Altruismo efectivo: lo mejor que podemos hacer en tiempos de pandemia: Entrevista al filósofo Peter Singer realizada por el profesor Freddy Santamaría Velasco[1] (Universidad Pontificia Bolivariana)
“Ahora, más que nunca, debemos hacer lo mejor posible para ayudar a salvar y mejorar vidas; ya que los pobres serán sin duda los más afectados por esta crisis” (Peter Singer).
En los libros Salvar una vida: Cómo terminar con la pobreza y Lo más bueno que puedes hacer: Cómo el altruismo eficaz nos hace mejores personas, Peter Singer expone el “altruismo eficaz” como uno de los posibles caminos prácticos y más eficaces para eliminar la pobreza extrema. El “altruismo eficaz” se basa en la sencilla, poderosa y útil idea de hacer el máximo bien que se pueda. Para conseguirlo en la práctica, el filósofo australiano fundó The Life You Can Save cuyo objetivo es unir esfuerzos concretos, filantrópicos y eficaces para intentar mejorar la vida de millones de personas que viven en pobreza extrema. Sus escritos han sido traducidos a más de 25 idiomas, conviertiéndose en el «filósofo vivo más influyente del mundo»(New Yorker), en uno de los más conocidos y leídos en la actualidad. Peter Singer desde 1999 es profesor en Ira W. DeCamp en la Universidad de Princeton y también es Profesor Laureate en la Universidad de Melbourne.
Profesor Singer ¿Cómo ve el panorama actual frente a la crisis provocada por el COVID-19 en los paises más pobres? “Obviamente es mucho más sombrío que antes. Ya han muerto casi 200.000 personas, pero quizás aún más grave es la interrupción de la economía mundial, porque eso causará grandes dificultades a cientos de millones de personas, con consecuencias terribles, en términos de desempleo y hambruna por ejemplo, lo que tendría un efecto muy grave en el bienestar, especialmente a aquellos seres humanos más vulnerables de países pobres que no tienen trabajo y que la seguridad social no los proteje”.
Recientemente fue invitado por el New York Times para hablar, con otros cinco expertos en política, economía y bioética, sobre los principios y los valores que pueden guiarnos en los tiempos de crisis de salud que vivimos. Allí dejó clara su posición a la periodista y escritora Emily Bazelon: “las consecuencias de las recesiones económicas en los países de bajos ingresos son bastante diferentes a las de los países ricos (…) Actualmente estamos empobreciendo la economía, lo que significa que estamos reduciendo nuestra capacidad a largo plazo para proporcionar mejores servicios de salud, mejores servicios sociales para garantizar que las personas no estén en la pobreza. Hay víctimas en el futuro, después de la pandemia, que pagarán estos costos. Los costos económicos en los que incurrimos ahora se extenderán, en términos de pérdida de vidas, pérdida de calidad de vida y pérdida de bienestar”.
Y no se equivoca en su análisis el profesor Singer pues esta semana, debido al impacto económico de crisis sanitaria del COVID-19, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) proyectó que alrededor de 265 millones de personas podrían sufrir de hambre para este 2020, casi dos veces más que el año anterior. Sin lugar a dudas, la desnutrición y la humbruna podría acabar con la vida de más personas que el mismo coronavirus. En Colombia, Fedesarrollo preveé que para este año el desempleo pasaría del 10,5% al 13,3% y, en el peor escenario al 19,5%. El desempleo llevará a la pobreza de muchas familias que luchaban desde varios años por salir de esta.
Lo anterior lleva a preguntarnos, no solo en Colombia sino en muchos países con economías frágiles, cuánto tiempo se debe proteger el sistema sanitario con las cuarentenas y cuándo es el momento para abrir el sistema prouductivo y economico que genera empleo ¿Hay tal dilema entre salud y economia? “Ciertamente hay una opción de salvar vidas ahora, es decir, evitar que las personas mueran por el virus. Pero a la larga, si la economía colapsa, esto nos llevará a una situación muy difícil, pues la gente también morirá por falta de empleo, por el hambre, por el poco bienestar en su vida, nuevamente, como dije, especialmente afectará a las personas de los países pobres”. Esto es, sin lugar a dudas, un problema de ética práctica. Para Singer se debe pensar la pandemía desde sus consecuencias y no solo en términos de número muertes. De ahí que la premisa de que tenemos que hacer todo lo posible para reducir el número de muertes no es realmente la única premisa correcta, ya que también son fundamentales el bienestar y la calidad de vida. Los costos en los que puede incurrir un país, si se prolonga la cuarentena, ya no será solo con las vidas perdidas sino que se le sumará la pérdida de calidad de vida y de bienestar. Quebrar la economía reducirá la capacidad de los países para aportarle al sistema de salud, educativo y de seguridad social, ya precario en muchos países. Al seguir al economista Paul Frijters, Singer estima que, aproximadamente, los italianos han perdido un promedio de tres años de vida. Esto nos lleva a pensar que habrá víctimas en el futuro, después de la pandemia, que pagarán estos costos. En esta pandemia es fundamental tener en cuenta tanto la cantidad de años de vida perdidos como la cantidad de vidas perdidas por el COVID-19. Allí está el equilibrio.
