Algo feo está pasando en Jericó

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Es una paradoja que, en uno de los municipios más pacíficos de Colombia, que tuvo un récord de seis años sin una sola muerte violenta, que se rompió en el 2014, justamente en Vallecitos por un asesinato pasional, se presente esta situación”.


Jericó suele ser noticia por temas positivos que generan orgullo entre la comunidad: la canonización de Santa Laura, ser la sede de grandes eventos culturales como el Hay Festival, ser la cuna del carriel, gozar de museos que pocos municipios tienen el lujo de tener; su admirada arquitectura lo hacen parte de la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, compartiendo ese honor con sólo dos municipios más de Antioquia (Jardín y Santa Fe de Antioquia) entre los 125 que tiene el departamento.

Sin embargo, desde el 2014 vienen sucediendo hechos que no son normales y a los cuales no se les ha prestado la debida atención, situaciones que ocurren específicamente en dos veredas del corregimiento Palocabildo: La Soledad y Vallecitos; algunas personas de estas veredas comenzaron, de manera sistemática, a hacer retenciones ilegales e impedir el libre tránsito por la vía, primero a empleados de Minera de Cobre Quebradona, como si esta zona fuera un territorio independiente y tuviera su propia Constitución. Estos hechos están ampliamente documentados en diversos medios de comunicación (Ver registro de Teleantioquia en el 2014 y ver registro de Teleantioquia en el 2019).

Nunca ha habido una solución de fondo. Esto ha hecho creer a los que hacen las retenciones ilegales e impedimento del libre tránsito, que verdaderamente son la autoridad, los que deciden quién entra y quién no a estas veredas; lo grave es que ya no sólo le ocurre a la empresa Minera de Cobre Quebradona, la semana pasada, el 9 de febrero, fue noticia que hubo retención ilegal a funcionarios de Corantioquia y a una empresa contratista de la autoridad ambiental llamada Construdinco Civiles y Ambientales, quienes debían hacer un estudio para reglamentar la quebrada La Palma que como lo manifestaron ante la opinión pública mediante un comunicado (ver) “es de gran importancia para garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico en la comunidad de las veredas La Hermosa, La Cabaña, Palocabildo y Vallecitos”; agregaron que ante los hechos ocurridos “se interpusieron las respectivas denuncias ante las autoridades competentes por los hechos lamentables”.

Corantioquia, en un comunicado (ver), denunció que no era la primera vez que ocurrían estos hechos “es el último registrado, de una serie de situaciones que desde el año 2020 han dificultado la labor de la autoridad ambiental en este territorio, debido a obstrucciones generadas por algunos miembros de la comunidad que han impedido la realización de visitas y actividades técnicas”. La corporación ambiental confirmó que “interpondrá las denuncias (…) ante las autoridades competentes, a fin de que se adelanten las investigaciones y se tomen las medidas necesarias frente a los responsables de estos hechos y se proteja la integridad física y la vida de los funcionarios y contratistas que realizan su trabajo de campo”.

Off de record me han contado que se han hecho retenciones a personas comunes que deciden ir a la zona y hacer recorridos en caminata o bicicleta para hacer ejercicio y contemplar el imponente paisaje que se vislumbra desde La Soledad, apenas cruzan la frontera que divide a Palocabildo de Vallecitos y La Soledad, son abordados de manera intimidante por personas que empiezan a cuestionar quiénes son, para dónde van y qué van a hacer en las veredas. Es tal el nivel de intimidación que deportistas que hacían frecuentemente esa ruta, prefieren no volver.

Es una paradoja que en uno de los municipios más pacíficos de Colombia, que tuvo un récord de seis años sin una sola muerte violenta, que se rompió en el 2014, justamente en Vallecitos por un asesinato pasional, se presente esta situación, más aún que sea desde hace tantos años, que sigue ahí, de manera latente, silenciosa; y no se le haya dado la dimensión de lo que pasa para encontrar soluciones que permitan recuperar un territorio, que está perdido por el Estado, y donde lamentablemente impera la ley del más fuerte.

Corantioquia le hizo un llamado a la Defensoría del Pueblo, a la Personería Municipal, a la Fiscalía General de la Nación y a la Alcaldía de Jericó a investigar lo sucedido y tomar las medidas que correspondan; ojalá esta vez la institucionalidad acoja ese llamado con seriedad y compromiso para resolver de fondo la situación; una de las acciones puede ser instalar una estación de policía en el corregimiento, para que haya presencia del estado, que mediante acciones más pedagógicas que coercitivas se aprenda a convivir a respetar las normas y a construir juntos un mejor territorio.

José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

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