EN LA HORA MÁS GRAVE DE LA PATRIA, ES LA HORA DEL PUEBLO, DE LA UNIDAD, DE LA ASAMBLEA NACIONAL.
Esa palabra del pueblo el 6D es un mandato a la Nación a través
de la Asamblea Nacional. Es el mandato del inicio inmediato de la TRANSICIÓN
DEMOCRÁTICA PACÍFICA Y CONSTITUCIONAL del régimen que fenece a la Republica
que renace. En la construcción de esa TRANSICION todos los venezolanos
y sus instituciones, especialmente la Asamblea Nacional, la Fuerza Armada
Nacional, los Gobernadores y Alcaldes y las Iglesias tenemos un rol de primera
línea. No le fallemos a Venezuela!
¡CON LA UNIDAD, AHORA MAS QUE NUNCA!
LA SOLIDARIDAD CON LOS PRESOS POLÍTICOS
Quisiera agradecer una vez más a todos quienes han sido consecuentes
con la causa de los presos políticos y exiliados. La solidaridad recibida dentro
de Venezuela y de todas partes del mundo nos ha fortalecido para mantener
incólumes nuestras ideas, que siempre han buscado un mejor destino para La
Patria.
ES LA HORA DE LA UNIDAD
Hoy, más que nunca, es la hora de la UNIDAD. Sin ella no hubiera sido
posible la arrolladora victoria popular del 6D. Hoy el PAIS necesita de una Unidad
aún más amplia, más compacta y más proactiva de cara al futuro. Dadas
las nuevas circunstancias: la insólita decisión del régimen por desconocer la
potestad de las Instituciones y desoír el sagrado mandato que dimana del soberano:
liderar el Cambio.
Debemos tener claro la diferencia y exigencias entre ganar unas elecciones en
condiciones de normalidad institucional, y gobernar a un país en medio de una
crisis insondable, de unas dimensiones que no recuerdan ni siquiera nuestros
antepasados. En circunstancias de crisis los parlamentos se designan para producir
los grandes cambios que las circunstancias históricas demandan. Es el
caso de Venezuela.
ES LA HORA DE ENFRENTAR LA CRISIS
No obstante, decir que el PAIS está en crisis es una perogrullada. Lo lógico es evidenciar que conocemos la dimensión de su descalabro y sobre todo sus causas, identifiquemos sus salidas y actuando en
concordancia demostremos que estamos a la altura de la altísima responsabilidad que el destino pone en nuestra senda. Cuando el gobierno se desmorona por el peso de su desprestigio, su demoledora incapacidad y su falta de patriotismo, la ciudadanía requiere contar con una alternativa creíble, confiable y consciente de que solo
trabajando coherentemente, sin titubeos ni mezquindades será posible salir de este abismo en el que nos hundió un régimen
con un modelo equivocado y además corrompido.
SOLO UNIDOS RECUPERAMOS LA DEMOCRACIA
Hago un llamado a fortalecer la UNIDAD
por encima de naturales diferencias.
Llamo a respaldar incondicionalmente el
trabajo institucional que lleva adelante el diputado
Henry Ramos Allup como Presidente
del foro parlamentario. Llamo a respaldar
incondicionalmente el trabajo de defensa y
reconstrucción democrática que intenta llevar
a delante la mayoría de la Asamblea Nacional,
en contra del sabotaje antidemocrático
y antipatriótico de la bancada oficialista
al servicio del régimen.
La crisis es tan inmensa que nadie por si
solo puede cargar con el peso de enfrentarla
y superarla. Solo remando juntos, unidos
y en una misma dirección será posible enderezar
y llevar a buen puerto la nave de
la República. No solo se agotó el ciclo de
los altos precios del petróleo, sino también
el tiempo para populistas y demagogos.
Venezuela esta apremiada de ciudadanos
responsables y de líderes serios, bien centrados,
claros en sus ideales y plenamente
conscientes de su responsabilidad histórica:
la salvación de la República.
ES LA HORA DEL PUEBLO, PALANCA DEL
CAMBIO.
En el pueblo reside la palanca del
cambio. Solo la invencible fuerza de las mayorías,
activas y conscientes, dando testimonio
de su voluntad puede resolver el
grave dilema en que nos encontramos. De
allí la ineludible necesidad de unir los corazones
del pueblo con el corazón del liderazgo,
asentado en la ASAMBLEA NACIONAL.
Hay que hablarle claro al pueblo para que
esté al tanto de la profundidad de la crisis
y las formas como vamos a detener y revertir
este agudo deterioro económico y social
para evitar que los más pobres y las empobrecidas
clases medias sean estrangulados
por la miseria generalizada que será la nefasta
herencia que deja este régimen ahora
definitivamente en fase terminal. Hay que
consolidar la alianza liderazgo Pueblo. En
ella reside la clave de la solución de todos
nuestros graves problemas.
UN PROGRAMA PARA LA TRANSICIÓN
Debemos contar con un plan bien
articulado en lo político, en lo económico
y en lo social, fundamentado en un sólido
compromiso MORAL. La credibilidad y la
autoridad moral del liderazgo serán las vigas
maestras para sostener ante el pueblo y
ante el mundo el exigente programa de rescate
nacional.
