Al Poniente conversó con John Jairo Arboleda Céspedes, actual decano de La Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia y candidato a la rectoría de la misma universidad, sobre su visión de la educación pública universitaria, situación actual de la UDEA y sus propuestas para la universidad en caso de ser elegido rector.
¿Quién es John Jairo Arboleda?
Soy un universitario de largo tiempo en nuestra hermosa Universidad de Antioquia, empecé mi formación como médico veterinario en el año 1983, fui deportista de representación de la Alma Mater, posteriormente hice una maestría y estuve trabajando en el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, en enfermedades exóticas. Luego, tuve la feliz oportunidad de retornar al país, vincularme a la universidad a través de un concurso público de méritos, pasar por todo el proceso que pasamos todos los profesores de la universidad, ser profesor de cátedra, profesor ocasional y finalmente, este gran honor de ser profesor vinculado a la Universidad de Antioquia.
Soy un profesor universitario comprometido con la universidad pública que ha tenido la grata oportunidad de conocer esta institución, de dirigirla desde los más altos cargos; con una trayectoria, recorrido y acompañamiento de una gran cantidad de gente valiosa que tiene la universidad y, que nos ha permitido alcanzar logros muy importantes para la universidad, para el departamento y el país. En este momento ejerzo como decano de la facultad de ciencias agrarias.
¿En qué es su maestría?
Maestría en ciencias básicas biomédicas de la Corporación Ciencias Básicas Biomédicas y soy profesor vinculado desde el año 2000 a la Universidad de Antioquia.
¿Por qué lanzarse a la rectoría de la Universidad de Antioquia?
Porque lo más importante es creer y querer ser esa altísima dignidad que representa el rector de la Universidad de Antioquia. Segundo, porque tengo el conocimiento, la experiencia, la trayectoria y la credibilidad ante la comunidad universitaria de nuestra capacidad puesta al servicio de la universidad pública por excelencia que tiene el departamento, y en ese sentido, también he demostrado a lo largo de mi trayectoria que he sabido rodearme de un gran equipo de trabajo que permita acometer tareas tan difíciles como la regionalización de la Universidad de Antioquia y generar en este momento algo que empezó como un “embeleco” de un rector en su momento y convertirla en una política pública no solo del orden local o regional sino también nacional; no es posible encontrar en este momento ningún lugar del país o del departamento en el cual no se hable la importancia de la educación superior para el desarrollo de las regiones y para cerrar brechas de inequidad.
¿Cuál es su lectura actual de la Universidad de Antioquia?
Yo creo que la Universidad de Antioquia viene ajustándose al nuevo milenio y es necesario un re direccionamiento estratégico importante aprovechando el nuevo plan de desarrollo que permite acometer tareas fundamentales que no se pueden quedar de lado. La primera es garantizar la financiación de la educación superior pública, no solamente la de la Universidad de Antioquia sino, acompañarse de los líderes de otras universidades que nos permita tener un futuro seguro de presencia y de desarrollo de estas instituciones tan importantes para el país.
Segundo, no es posible hablar ni de calidad académica, tema que es inherente a la educación pública colombiana; de la excelencia académica, de la calidad de nuestros programas e instituciones, si no aseguramos el proceso financiero. Lo otro que se deriva también de esta es que, no es posible hablar de un tema tan sensible en la universidad pública como lo es la autonomía universitaria si no aseguramos los recursos financieros que nos den la posibilidad de poder planificar el futuro de la institución, pero también que vamos a conseguir los recursos que nos permitan ejecutar los planes de desarrollo que tenemos.
¿Cómo definiría usted los puntos fundamentales de su campaña?
Además de los mencionados, hay otro que por supuesto tienen que estar allí como es el tema del momento histórico que está viviendo el país con la implementación de los Acuerdos de Paz; Antioquia dentro del contexto nacional ha sido uno de los departamentos mayormente afectado por el conflicto armado, es una enorme responsabilidad institucional y tenemos que asumir el liderazgo que aún no hemos adoptado: esa participación fundamental en la sociedad antioqueña que también está esperando, que su universidad, su Alma Mater, le muestre el modelo de convivencia y bienestar para todos, sin necesidad de recurrir a la violencia.
¿Qué lo diferencia a usted de los demás candidatos?
La trayectoria, la experiencia, la credibilidad y un tema supremamente importante que la comunidad reconoce es, la cercanía a las personas. Proponemos entonces que esa cercanía con los estamentos tiene que servir para fortalecer la democracia en la universidad, para lograr coparticipación, pero también, corresponsabilidad en actividades importantes y que, es la única manera que yo he entendido de lograr una administración pública tiene que ser de cara a la comunidad universitaria, de cara a los estamentos, con los estamentos, para los estamentos y desde los estamentos y así podernos proyectar a la sociedad.
Desde su visión, ¿qué le aporta la Universidad de Antioquia a las regiones y al país?
La universidad hace un aporte fundamental, lo primero es que es un factor de equidad en un país tan desigual, tan inequitativo, la Universidad Pública representa una poderosa herramienta de ascenso social y económico sin distinción de credos, razas o religiones; esto es una universidad pluralista, abierta, diversa. Esta institución, como dice la profesora María Teresa Uribe, es uno de los últimos reductos que nos quedan para mirarnos como iguales y debe respirar democracia. En una sociedad tan desigual es imperativo la existencia de la universidad pública que le abra la puerta a una gran cantidad de jóvenes que de ninguna otra manera pudieran ingresar al mundo universitario, esta universidad lo viene haciendo hace más de doscientos años, lo viene consolidando en las regiones, como lo decía, pasó de ser un “embeleco” a una política pública y, en este momento, tenemos una buena oportunidad para demostrarle al país y al departamento que si bien las oportunidades están concentradas en las grandes ciudades, la inteligencia si está muy bien distribuida a lo largo y ancho del territorio y que lo que necesitamos es “arrimar” oportunidades de formación, “arrimar” presencia institucional para que los jóvenes puedan demostrar de qué están hechos y de qué son capaces, para convertirse en factor de desarrollo y bienestar.
La universidad lleva más de 22 años en este proceso de Regionalización y creo que los resultados saltan a la vista y tenemos un antes y después de la presencia de la universidad en todas las subregiones del departamento de Antioquia.
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