Vocación, idoneidad y creatividad: el saber ser de un maestro


Allí donde se cruzan tus talentos y las necesidades del mundo, está tu vocación”  (Aristóteles)


¿Está fallando el Sistema Educativo en el saber ser del maestro? ¿Cuál debe ser el saber ser del maestro del siglo XXI? ¿A qué debe apuntar su formación? ¿Qué ha empujado tanto a los maestros en el país a continuar con su labor docente? ¿Será la creatividad el talento transformador para una sociedad como la nuestra? Un sistema educativo que no evoluciona al mismo ritmo que lo hace el mundo y que no logra adaptarse a los cambios socioculturales ni satisfacer las demandas de una sociedad tan crítica como la nuestra, y que a menudo falla en sus diferentes escenarios o formas de ver la educación con la llamada  estandarización, en la cual nos compara como un grupo homogéneo, nos evalúa con contenidos homogéneos y por ende busca resultados homogéneos. La escuela, ha quedado con poca facultad para responder a las capacidades individuales de los educandos; con currículos desvinculados de la realidad los cuales no responden a las necesidades de las personas y su entorno, es decir se trata de una preocupación por una enseñanza-aprendizaje autónomo que tenga como objetivo prioritario, potenciar la articulación de lo que allí se aprende con lo que debe ser enseñando en el contexto escolar para favorecer una plausible formación integral. (Mora, R. et al. Currículo y pedagogía: Abordajes teóricos y conceptuales para la investigación educativa. Ediciones Universidad Simón Bolívar, Barranquilla, 2007).

El sistema educativo no solo falla con el saber ser del educando, sino también con el saber ser maestro donde al igual que el estudiante es mirado, evaluado y considerado como un número más a través de su burocracia, matando a todos la creatividad, cada uno tiene unos talentos y habilidades de aprender y enseñar diferente,  enseñando a todos de la misma forma hace daño, dado que existen las llamadas  inteligencias  múltiples, pero ninguno de los responsables constitucionales y legales como lo son: la familia, el Estado y la sociedad se disponen a encajar en un derecho que nos compete a todos construir. (Mora, R. Prácticas curriculares, cultura y proceso de formación Segunda Edición. Ediciones Universidad Simón Bolívar, 2012).

El mundo de hoy, requiere maestros que sean más que facilitadores del conocimiento, que ejerzan un papel protagónico para rescatar mediante nuevas alternativas y estrategias pedagógicas el desarrollo humano integral ante la pérdida de los valores individuales, familiares y sociales que actualmente están haciendo crisis en todos las órdenes, niveles y estamentos en nuestra sociedad; que apunten a su creatividad y capacidad de elegir lo que es pertinente, la Constitución Política de 1991, en el artículo 68, señaló en términos generales que la enseñanza estará a cargo de personas de reconocida idoneidad ética y pedagógica.

No obstante la profesión docente en los últimos años ha estado signada por conflictos laborales, salariales y políticos, siendo la vocación el único camino que permite continuar la misión de educar; por supuesto que creer que todos los docentes en ejercicio lo hacen por vocación sería una ingenuidad; y esto es válido para cualquier profesión dado que, ser profesor hoy es casi heroico. No sólo por el bajo salario y la alta dedicación que el asunto exige, sino también, y quizá principalmente, por la falta de reconociendo de su rol en la sociedad el cual está haciendo desmotivar al docente, ellos han dejado de ser el icono de excelencia de una sociedad y se han convertido en una profesión desprestigiada, ahora son culpable de muchas de los problemas que afrenta la sociedad.

Pero a pesar de todos esos problemas que arraigan la profesión docente, creemos que tenemos una gran responsabilidad porque los seres humanos y los países se construyen y se destruyen en las aulas y entendemos que la clave no está en los materiales, los recursos, las metodologías, los contenidos currículos sino en la forma, en la relación  de entender la vida, la educación. El secreto es la mirada de cada ser humano sobre los otros de lo que hace y de lo que es, entendiendo que el aprendizaje es una continua transformación que a partir de la creatividad de la cual todos tenemos, porque es un talento innato de todo ser humano lo podemos lograr.

Según, Getzels y Jackson (1962)  la creatividad que nos une en cuanto a talento y habilidad de producir nuevas formas y reestructurar situaciones estereotipadas y  es a partir de ahí donde los maestro debemos de empezar apuntar y a producir.

«Allí donde se cruzan tus talentos y las necesidades del mundo, está tu vocación». Aristóteles.


Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/dayanappp/

Dayana Perez Piñeres

Licenciada en Ciencias Sociales de la Universidad del Atlántico.
Apasionada por la lectura, escritura, redacción e investigación de temas afines a la educación, religión, política, cultura, entre otros.

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