Por un sentido para la navidad

Por estas fechas, así como en semana santa, podemos ver en todo su esplendor la “religiosidad” de los que dicen creen en Dios, ya sean católicos, cristianos, agnósticos y demás variantes de los que creen en un Dios.  Las calles y casas se llenan de novenas, de pesebres y demás simbolismos religiosos.

No soy creyente y en el fondo del corazón creo que nunca lo fui, de niño se nos  obligado a ir a misa, a conocer uno que otro salmo, antes que a leer, se aprende el padre nuestro, el avemaría, el ángel de la guarda y el credo, antes de acostarse siempre se da la bendición y  en una que otra comida se da gracias a dios por los alimentos. Cuando alguien muere se hace pasar como bueno, “dale señor el descanso eterno”. Cuando uno es niño ve todo esto como algo fundamental, como una tradición, en parte aprendida  y en parte impuesta, pero en realidad nunca como niño se participa en actos de bondad, que es en realidad lo que trato de enseñar Jesús en los apartes positivos que tiene la biblia. Es curioso como los no creyentes entienden mas el mensaje de los textos religiosos, que las mismas personas que profesan una fe, así de la biblia no hayan leído ni el primer párrafo.

Uno fue a la iglesia a orar y hay que admitir que las primeras veces fueron fascinantes, pero cuando se va creciendo  también se aprende de lo vacio del mensaje que da el cura, se dedica sin más a predicar y al terminar se va en su carro último modelo, de pequeño nunca vi al cura, perdonar a un pecador, lavar los pies al más pobre, ni aceptar en la iglesia al mal  vestido.

Se va a la iglesia con los mejores chiros fiados en Flamingo o su equivalente de la época, a coste de pagar el arriendo o mercar. Ir a la iglesia se convierte mas es una ceremonia social de estatus, que en una enseñanza del mensaje religioso. “Palabra de Dios, te alabamos señor” y se acaba la vaina, nunca se aprendió nada, nunca se reflexiono sobre nada, nunca cambio nada. La vieja chismosa sale igual de chismosa, el avaro sale a cobrar sus intereses, el sicario revisa la foto de la victima después de bendecir el arma, el ladrón es echando ojo a ver quién da papaya, la adultera mira alrededor a ver quien esta follable, y la que maltrata a los hijos sale con uno de las orejas por haber hecho bulla en la iglesia.

Así como la iglesia, templo, parroquia pierde su significado, así mismo lo pierde la navidad, lo que en un principio, celebra la unión familiar, la caridad hacia los demás  y el recuerdo de las enseñanzas de Jesús es convertido en un símbolo de estatus y de consumismo, solo hay que poner un pie en el centro de la ciudad para ver los mares de gente rindiendo tributo a la navidad por medio de la plata. No entiendo las ansias de esperar el último mes del año para renovar el ropero y comprarlo todo más caro,  se inicia  y se termina el mes con toneladas de pólvora, así en esta celebración se quemen miles de niños, se realiza la cena de navidad con los ingredientes más caros del mercado, pero muy pocas veces se invita a alguien externo  a la familia menos favorecido.

Para ellos conviene recordar algunas de las enseñanzas de Jesús: http://www.noticiassin.com/2013/03/las-grandes-ensenanzas-de-jesus/

La verdad es más triste aun, la gran mayoría de los que dicen creen en Dios y se dan golpes de pecho “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”, son solo personas que aceptan el catolicismo y es cristianismo como tradición, heredada o impuesta,  pero son inmensamente hipócritas cuando de ayudar se trata. Aunque no creo en Dios ni en la religión, respeto y celebro a los que creen de verdad, a los que ayudan y son bondadosos,  así no crean en nada, y a los que no solo rezan sino que actúan, de nada vale rezar porque con rezar nada cambia, no se puede más que respetar a quien es consecuente con lo que predica.

La intención de este articulo no es alabar o criticar a una religión en especifico, ni pretender que todos se conviertan en santos y fieles cristianos  perfectos e impolutos, pero al menos que esta navidad y este año nuevo reflexionen acerca de los actos de su confesada o falsa religiosidad,  es solo una invitación para que sean consecuentes con lo que creen.

Sobre el significado de la navidad, por amor a Dios, Yahveh, Yisus o Krisnah, aprovechen la navidad para estar con sus seres queridos y no para comprar cosas, y por ultimo pero no menos importante, si usted no es creyente como yo, sepa que de nada le vale hacerse el grinch, disfrute con las personas que quiere, si ellos creen, déjelos creer.

 

 

 @CristianMDE

[author] [author_image timthumb=’on’]https://alponiente.com/wp-content/uploads/2014/12/Cristian-Ortega.jpg[/author_image] [author_info]Cristian Ortega Estudiante de Economía de la Universidad de Antioquia, Blogero, Critico de la Política tradicional y las mafias políticas Colombianas. http://enlamiraciudadana1.blogspot.com/  Leer sus columnas[/author_info] [/author]

Al Poniente

Al Poniente es un medio de comunicación independiente que tiene como fin la creación de espacios de opinión y de debate a través de los diferentes programas que se hacen para esto, como noticias de actualidad, cubrimientos en vivo, columnas de opinión, radio, investigaciones y demás actividades.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.