novelas y cuanto arte contestatario se pueda transmitir en la escritura, la música y en la plaza pública, -como se solía hacer antiguamente en el Ágora de Atenas, al pie de sus habitantes- para discutir los problemas causados por las altas esferas de la política, o bien, de las instituciones políticas.

Georges Duhamel, crítico literario francés, quien, en su amplio conocimiento poético de la existencia, dijo: “El mundo ha sido creado para ser recreado”, una noción que debemos interpretar como el camino a seguir sin miedo alguno, por ello, agregaría que la política ha sido creada para ser recreada y brindarle honor a la democracia. Quiero pensar que todo esto se lograría desde el cambio humano, desde la ética, desde la moral; dice Fernando Savater (2001) en su ensayo titulado ética para amador que la “moral es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes”, por consiguiente, si soy consciente que la política es para hacer el ­bien desde mi actuar debería vivir para la política y no vivir de la política.

Dicho esto, las instituciones que han logrado consolidar la democracia de Colombia a su manera deben de cuestionarse qué comportamientos y normas están haciendo de ellos el modelo responsable de dirigir, administrar, gestionar, puesto que, la razón de ser de muchas instituciones va por mal camino. ¿Algún cambio? Cada uno reflexionará qué es ético y qué no es, aunque en los cuatro vientos se diga que todo anda bien.

Para ello, para todo, para jugarlo el todo por el todo, las instituciones deberán de obtener una catarsis cuando se permitan observar la tragedia social que han provocado, hasta no lograr lo anterior, no habrá catarsis, no habrá purificación, no habrá cambio y no habrá consenso.

Sin embargo, del populus, del pueblo, de nosotros, debe de surgir la iniciativa del cambio urgente, pero claro, por esta época siempre perdemos la memoria, -algún día tuvimos el privilegio de gozar de eso- pero hombre, ¿acaso qué somos? un sinfín de recuerdos que no recuerdan, un pasado sin presente, un presente que borra todo y olvida todo, entonces ¿para dónde vamos? hacia allá, hacia el horizonte, hacia la utopía.

Kevin Abad Ríos Miranda

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