Síndrome de Alta Exposición: El riesgo de esforzarse y destacarse

“El esfuerzo y la búsqueda de la excelencia en ocasiones tiene enemigos. Personas mediocres se dedican a hostigar a aquellos que están en búsqueda de su realización personal. Los humanos somos ricos en virtudes y talentos, solo debemos encontrar nuestro potencial y dejar de cuestionar a aquellos que luchan, persisten y no caen en el conformismo”.

«No se puede fortalecer a uno debilitando a otro; y no se puede aumentar la estatura de un enano cortando la pierna de un gigante», esta fue una frase del ejecutivo Norteamericano Benjamín Franklin Fairless y se puede asociar a la tendencia de conformismo y de limitar que se destaquen personas talentosas; principalmente líderes, académicos, deportistas y dirigentes pueden ser víctimas de esta clase de comportamiento. El éxito tiene enemigos, cuando una persona se destaca puede generar algún grado de incomodidad en sus semejantes. En el trasegar de nuestras vidas, vemos como personas que se esfuerzan enfrentan muchos retos y uno de los más duros es la resistencia, oposición y envidia. El síndrome de alta exposición, síndrome de Procusto o también llamado síndrome de la amapola alta hace referencia a las dificultades propias de quien por sus cualidades representa un cambio en determinado escenario en la sociedad y en contrapartida reciben desprecio. El epónimo de «síndrome de la amapola alta» nace de la acción de cortar la amapola más alta para que todas tengan el mismo tamaño.

También podemos encontrar el síndrome de alta exposición representado en ese tipo de personas que al ver talento en otras personas y temer por ser superados deciden censurarlos y eliminarlos. En este punto, este tipo de personas habitan en un mar de mediocridad y se aplica el «No hacer y ni tampoco dejar hacer».

Vale la pena mencionar que este tipo de comportamiento ha sido descrito en la historia, por ejemplo, cuando el tirano Trasibulo de Mileto le recomendó a Periandro deshacerse de los ciudadanos más destacados. Personas con una baja autoestima son susceptible de padecer este síndrome y dedicarse a hostigar. Los afectados por trastornos narcisistas de la personalidad también pueden ser protagonistas de situaciones que afecten a personas que se dedican a hacer bien su trabajo y a marcar la diferencia. Desafortunadamente, la persona criticada o vilipendiada en ocasiones para evitar ser víctima de ataque o acoso puede desarrollar temor a destacarse y mantener el llamado “bajo perfil”.

Un estudio realizado en estudiantes en Australia reveló que las personas se alegraban más del fracaso del estudiante destacado que del fracaso del estudiante con bajo rendimiento. De esta manera el despreciar las virtudes de las personas destacadas pareciera que es un comportamiento normal en lo humanos.

Debemos valorar el esfuerzo de aquellos individuos que por su persistencia y características lograr alcanzar sus metas. Apreciemos el talento que cada uno tiene, todos los humanos estamos llenos de virtudes, solo debemos encontrarlas. Cuando hallamos el sentido de nuestra vida, dejamos un lado el criticar a nuestros semejantes y avanzamos por el sendero de la felicidad.