En la Universidad Cooperativa de Colombia ha sido dificil la estructuración de un movimiento estudiantil activo y cohesionado. La sede principal de esta institución, la de Medellín-Envigado, está esparcida por toda la ciudad. Las facultades se encuentran lejos las unas de las otras, incluso las de áreas afines. Por ese motivo los estudiantes de cada facultad han trabajado hasta ahora descoordinadamente. Carlos Lemos, un joven quibdoseño estudiante de derecho, se propuso cambiar la situación, recorriendo distintos barrios de Medellín y municipios del Valle de Aburrá para reunir a los estudiantes de todas las facultades y darle inicio a un grupo político que represente al alumnado de toda la universidad.
La propuesta de Carlos ha sido la de crear un movimiento que luche en conjunto por la solución de las necesidades de los estudiantes de toda la universidad, independientemente de la facultad a la que pertenezcan. Un estudiantado unido que pueda hacer exigencias reales a las directivas de la universidad. Una vocería que permita, por ejemplo, la creación de un consultorio contable, aumentar el número de foros y eventos a los que puedan acceder los estudiantes de derecho, o eliminar el requisito de comprar un uniforme nuevo cada semestre para las rotaciones de los estudiantes de medicina.
Algunas propuestas, sin embargo, son más universales. Es posible, por ejemplo, que las respuestas orales correctas de los estudiantes a las preguntas de sus profesores tengan un reconocimiento en las calificaciones de los primeros. Sin embargo, tal vez la más importante de todas es la de velar porque la universidad apoye más a sus estudiantes más necesitados.
Para explicar esto último es necesario repasar algunas características de la universidad. Esta institución tiene 18 sedes a lo largo del país, estando la principal ubicada en Medellín. Por tal motivo, a la capital antioqueña llegan muchos estudiantes procedentes de las demás sedes, convirtiéndola en una universidad bastante diversa y multicultural. La universidad, además, es privada, y está sostenida por un poderoso músculo financiero, según nos cuenta el mismo Carlos.
Sin embargo, muchos de los estudiantes de las regiones que llegan a Medellín a hacer sus estudios universitarios viven situaciones económicas difíciles, impidiendoles en algunos casos hasta la misma asistencia a clases.
Con ayuda de la universidad, estos jóvenes podrían superar estas dificultades, y conseguir de esta manera un mejor desempeño en su vida académica. Sin embargo, la realidad actual es que en los restaurantes licitados por la universidad los platos son bastante costosos para muchos jóvenes. Carlos Lemos, y su movimiento Todos Por Una Mejor UCC proponen precios más bajos para los almuerzos, y ya cuentan incluso con restaurantes interesados en brindar el servicio.
No es la primera vez que Carlos, «el Obama de la UCC», incursiona en la política universitaria. Como parte de AfroUCC ya ha luchado anteriormente por el respeto a los estudiantes procedentes de otras regiones del país y especialmente de aquellos de orígenes étnicos afrocolombianos, raizales y palenqueros. Sin embargo ahora sus aspiraciones son mucho mayores, pues desea poner su experiencia al servicio de todos los estudiantes de la universidad.