El regreso de muchos partidos tradicionales con caras nuevas y un humor social de incertidumbre, caracterizó la jornada electoral de mitaca en el final de este décimo mes del año con un 58% de participación que refleja una movilización mayor con ciertas votaciones históricas en las principales regiones del país y por primera vez en la historia se elige un alcalde de Bogotá en la primera de dos vueltas.
En regiones como Antioquia, Atlántico, eje cafetero, Cordoba o Meta fue la derecha quien tuvo una mayor hegemonía, primó un voto más de centro en el corazón del país y de nuevo el occidente y el departamento de Magdalena fue donde los votos más se inclinaron a la izquierda. Todos de alguna manera fueron votos por autoridades locales y regionales que responden al anhelo del metro cuadrado de los ciudadanos en una combinación de buscar contención a muchos mitos y temores frente al complejo momento del gobierno nacional, con iniciativas tan inciertas como las reformas en temas de fondo que afectan la cotidianidad de los colombianos más allá de las bondades futuras en las que insiste el gobierno.
En ciudades como Cali y Medellín se impuso un voto castigo contra los dos alcaldes menos populares en ciudades capitales del país, acorde con Invamer Gallup septiembre 2023 y en contraste en Bogota fue un tema como el Metro, un tópico que hizo variar el tema de la campaña que en principio fue el complejo momento en materia de seguridad de la capital, pero donde la inoportuna interferencia del presidente Gustavo Petro hablando sobre el sistema masivo de transporte, hizo que el aspirante del Pacto Histórico Gustavo Bolivar recibiera el voto castigo por la narrativa de parálisis al metro , que el libretista jamás supo contener ni explicar.
Al final de la jornada dominical un lacónico discurso de Gustavo Petro hablaba del secuesto del padre del futbolista Luis Díaz, un tema que indigna y genera una imagen de Colombia en el exterior muy negativa y que le recuerda a muchos épocas que no quisiéramos volver a vivir; al día siguiente el mandatario le salió al paso a quienes hablaron de una derrota de la Casa de Nariño, cantando victorias de aspirantes que no son de izquierda, denotando que el gobierno nacional se metió en la campaña y sigue de espaldas a la realidad del país.
En varias regiones del país fue castigada la mezquinad de algunos gobernantes locales y departamentales que se creyeron intocables en su débil gestión, en su anhelo de continuidad sin soporte en una gestión valiosa y algunos de ellos creyéndose líderes de opinión cuando sólo ganan elecciones bajo acuerdos clíentelares con estructuras políticas.
Desde el primero de enero de 2024 asumen los nuevos alcaldes, gobernadores, concejales, diputados y ediles y se viene una inevitable tensión en los 32 meses que le restan al gobierno Petro, donde esperamos – por el bien del país- que el presidente genere mucha más confianza con sus decisiones a un país que ve con suma esperanza la transición en el poder local.
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