Es algo completamente común escuchar a un ciudadano colombiano promedio decir, -yo para qué voy a salir a votar sí, para congreso no sé quiénes son esos ladrones, y para presidente por más que vote por el mejor igual van a quedar los mismos ampones de siempre.
Es supremamente desalentador escuchar que un ciudadano, que tiene todo el poder de cambiar a quienes gobiernan nuestro país ahora, que ha gobernado nuestro país desde su creación, diga esto. Sé que suena extraño, quizás ya rayando con la locura, pero en ocasiones sueño con la utopía de que un día los noticieros nacionales señalen en sus titulares, “atentos, el país entero esta alertado por el hecho de que ayer, en uno de los partidos más importantes de la liga Postobon, se ausentaron el 60 por ciento de los fanáticos usuales, debo además anunciar que hubo una abstención de menos del uno porciento en las elecciones del día de Ayer lo cual es algorithm peculiar, pero ¿a quién le importa?”.
Ese día y sólo ese día en el que la clase media trabajadora colombiana tenga más conocimiento y más interés por temas de política que por el fútbol, ése será el día en que saldrán de esa posición cómoda en la que se llenan la boca diciendo, “todos los políticos son iguales de corruptos y ladrones”, ése será el día en que los ciudadanos colombianos tendrán el valor de ser capaces de dejar de ganar unos pesos para sentarse en frente al Palacio de Nariño, o entrar a este, para retirar al presidente electo de ese puesto sólo por saber que está desfalcando la nación, o peor aún, que se la está vendiendo a los estadounidenses.
Debemos empezar por asumir nuestro rol en la sociedad y dejar de culpar a los demás por nuestros errores: que somos un país ignorante, dicen muchos, pues comience usted educando a los suyos; somos un país pobre y sin empleo ni oportunidades, dicen otros tantos, pues sea usted quién genere empleo; que los políticos y funcionarios públicos son ladrones, dicen la mayoría, porque no comienza usted por no enseñarle a su hijo la ley del más vivo, por qué no comienza usted por enseñarle a su hijo a hacer la fila como es, a pasar la cebra como es, a hacer los exámenes sin copiar y con repercusiones.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://scontent-b-mia.xx.fbcdn.net/hphotos-xpa1/t1.0-9/1379456_10201393991064704_1213548831_n.jpg[/author_image] [author_info]Simón Arias Valencia Nacido en el Eje cafetero, estudiante de derecho en la universidad de Caldas. [/author_info] [/author]
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