Las gentes cada vez más incorporan en su relato y saber que en los medios privados de información se mueven, también, vándalos mediáticos.
El Estado colombiano, el régimen, el presidente y el Centro Democrático partido de gobierno, asisten a su peor crisis. El relato con el que sustentaron 20 años de autoritarismo se vino a pique.
Relato hegemónico que construyeron en los medios privados de comunicación -propiedad de los grandes grupos económicos y financieros-, que llegó al paroxismo de la ridiculez en el cubrimiento de las multitudinarias movilizaciones convocadas en el marco del paro nacional conta la Reforma Tributaria:
El periódico El Colombiano, señaló en la primera página de su edición.com: la violencia no es el camino, y adrede olvida que quien orientó públicamente a disparar sobre las comunidades fue expresidente Uribe, lo que llevó a que su trino fuera descolgado de la red twitter. Y, esconde, que su mensaje fue cumplido en las calles.
El canal de televisión RCN, caja de resonancia del uribismo y la Casa de Nariño, utiliza de manera bochornosa las imágenes de centenas de miles ciudadanos en las plazas públicas que demandan la renuncia de Duque, y las presenta como la celebración por las medidas de maquillaje a la reforma tributaria que pronunció el jefe del Gobierno en alocución presidencial el 30 de abril. Un comportamiento antiético e inmoral.
La mesa de trabajo y el director de noticias de la Blu Radio, buscaron ridiculizar al a la comunidad Misak, que un acto autónomo decidió derrumbar la estatua del conquistador Sebastián de Belálcazar; el mayor gobernador de la comunidad les dio una clase magistral de pensamiento decolonial que se impuso ante el fusilamiento mediático al que pretendieron someterlo en la mesa de trabajo de Néstor Morales, miembro de la familia presidencial. La sabiduría ancestral se impuso ante la soberbia del discurso del poder.
El grupo de trabajo de la W radio que abandera Julio Sánchez Cristo, en su intento de poner en contradicción a los gremios de la salud por no condenar las marchas, el paro y sus demandas, invitó a su medio a la doctora Carolina Corcho vicepresidenta de Federación Médica Colombiana. La psiquiatra desnudó el gobierno corporativo de clase en el poder que agencia la mesa de trabajo. Carolina evidenció que cada pregunta estaba cargada de una respuesta que expresan el relato de los gremios y grupos empresariales.
Está claro: la concentración de la propiedad de los medios privados de comunicación está en consonancia con el relato de país que redactan desde los centros de pensamiento de las derechas en el poder. La agenda política mediática la ponen los bancos que son los dueños de los medios y la imponen a los gobiernos.
Uribe, máxima expresión política de los banqueros y latifundistas, que sostienen el gobierno de Duque, da la orden y los medios también disparan mentiras mediáticas que hieren y matan como las de plomo.
Los medios privados de información hacen parte de los grandes perdedores de estas jornadas: cuando millones de personas que asisten a las marchas o las que las observan pasar al lado de sus ventanas, y luego escuchan, ven o leer sus informes periodísticos quedan con un sabor a desprecio.
Las gentes cada vez más incorporan en su relato y saber que en los medios privados de información se mueven, también, vándalos mediáticos.
Un nuevo relato lo construyen gentes comunes y corrientes en las plazas, en las calles y va más allá de la caída de la reforma tributaria…
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