El pueblo es la base de la soberanía. Ninguna
institución improvisada a la carrera bajo
la ordenanza de poderes espùrios y ajenos
al sentir nacional puede atribuirse el derecho
a dictar la ley. La Asamblea es la máxima
autoridad democrática. De allí que esa tarea
de sabotaje que se le ha asignado a algunos
integrantes del TSJ, como se sabe, irregularmente
designados, tiene que ser rechazada.
De lo contrario nos haríamos cómplices de
la encomienda de ridiculizar y debilitar el
poder legítimo que se dio el pueblo el pasado
6 de diciembre. Sin esa base no será posible
relanzar la economía productiva. Ni activar
una reingeniería financiera para sanear
las cuentas públicas que incluya el rescate
de los capitales fugados y estafados.
LA RECONSTRUCCIÓN DE NUESTRA ECONOMÍA
EL GRAN DESAFÍO
La reconstrucción de nuestra economía
es un gigantesco desafío, pero es perfectamente
posible. Es posible crear polos
agropecuarios y agroindustriales con insumos,
semillas, seguridad y precios justos.
Podemos sembrar y cosechar en Venezuela
para la propia alimentación y aun para la
exportación. Hay que establecer una Agencia
Nacional de Energía para que podamos
aprovechar no solo nuestra fortaleza petrolera
sino el inmenso potencial energético
con que El Creador doto a esta tierra llamada
Venezuela. Allí y en los inmensos capitales
venezolanos en el exterior están las fuentes
primeras para financiar la difícil etapa inicial
de la transición del desastre heredado a la
Venezuela recuperada.
UNIDAD PARA EL DIÁLOGO
La Unidad no es un término vacío de
contenido. La Unidad debe dialogar con una
agenda en la mesa, con puntos concretos y
esa ronda debe incluir sectores del propio
gobierno, pues debemos asumir que mas
allá del grito obligado del “Patria Socialista”
debemos suponer la existencia de unas
cuantas personas con conciencia de lo que
está pasando y de que aun el desenlace fatal
que es posible evitar. Con la iglesia como
factor conciliador, con la FFAA que tienen
una altísima responsabilidad con lo que está
ocurriendo y una oportunidad para reivindicarse
con el pueblo al que se deben, como lo
hicieron el 2 de Diciembre de 2007 y el 6 de
Diciembre de 2015.
ES LA HORA DE GOBERNADORES Y ALCALDES
Con los Gobernadores y Alcaldes, que representan
la diversidad política y geográfica
del país, ellos tienen un rol crucial en el
dialogo nacional para encontrar una salida a
la crisis. Ellos saben, porque lo reciben del
contacto diario con sus comunidades que
la crisis ha llegado a niveles insoportables
para el pueblo y que el gobierno de Maduro
es absolutamente incapaz para afrontarla.
Hay que escuchar también a los académicos,
a los estudiantes, a los gremios, a los trabajadores.
Y contar con los medios de comunicación,
cumpliendo su rol de informar con
apego a la realidad lo que pasa y se hace.
POR LA ASAMBLEA, CABAL EXPRESIÓN DE
LA SOBERANÍA NACIONAL
La Asamblea Nacional es el centro
de la política venezolana en este crucialmomento
histórico. Allí reside la expresión más
cabal, más legítima y más actualizada de la
soberanía nacional. Allí esta representada
la total diversidad de nuestro arco político e
ideológico. Ella tiene atributos y mandatos
constitucionales así como tiene también imperativos
históricos indelegables e impostergables.
Nada ni nadie pueden detener o
desconocer su mandato, dentro de los límites
de la Constitución Nacional. Oponerse
a ella pretendiendo el uso impropio de poderes
que le son derivados para bloquear
su búsqueda de salidas a la crisis que nos
acogota es oponerse al pueblo que se expresó
abrumadoramente por el cambio político
urgente el 6D. Pero sobre todo, oponerse a
la Asamblea Nacional es intentar, con una
criminal ceguera histórica, taponar las vías
de una salida pacifica y cívica a la crisis
como lo reclama hoy una abrumadora mayoría
nacional superior al 85% del país. Los
venezolanos, todos, de todos los colores políticos
y sin ningún color político debemos
acuerparnos en torno a la Asamblea Nacional,
expresión cabal del poder originario del
pueblo y acompañarla en todos los planos y
en todas sus iniciativas y convocatorias para
construir, con la premura de los tiempos que
impone esta crisis global, la salida política
urgente que toda la Nación reclama.
EL MANDATO DEL PUEBLO POR UNA TRANSICIÓN
DEMOCRÁTICA. PACÍFICA Y CONSTTUCIONAL
El 6D el pueblo habló. Habló claro,
alto, firme, inequívoco. Exigió un cambio
político urgente. Lo reclama por vías pacificas,
cívicas, democráticas, sin salirse de la
Constitución Nacional. Y lo exige dentro de
un espíritu de Reconciliación para retomar
la UNIDAD NACIONAL. Reclama reconstruir
las instituciones, recuperar la economía,
restituir la descentralización con el pleno
respaldo a gobernaciones y alcaldías. No
quiere retaliación pero exige Justicia. Sin
venganza, pero sin impunidad.
Con la Unidad,
AHORA MÁS QUE NUNCA.
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