“La seguridad es un compromiso de todos”
La delincuencia, es un flagelo que nos toca a todos, no importa si eres rico o pobre, con o sin educación, blanco, negro o lo que fueras. Por estos días, Barranquilla vive unos momentos difíciles en materia de seguridad hasta el punto de generar zozobra por unos aparentes intentos de secuestro en una camioneta blanca; así, manifiestan las afectadas, denuncias que hasta el momento solo han sido dadas a conocer a través de las redes sociales y medios de comunicación locales, porque según las autoridades no hay una denuncia formal sobre el particular. Ante este panorama una situación singular en medio de esta coyuntura de inseguridad que afronta la ciudadanía y que no deja de sorprender por la astucia que puede tener el hampa.
Jennifer (así la llamaremos a petición de ella) tiene 22 años y es una de los miles de jóvenes desempleados de este país. Esta barranquillera como cualquier otra que está en busca de empleo y a la orden de cualquier trabajo digno o entrevista en pro de ello, siempre asiste a donde la citen buscando oportunidad para ganarse un par de pesos (sea por día o por temporada). Hasta ahí todo bien, pero fue hace un par de semana atrás que ir a una entrevista se le convirtió en una zozobra (cuando no es una empresa reconocida) los hechos que marcan esta historia se dieron en el barrio El Prado de la localidad norte centro histórico de la ciudad en mención, la joven después de ser citada para una entrevista en un almacén del centro comercial Portal del Prado (lo cual siempre fue falso) haciendo uso indebido del nombre de esta marca. Jennifer que fue contactada a través de un tercero para el puesto de (vendedora) en una de las tiendas del centro comercial, asistió a la cita puntual, acompañada de dos mujeres (también citadas del mismo modo) que oscilan en su edad, según relata la afectada, mientras esperaban en la calle el dato de dónde dirigirse a la entrevista, las tres fueron llamadas progresivamente en el mismo transcurso de tiempo para darle indicaciones que esperaran a fuera (en la carrera 50 con calle 53) ahí fueron abordadas por un sujeto posteriormente, al cabo de unos minutos, cuando las chicas empezaron a presionarlo que querían entrar para la entrevista porque llevaban mucho tiempo afuera (unos 30 minutos) el individuo les manifestó que se reunirían unas calles más allá de donde se encontraban a lo que ellas no accedieron. De repente les dijo que sacarán sus celulares porque él necesitaba instalarles unos supuestos chips (a lo que ellas cedieron) en ese instante llegó un taxi, inmediatamente procedió a presionarlas para que subieran al vehículo (a lo cual se resistieron) de inmediato desenfundó su arma, las apuntó y las amenazó hasta que en un segmento de 10 segundo las despojó de sus equipos celulares y algo de dinero dejándolas perplejas por lo ocurrido y dándose a la huida.
Las jóvenes se fueron desconsoladas hasta el CAI más cercano, interpusieron la denuncia y para su «consuelo» los agentes en el momento les manifestaron que ya tenían identificado al sujeto (el cual ellas reconocieron a través de fotografía) las autoridades les indicaron que a pesar de las denuncias y de ser reincidentes, ellos siempre se las arreglan para salir de la cárcel, expresó el oficial.
Ante este panorama, hacemos un llamado a las autoridades para que actúen de manera más efectiva y no convertir la búsqueda de empleo en una traumática experiencia en la que nuestra vida esté en juego sin saber hasta dónde sea capaz de llegar el dueño de lo ajeno.
