Espejito, espejito ¿quién es el fiscal más bonito?

Y fue así como el encantador Narciso (encantado) observó su rostro en el agua y decidió que era hermoso, mientras que en un trópico muy lejano un fiscal (embolsillado) se vio en el espejo y decidió que era el mejor fiscal de la nación…


Y fue así como el encantador Narciso (encantado) observó su rostro en el agua y decidió que era hermoso, mientras que en un trópico muy lejano un fiscal (embolsillado) se vio en el espejo y decidió que era el mejor fiscal de la nación…

Según cuenta la mitología griega Narciso si era hermoso, pero… ¿será que nuestro fiscal si es el mejor fiscal de la nación?

Este cuento comienza en twitter donde la honorable fiscalía de Colombia, en su cuenta oficial, decidió pasar de ser el principal ente investigador y acusador, a ser el principal ente de la farándula colombiana. Con sus facultades bien claras (faltaba más) eligió a su personaje ilustre de la semana, a su “personaje al alza” y coronó con semejante título a su Fiscal General…Francisco Barbosa.

La autoproclamada distinción causó revuelo y no es para menos, que la misma institución que uno dirige le diga a uno mismo que es el mejor director de la mismísima institución, es un paradójico cuento que ni a Pombo con P se le pudiera haber ocurrido. Pero para la Colombia con P todo es posible, es una fábula autóctona, es un hecho casi espiritual, es una autoconversación trascendental en la búsqueda del Yo, y más que eso, es un acto de puro amor (un amor muy personal).

Lo cierto es que la lambiscona iniciativa venía acompañada ya del diario la Republica y claro, de la revista Semana (que está a la baja), aun así, la fiscalía publicó el nombramiento como suyo.

Esta subienda ni siquiera la pudo diagnosticar tal cual y en lugar la definió el mismo fiscal ¿parecidos razonables? (respétenme a tal cual)

Café: “bajó”, petróleo: “bajó”, la papa: “bajó”, Barbosa: “subió” (léase con la ronca voz de nuestro afamado personaje del programa del consumidor)

Y como Barbosa —“subió”— pues hay que decir porque fue que —“subió”—, la inflación vino del anuncio de una docena de imputaciones por el caso Odebrecht, escándalo que estalló por allá en el 2016 y que contiene hechos hasta del 2010, entonces qué fue lo que subió ¿la falta de eficacia?

No, para nada… es que hay que congratular el empujoncito que nuestro ilustre fiscal le dio al proceso (así sea su deber) y agradecer aún más que con ello se hace evidente el paquidérmico sistema de investigación y acusación, que emprende con la misma energía de un conocido sistema criollo de vacunación.

Pero cómo le vamos a exigir tanto al “recién llegado fiscal” cómo si apenas lleva tan solo un año, uno en el que no le hemos exigido nada, ¡nada!  ¿al alza el fiscal? al alza están las masacres de líderes sociales, al alza los feminicidios y la inseguridad en general. Qué le vamos a pedir si nunca le hemos pedido más, bueno, nada que no sea gastarse los recursos de la nación en sus paseos familiares a San Andrés, nada que no sea evitar inmiscuirse en la política o despotricar sobre el agonizante tratado de paz (hágame el favor).

Lo cierto (o no tan cierto) es que las cifras de hurtos y homicidios se redujeron para el 2020 la razón…obviamente el fiscal Barbosa (bien ahí fiscal) ¿o no? Porque esa baja se debió principalmente al COVID 19 (mal ahí fiscal). Pues sí, con lo que no pudo el confinamiento fue con las masacres que según INDEPAZ para el 2020 ascendían a casi a 300 víctimas y para lo que va del 2021 se sumaron 73 asesinados y contando.

Por otro lado, según el observatorio de feminicidios en Colombia en el 2020 se registraron 227 muertes y para enero del 2021 se contabilizaban 16 víctimas más.

Todos estos procesos irán a parar al escaparate (ahora virtual) del principal ente investigador y acusador de la nación, a quien ensalzamos por el “alza” pero de ineficacias, pues el 80% de los procesos en el país van a juntar polvo al archivo fiscal (o bueno con la llegada de la tecnología) a sumarle megas a la preclusión.

En fin, pero por qué acusar a Barbosa de megalómano, ególatra (o de buen fiscal) eso no lo sabremos jamás, pudo ser que la publicación en la cuenta oficial “se hizo a sus espaldas” o bueno, hay que tener muy en cuenta que estamos en Colombia y si ya vimos a una militar cargándole los chécheres a la vicepresidenta, no es descabellado que el “jefe de campaña del fiscal” (o como se llame el cargo del que le limpia la imagen a la institución) haya actuado en uso de su legítima y criolla facultad de ser lambón, con todo y que somos un país servil por naturaleza (por naturaleza desafortunada).

Con todo esto, su fiscal ya se encuentra preparado para su lanzamiento estelar en “el programa número uno de la televisión humorística” ¡Prevención y acción! interpretado por el súper comediante Iván Duque como el Presidente de los colombianos, quien junto a sus ministros amañan una hora de transmisión en directo, para adularse y felicitarse los unos a los otros por sus “eficaces triunfos…”

  • Gracias señor presidente
  • Gracias señor ministro…(bis)

Ahora sí, gracias señor fiscal por enseñarnos que “amarse a uno mismo es una historia de amor eterno” (¿o eso fue de Wilde?) bueno, solo esperamos que el fiscal pueda amaros a unos y otros tal como se ama a sí mismo, mientras en su bunker se pregunta:

  • Espejito, espejito ¿quién es el fiscal más bonito?

 


Referencias

Morales Sierra, F. (3 de enero de 2021). El primer año del fiscal Barbosa: escándalos, Pandemia e inseguridad. El Espectador.

Quintero Martínez, K. (13 de enero de 2021). Feminicidios en Colombia 16 mujeres han sido asesinadas en los primeros 13 días del año. El espectador.

Iván Villota López

Estudiante de derecho, apasionado por la lectura y la búsqueda de una voz propia al escribir, por redactar a mi manera, opinar sobre temas de política, derecho y combinarlo con la historia y literatura.

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