«Usted tiene en sus manos la oportunidad de recuperar el control del territorio y devolverle la seguridad a miles de colombianos que hoy viven bajo el dominio de la violencia y la ilegalidad”.
Señor Ministro Pedro Arnulfo Sánchez,
Reciba un respetuoso saludo. Su reciente nombramiento como Ministro de Defensa le otorga la responsabilidad de liderar la seguridad y estabilidad del país en un momento de alta conflictividad y crisis de confianza institucional. Desde una perspectiva constructiva, le comparto algunas consideraciones clave para fortalecer la seguridad y garantizar los derechos humanos en Colombia.
Uno de los mayores retos que enfrentará es el control territorial urgente. En regiones como Catatumbo, Chocó, Cauca, Arauca y el sur de Bolívar, la presencia de grupos armados ilegales ha aumentado exponencialmente, sustentada por economías ilícitas y la falta de institucionalidad. En el Catatumbo, solo en los primeros meses de 2025, más de 50,000 personas han sido desplazadas por enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC. Usted tiene en sus manos la oportunidad de establecer una estrategia multidimensional que combine operaciones militares, desarrollo social y recuperación de la confianza en las instituciones. Sin una intervención integral, estos territorios seguirán sumidos en la violencia y la ilegalidad.
Otro aspecto crítico que deberá atender con urgencia es la lucha contra la minería ilegal y el narcotráfico, principales fuentes de financiación de los grupos armados. Más allá del enfoque militar, su gestión debe apostar por una política de seguridad humana que promueva alternativas económicas sostenibles para las comunidades afectadas. La coordinación entre las entidades gubernamentales será esencial para desmantelar estas estructuras ilícitas sin afectar aún más a la población vulnerable.
Asimismo, el fortalecimiento de la capacidad operativa de las Fuerzas Militares será un eje clave de su administración. La modernización del equipo militar y el fortalecimiento de la inteligencia estratégica son fundamentales para enfrentar amenazas como el crimen organizado y la desestabilización interna. Sin embargo, la reducción presupuestal en el sector defensa genera preocupaciones sobre la sostenibilidad operativa de las fuerzas armadas. Usted deberá abordar este déficit con decisión para garantizar la seguridad nacional.
En cuanto a la estrategia de «Paz Total», su implementación ha estado marcada por la incertidumbre. Aunque el gobierno ha apostado por el diálogo con diversos actores armados, la continuidad de acciones violentas ha debilitado la confianza ciudadana en el proceso. Evaluar con rigor los avances de las negociaciones y establecer mecanismos de verificación efectivos será clave para garantizar acuerdos reales y sostenibles, sin comprometer la seguridad del país.
Finalmente, el liderazgo y estabilidad institucional del Ministerio de Defensa deben ser prioridades en su gestión. La crisis de seguridad actual exige de usted un liderazgo firme y articulado con otras entidades del gobierno. La confianza en las fuerzas militares y de policía dependerá de su capacidad para garantizar una gestión transparente y efectiva, que proteja a la población y defienda los intereses nacionales.
Señor Ministro, su liderazgo será determinante para el futuro de la seguridad en Colombia. Equilibrar las estrategias militares con el desarrollo social e institucional es el mayor reto que enfrentará. El país espera que asuma este compromiso con responsabilidad y visión de Estado.
Los buenos somos más.
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