¿Hoy es mucho más vigente su propuesta ética del altruimo efectivo? “El altruismo efectivo es flexible. Nos dice que hagamos lo que sea más beneficioso, en las circunstancias en que nos encontremos”. En su fundación The Life You Can Save se promueve, ahora más que nunca, la cultura de las donaciones a organizaciones benéficas que tienen alto impacto, como Oxfam o Against Malaria Foundation. El altruismo efectivo pretende pasar del asistencialismo y la ayuda ocasional, a transformar la vida de los más necesitados a partir de donaciones a las cuales se les pueda hacer seguimiento al impacto de sus resultados. “Con mi libro Salvar una vida quise animar a la gente a hacer más, para entender que tienen el poder de hacer la diferencia, salvar vidas, mejorar la calidad de vida de las personas que viven en extrema pobreza, a través de su tiempo, con donaciones a organizaciones benéficas y creíbles (…) Y creo que el propósito más satisfactorio y significativo que un humano puede encontrar es contribuir a hacer un mundo mejor”.
Para Singer la responsabilidad ética es fundamental en estos momentos debido a sus implicaciones prácticas. Ya lo dejaba ver en su libro de la década del 80, Ética práctica, en el que nos sigue exhortando a hacer algo por los millones de personas que viven en la pobreza, por mitigar las consecuencias del cambio climático y por replantearnos la forma en que tratamos a los animales no humanos. Para Singer son cuestiones filosóficas, que sin lugar a dudas, nos lleva a preguntarnos por lo que realmente importa, esto es, cómo se debe vivir del mejor modo la propia vida.
¿Qué problemas éticos prácticos nos hace pensar y actuar la pandemia del COVID-19? “Como hemos estado discutiendo profesor Santamaría, nos hace pensar en el problema de la prevensión y la contencion de la propagación del coronavirus en terminos de salud, pero, por otra parte, nos pone a pensar si deberíamos mantener la economía abierta y asumir más muertes por el virus”.
Frente a su celebrado libro Liberación animal de 1975 el profesor Singer ve con esperanza el gran aumento en la cantidad de personas que deciden no comer carne al comprobar el inmenso negocio de la leche y del maltrato animal en la factorías, aunque ve con preocupación los miles de millones de animales en las granjas industriales que ha aumentado desde la década de 1970 ¿Su libro Liberación animal puede ayudarnos a evitar que ocurran a futuro más pandemias producto de la explotación industrializada de los animales? “Por supuesto, la respuesta debe ser, en primer lugar, cerrar los mercados que venden animales salvajes para matar y comer, porque así es como se transmitió el nuevo coronavirus a los humanos; pero, en última instancia, también debemos cerrar las granjas industriales, ya que han dado lugar a muchos virus peligrosos, incluida la pandemia de gripe porcina de 2009”.
Para Singer, una vida buena no es solo una vida buena para mí personalmente, sino una vida en la que estoy contribuyendo a ayudar a otros a tener una vida mejor. Es aquella que me permite reducir el sufrimiento de otros, ya sean humanos o animales no humanos ¿Nos transformará la pandemia? ¿Seremos mejores después de esta crisis? ¿Es optimista con nuestra naturaleza humana? “Sería bueno pensar que seremos mejores después, pero eso puede ser solo una ilusión. Espero que en un año o dos todo vuelva a ser como éramos antes de la crisis. Quizás viajaremos menos, usaremos más internet, trabajeremos desde casa, nos movilicemos menos y eso sería bueno para nuestro clima. Allí estará un cambio a corto plazo que redundará en favor de nuestro planeta”. Pero Singer no es optimista de que los hombres, en un sistema tan aceptado como como el actual de consumismo e injusticia social, puedan actuar mejor de como han vivido, a pesar de la crisis del COVID-19 “(…) no espero ningún cambio fundamental en la naturaleza humana”.
[1] Doctor en Filosofía y Letras de la Universidad Pontificia de Salamanca. Especialidad filosofía del lenguaje. Coordinador de la Maestría en Estudios Políticos y Docente de la Universidad Pontificia Bolivariana. Autor del libro Hacer mundos: el nombrar y a significatividad (Siglo del Hombre Editores 2016). Entrevista realizada el 21 de abril de 2020.
La versión corta de esta entrevista disponible en: https://www.revistaarcadia.com/impresa/filosofia/articulo/solo-el-altruismo-eficaz-puede-salvarnos/81586
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