Amigos de lo ajeno

Como quien adquiere un cuaderno y lo marca con su nombre para hacerlo suyo, los últimos cuatro alcaldes de Itagüí han hecho lo propio con las obras públicas del municipio. Aunque, todo hay que decirlo, en este país de vivarachos y oportunistas, seguramente esto que voy a relatar puede resultar paisajístico.

Los nombres de los exalcaldes Gabriel Jaime Cadavid, Carlos Andrés Trujillo, León Mario Bedoya, y del hoy alcalde José Fernando Escobar, están inscritos en placas inaugurales de casi todos los parques, canchas y obras públicas de Itagüí. Figuran especialmente los tres últimos alcaldes, pertenecientes todos a la misma casa politiquera y clientelista conservadora. Esos despreciables sujetos han plasmado sus nombres en todo adobe que levanten, creyéndose dueños del municipio. Han creído que Itagüí es su finca o apartamento, dándose la licencia de regar sus nombres por todos lados, como quien cuelga sus diplomas en el estudio de la casa… y así se los hemos permitido no solo a ellos, sino a muchas otras administraciones municipales, departamentales y nacionales.

Pero hay ciudadanos que confrontan lo paisajístico.

A finales del año pasado, la ciudadana Marla Gutiérrez logró que el Tribunal Administrativo del Atlántico ordenara quitar una placa instalada en el eterno Túnel de la Línea, en la que aparecían los nombres de Iván Duque y de otra partida de funcionarios. La ley es clara en ese sentido, y el Tribunal ordenó entonces que se cumpliera el Decreto 2759 de 1997, que prohíbe explícitamente “la colocación de placas o leyendas o la erección de monumentos destinados a recordar la participación de los funcionarios en ejercicio, en la construcción de obras públicas, a menos que así lo disponga una ley del Congreso”.

Algunas semanas después, obedeciendo tal vez a una especie de efecto dominó, el ciudadano y tocayo Santiago Restrepo Ossa le solicitó formalmente al alcalde de Envigado que removiera una placa de un parque, en la que figuraban los nombres de él y otros funcionarios. Como este es sigue siendo un Estado de derecho, y nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente, y mucho menos un alcalde, accedieron entonces a retirarla voluntariamente, antes de que algún magistrado lo ordenara.

Me les uno a la cadena de solicitudes de remoción de placas. Y es que posar de ejecutor o dueño de una obra pública es bastante ruin y ridículo, además de ilegal. Pero también es simbólico, en tanto transmiten el mensaje de que son ellos los dueños de NUESTRAS obras públicas; y saben que pueden hacer eso, aun cuando sea ilegal, porque tienen muy claro que Colombia es una masa amorfa a la que le pueden pasar por encima cuantas veces quieran… pero aun existimos los ciudadanos cautos.

Durante años, cuando caminaba por Itagüí, veía con cierto tono natural y con una sensación bastante paisajística que abundaban placas con nombres de alcaldes y concejales, como quienes se ufanan de ser dueños de esas construcciones. Nunca me percaté de que eso fuera ilegal, hasta que las acciones políticas de los empoderados ciudadanos ejemplares Santiago y Marla me pellizcaron y me sedujeron a solicitarle lo mismo a la administración de Itagüí. Pura cuestión de hacer respetar a la ciudadanía… y de dignidad.

De manera muy legal y respetuosa, solicité entonces el retiro de tan solo 18 placas, de las decenas que no registré. Días después me dicen que no retirarán tales placas, interpretando mal mi petición y el decreto. Me dicen que una de las excepciones del 2759 es que “las autoridades antes indicadas podrán designar con el nombre de personas vivas los bienes de uso público a petición de la comunidad y siempre que la persona epónima haya prestado servicios a la Nación que ameriten tal designación”. Señores de la alcaldía, yo nunca hice referencia a los nombres de las obras públicas como tal, sino a las placas que se instalaron allí.

Ante la negativa de acatar mi solicitud, envié copia de todo al Tribunal Administrativo de Antioquia, quienes remitieron la demanda a los Juzgados Administrativos Orales del Circuito De Medellín, a causa de falta de competencia. El proceso, por ahora, va en camino y espero no tener que escalar.

Si fallan en derecho, la orden a la alcaldía de Itagüí debe ser retirar esa y todas las placas con nombres de políticos.

 Santiago Molina

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Santiago Molina

Licenciado en Humanidades, Lengua Castellana de la Universidad de Antioquia.​

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